Este viernes por la tarde se llevó adelante la última reunión paritaria del 2025 para discutir el salario de los trabajadores estatales nacionales. El Estado empleador ofreció un aumento del 2% para el mes de diciembre y un bono de 50 mil pesos, que fue firmado por UPCN, que lidera Andrés Rodríguez, y rechazado por ATE, dirigido por Rodolfo Aguiar.
Con este acuerdo Milei ratifica el derrumbe de los salarios de los trabajadores estatales. En 2025 se perdió un 13,6% frente a la inflación anual, desde que asumió este gobierno la pérdida del poder adquisitivo ya supera el 42,2% y se encuentra bien lejos de los $2.027.283, monto que según los trabajadores de ATE INDEC debería ser nuestro sueldo mínimo.

La mesa paritaria volvería a reunirse en enero para discutir el salario de 2026 pero las perspectivas no son para nada alentadoras luego de que el gobierno consiguiera en el Senado, con ayuda del PJ y los radicales, la aprobación de un presupuesto de ajuste para todas las áreas del Estado y el proyecto de ley de inocencia fiscal en favor de los grandes empresarios.
Plan de lucha real para derrotar a Milei
ATE Nacional además de rechazar la paritaria llegó con una exigencia de un ingreso mínimo de $2.000.000 y una suma fija de $400.000 para recuperar el poder de compra deteriorado en los últimos dos años. Además, anunció que convocará a plenarios y asambleas para definir un plan de acción y eventuales medidas de fuerza. Si bien es correcto, llega tarde y no alcanza.
Todas las medidas que se han tomado estos dos años fueron a la defensiva y no ha logrado el sindicato convencer al conjunto de los laburantes de la necesidad de salir con fuerza y en unidad a dar las peleas que hacen falta. Esto sucede por varios motivos, uno es porque las cosas no se deciden en plenario o asambleas de base, sino que son medidas que surgen del Consejo Nacional o los Consejos Directivos Provinciales y no al revés. Por otro lado, la división en las alturas del peronismo tiene su correlato al interior de nuestro sindicato y terminan haciéndose acciones divididas o aisladas.

Desde Alternativa Estatal insistimos que para poner en valor nuestro salario y salir a pelear en unidad hay que pasar estos obstáculos. Existe entre los estatales un ejemplo claro que es el de los trabajadores del Garrahan que construyeron un plan de acción y lucha en asambleas para debatir y decidir todo, abriéndose a coordinar en la más amplia unidad en la defensa del hospital y dando los debates necesarios. Con esta política se le arrancó al gobierno un aumento de salario histórico, porcentaje que ningún gremio pudo conseguir.
Pero con eso solo no va a alcanzar, es necesario preparar el terreno para una pelea que va a ser de más enfrentamiento. La denuncia y la exigencia a las centrales sindicales de la CGT y de la CTA para el llamado al paro general y plan de lucha a la altura de los ataques, debería ser hasta que caiga la reforma laboral y el conjunto de reformas regresivas sobre las cuales el gobierno quiere avanzar. No hay nada que negociar con un gobierno antiobrero, proempresarial y chupamedias del imperialismo yanqui. Urge organizarnos para pelear por una perspectiva de lucha en el 2026 que frene al gobierno de Milei y que sea una alternativa real de organización política y sindical para el conjunto de la clase trabajadora.



