En una asamblea ilegal, impugnada, la comisión directiva de SOEAIL (Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma) encabezada por Lautaro Lezano intentó decretar la expulsión del gremio de delegados opositores que participan del acampe contra los despidos. Su propósito es quitar los fueros sindicales a los activistas para que puedan ser despedidos fácilmente por la patronal que está a la ofensiva. En el Ingenio Ledesma hubo cerca de 300 despidos a lo largo del año y el sindicato azucarero ha mantenido una actitud impotente.
Para montar la asamblea trucha, la burocracia 1) Violó la reglamentación estatutaria que define cómo debe convocarse una asamblea legítima. 2) Se resguardo detrás de un operativo policial insólito que golpeó a trabajadores y personas que se solidarizaban con ellos. 3) Pagó “por el día” a afiliados y a grupos lúmpenes que no trabajan en la empresa para que fueran a levantar la mano.
Lautaro Lezano quiere “sacarse de encima” a delegados rebeldes que participan del acampe solidario con los trabajadores despedidos y por su reincorporación. El sindicato no apoya ni participa del acampe de forma oficial. Para silenciar las críticas de los delegados opositores que denuncian a la comisión directiva por dejar pasar los despidos, Lautaro Lezano carga contra el activismo, con argumentos absurdos. Si los principales activistas quedan indefensos frente a la patronal, pueden ser despedidos. En el marco de la reestructuración -eufemismo que quiere decir que seguirán los despidos, el planchamiento salarial y la tercerización- el sindicato “regala” a la patronal a los luchadores más decididos. Una vez más, la burocracia sindical se vende a la patronal.

Durante esa tarde, los activistas junto a sus compañeros de trabajo se organizaron para intentar evitar que ingresaran al gremio los “pagados” por la comisión directiva que no son afiliados al gremio y se enfrentaron a la policía -armada con escopetas y con apoyo de caballería- que les impedía ejercer su derecho a entrar al sindicato y denunciar la asamblea por ser ilegítima.
La lucha contra los intentos de proscripción, expulsión y contra los despidos continua. Hay que defender a los delegados opositores y activistas. Sin ellos los trabajadores quedarán indefensos frente a los próximos movimientos de la Empresa Ledesma, que espera con ansias la aprobación de la reforma laboral esclavista que Javier Milei promete a las grandes patronales del país. Desde el MST nuevamente repudiamos el vergonzoso pacto entre la burocracia y la patronal. Abajo la persecución y los despidos.
Juan Russo. MST en el Frente de Izquierda – Unidad


