El gobierno llamó la semana pasada a paritarias de los estatales nacionales sin ningún tipo de propuesta, un día después los medios anuncian que Milei y Sturzenegger preparan una nueva tanda de despidos de cara a fin de año. En paralelo continúa la confección de la reforma laboral. El ajuste y la motosierra avanzan, hace falta discutir desde abajo como lo enfrentamos.
Paritaria 0
Convocada por el Gobierno nacional para el viernes a las 13 vía Zoom, la paritaria quedó trabada ya que el estado empleador llegó sin una propuesta de aumento. Por ese motivo paso a un cuarto intermedio. Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE, apuntó que “concurrir a una paritaria sin una oferta es apostar al conflicto” sin embargo el conflicto lo arrastramos hace tiempo por los salarios de pobreza, la precarización y el ajuste sostenido en el Estado y a todo lo público.
En lo que va del 2025, el Gobierno otorgó sistemáticamente aumentos por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), los cuales fueron rechazados por ATE y aceptados por UPCN. En los primeros 10 meses del año, el incremento fue de 13,6% mientras que la inflación en el mismo período fue de 24,8%. En conclusión, sólo en lo que va de 2025, los estatales perdimos un 11% de nuestro salario.
Si tomamos los números que elaboran los compañeros de ATE INDEC mes a mes a octubre de este año nuestro salario mínimo debería ser de $2.027.283. En sus cálculos ya hablan de una pérdida del 54,8% en los últimos años. Nuestro deterioro salarial es catastrófico y uno de los motivos por los cuales muchos terminan renunciando o buscando un segundo trabajo como sabemos que sucedió en el Garrahan, en el INTI o en CNEA.
La motosierra no se toma vacaciones
Este fin de semana trascendió que el gobierno avanza con un nuevo ajuste sobre el empleo público y analiza reducir un 10% la planta estatal en 2026, lo que equivaldría a unos 28.000 trabajadores. El Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger, y la Jefatura de Gabinete, encabezada por Manuel Adorni, trabajan en una nueva fase del “plan motosierra” centrada en los organismos descentralizados.
Según lo que se filtró las cesantías se concentrarían en organismos descentralizados como la Oficina Anticorrupción, el Indec, el Conicet, la Coneau, el ARCA, el Archivo General de la Nación, la Anses, la Conadis, el Enargas, el Enre, el Inta, el Inti y el Enacom.
De acuerdo con los últimos datos del Indec, el sector público nacional (entre administración central, empresas y sociedades) suma 285.570 empleados. Desde diciembre pasado, la gestión de Javier Milei ya desvinculó más de 70.000 personas, principalmente en áreas centralizadas.
ATE prepara algunas medidas de lucha
El Consejo Federal de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que se realizó este fin de semana en San Luis del que participaron los secretarios generales de las 24 provincias y de las 191 seccionales de todo el país, definió un Paro Nacional con movilización para el día que se trate la reforma laboral en el Congreso. Además, las 191 seccionales votaron por unanimidad darle mandato a la Conducción Nacional para definir la posibilidad de llevar adelante “protestas sorpresivas” durante el mes de diciembre.
Por su parte el plenario de delegados generales nacionales de ATE Capital, frente a la emergencia salarial que venimos sufriendo, votó un plan de lucha para diciembre con: presentación de notas exigiendo a cada autoridad que exprese en el gabinete la emergencia salarial de los organismos, acciones locales para visibilizar de la emergencia y movilizar al Ministerio de Desregulación del Estado el 18 de diciembre.
Seguir el camino del Garrahan para ganar
Los estatales vimos y acompañamos una experiencia de lucha que triunfó. Las y los trabajadores del Garrahan, la institución pediátrica de alta complejidad más prestigiosa del continente, le arrancaron al gobierno liberal después de 5 meses de lucha un aumento salarial del 61%. Algo que no consiguió ningún otro gremio. Corresponde entonces ir a buscar en esa lucha los motivos de semejante victoria e intentar trasladarlo al resto de los lugares de trabajo.
El método por sobre todas las cosas fue lo que distinguió la lucha del Garrahan. La más amplia unidad en la diversidad, sin ningún sectarismo y sin ocultar ningún tipo de debate, unidad de todo el equipo de salud dentro del hospital de manera horizontal y apostando a la democracia sindical para decidir todo en asamblea, algo bien distinto a la burocracia sindical. Esto permitió construir un movimiento social en defensa del hospital de las infancias, que potenció la lucha de otros sectores de salud nucleados en la experiencia del cabildo abierto y se rodeó de la solidaridad de gran parte de la sociedad.
Tomar este método y llevarlo a nuestros lugares de trabajo es la tarea para enfrentar el recorte salarial que sufrimos, terminar con el pluriempleo y la precarización dentro del Estado y rechazar de plano la reforma laboral esclavista que este gobierno insensible y proimperialista quieren aplicar en favor de los grandes empresarios y el FMI. Es momento de organizarnos.
