La fotografía documental no es solo una técnica: es una forma de ver, de posicionarse ante el mundo y de contar historias con compromiso. En un contexto marcado por la sobreinformación, la velocidad y la espectacularización del dolor, este taller propone recuperar la potencia narrativa, ética y política de la imagen documental.
Dirigido a personas interesadas en la fotografía como herramienta de expresión, denuncia y construcción de memoria, el curso combina fundamentos técnicos con reflexión teórica y análisis crítico de casos. A lo largo de los encuentros se explorará cómo construir un relato visual desde una realidad que interpela, con énfasis en las implicancias éticas, estéticas y filosóficas de documentar a otres.
Nos guía una pregunta central que no busca respuestas únicas, sino estrategias diversas para pensar y narrar desde la fotografía ¿Cómo traducir una experiencia, un territorio o una vida en imágenes sin caer en el extractivismo visual?
A partir de referentes esenciales del fotoperiodismo, la fotografía y el cine documental, se abordarán distintas formas de trabajo —desde la observación distante hasta la inmersión en el territorio— reconociendo los límites, tensiones y responsabilidades de quien encuadra.
Este taller es una invitación a mirar de nuevo, a mirar mejor, y a encontrar en la fotografía un espacio para la sensibilidad, el rigor y la memoria.


