Palestina. Con o sin segunda fase del acuerdo siguen las agresiones

Este artículo fue extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista

La ejecución de los primeros pasos del plan de Trump e Israel no detuvo las agresiones ni los horrores del genocidio y el hambre. El imperialismo pretende avanzar a la segunda fase; ya se verá si puede hacerlo en el tiempo y la forma que ha planteado. Sea como fuere, resulta imprescindible realimentar las movilizaciones mundiales y plantear una salida de fondo tanto para Palestina como para Medio Oriente.

Pacto tramposo

Con la “Declaración internacional: Por una Palestina libre del río al mar. No al acuerdo tramposo de Trump e Israel”, la Liga Internacional Socialista (LIS) fue contundente en la denuncia del supuesto “pacto de paz” firmado en Egipto. Los hechos posteriores han confirmado con creces que el acuerdo está hecho a medida de los intereses colonialistas del sionismo y del imperialismo estadounidense.

Ejecuciones, colonos, crisis humanitaria y colapso económico

Los sionistas continúan con las agresiones cuando lo consideran oportuno, para seguir cometiendo crímenes. En los últimos meses de 2025, la población palestina ha sufrido ataques sistemáticos en distintos planos. El 27 de noviembre de 2025, la Autoridad Nacional Palestina difundió un vídeo en el que denuncia que fuerzas israelíes ejecutaron a sangre fría a dos jóvenes palestinos desarmados en Yenín, Cisjordania, cuando estos ya se habían rendido durante una operación militar. El hecho, es una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario que evidencia la brutalidad cotidiana de la ocupación. A esto se suma el aceleramiento en la construcción de asentamientos en los territorios palestinos ocupados que durante 2025 ha batido un récord, con el mayor número desde 2017, ejecutado por los colonos y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

El 3 de diciembre de 2025, el Gobierno israelí anunció la reapertura del paso fronterizo de Rafah, permitiendo la salida de habitantes de Gaza hacia Egipto en el marco del alto el fuego. Sin embargo, esta apertura condicionada demuestra que la vida bajo ocupación sigue marcada por las restricciones, el control militar y las severas limitaciones a la movilidad y al ingreso de ayuda humanitaria.

Cruce fronterizo de Rafah.

A finales de noviembre de 2025, la ONU advirtió que “la economía palestina se encuentra en un colapso casi total tras dos años de operaciones militares de Israel”, que han borrado décadas de progreso, hundido el PIB y sumido a millones de personas en la pobreza absoluta. Las restricciones de circulación, el bloqueo y la guerra han desmantelado la base productiva del territorio ocupado. Al genocidio le siguen, como la sombra al cuerpo, las consecuencias sociales directas de la destrucción. El listado de agresiones sionistas durante el “alto el fuego” se completa el asalto a la agencia de la ONU para los refugiados en Jerusalén Este, con la demolición de viviendas palestinas que causaron desplazamientos y el asesinato de más de 400 palestinos desde la entrada en vigor del acuerdo de “paz”.

Trump presiona por la segunda fase

Este es el marco en el que Trump pretende anunciar “antes de Navidad” el inicio de la segunda fase de su plan de paz para la Franja de Gaza. Esta nueva etapa contempla el despliegue de una fuerza internacional de “estabilización” y la creación de un gobierno transitorio de tecnócratas palestinos, supervisado por un consejo bajo una denominada “Junta de Paz”, en la que participarían figuras como Trump, el ex primer ministro británico Tony Blair y los enviados Jared Kushner y Steve Witkoff. El objetivo sería avanzar hacia un traspaso del control de Gaza a una Autoridad Palestina (AP) “reformada” tras el actual alto el fuego.

En términos reales, esto implicaría un avance de la presencia política y militar directa del imperialismo en Gaza como sostén del colonialismo israelí, con la “valiosa” colaboración de sectores colaboracionistas. Sin embargo, más allá de las intenciones de Trump, habrá que ver las condiciones reales sobre el terreno y las intenciones de los protagonistas: el plan estipula que Israel retire gradualmente sus tropas de los territorios que aún controla en Gaza para dar paso a la fuerza internacional, y que Hamás acepte salir del poder y desarmarse y ambas cuestiones centrales son motivo de controversias aún no resueltas.

Retomar las movilizaciones con fuerza renovada

No se puede esperar nada positivo para Palestina de un plan pergeñado por Trump con el aval de Netanyahu. Es necesario retomar con fuerza renovada las movilizaciones solidarias, el boicot al envío de armas y a los intereses económicos sionistas, las ocupaciones, los bloqueos y las huelgas, así como exigir que los gobiernos rompan relaciones con Israel. Solo habrá una paz justa y duradera derrotando al Estado de Israel y a los traidores regionales que lo reconocen, mediante la revolución socialista en Medio Oriente y la instauración de una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista.

Partido Solidario de las Selecciones de Fútbol de Palestina y Catalunya, en el Estadi Olimpic del Montjuic.

Por Rubén Tzanoff

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