La muerte como variable laboral. Salarios bajos, monotributo y mortalidad

Un reciente estudio de la ANSES, titulado Estudio Especial Nº 2 – Diferenciales de mortalidad en los aportantes previsionales (2022–2023), pone sobre la mesa una verdad urgente: trabajar con ingresos bajos o bajo la condición de monotributista significa un riesgo claramente mayor de morir. No es una metáfora: es una conclusión basada en registros administrativos de casi dos años de datos reales. ANSES

En el contexto de un gobierno de ultraderecha como el de Milei —que ha degradado el Ministerio de Ciencia, reducido derechos y promovido la “flexibilización” laboral como dogma— este informe es un golpe duro al relato oficial de emprendimiento y autoempleo. En la Argentina actual, la precarización previsional no es solo una vulnerabilidad económica: es una cuestión de vida o muerte.

¿Qué dice el informe? Periodo y principales hallazgos

El estudio abarca el período 2022–2023 y analiza la mortalidad de personas entre 20 y 64 años que aportan al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), comparando con la población general y con quienes no aportan. ANSES+1

Algunos de los datos clave:

Categoría de trabajadorTasa Estandarizada de Mortalidad (TEM) por milDiferencia respecto a no aportantes / población general
Aportantes previsionales (general)1,7 ‰47 % menor que la población total; 62 % menor que no aportantes ANSES
Aportantes asalariados (relación de dependencia)~1,78 ‰TEM ~17 % más alta que la de aportantes independientes TribuTV+1
Aportantes independientes (monotributistas, autónomos, casas particulares)~1,46 ‰ (estimado)Su mortalidad es menor que la de los no aportantes, pero más alta que podría esperarse por subdeclaración de ingresos TribuTV

Además, el informe usa un modelo de regresión para estimar el impacto del ingreso: por cada duplicación de los ingresos declarados, el “riesgo relativo” de morir disminuye en 6 % para todos los aportantes, y hasta 17 % para los asalariados en relación de dependencia. ANSES Esto muestra que el salario no es un accesorio: es un escudo.

Por qué la precarización laboral es un riesgo de muerte

Los resultados son políticamente explosivos. Bajo un discurso neoliberal que celebra al monotributista como emprendedor independiente, el informe demuestra que muchos de esos “empresarios individuales” aportan tan poco que su nivel de vida es equivalente al de los más vulnerables. Y cuando la ANSES modela correctamente su ingreso —teniendo en cuenta que muchos independientes subdeclararían lo que ganan real­mente— se evidencia que la mortalidad para estos grupos es mucho más alta de lo que sus recibos sugieren.

En un país donde la ultraderecha de Milei ha promovido reformas laborales para normalizar el monotributo como “empleo flexible”, estos hallazgos arrojan una luz brutal: no sólo se precariza el trabajo, sino que también se deterioran las garantías de una vida segura. La formalización no es solo un principio abstracto, es un factor de salud pública.

Explicaciones técnicas para entender los hallazgos

  • La Tasa Estandarizada de Mortalidad (TEM) es una medida que ajusta las tasas de mortalidad para eliminar el efecto de la estructura por edad y sexo, permitiendo comparar la mortalidad entre diferentes poblaciones o períodos de forma más precisa. Se calcula comparando las muertes observadas con las muertes esperadas si esa población tuviera la estructura de una “población estándar”. Una TEM de 1 significa mortalidad observada igual a la esperada; valores mayores indican exceso de mortalidad, y valores menores, una reducción.
  • El modelo de regresión logística utilizado por ANSES permite estimar cómo varía la probabilidad de muerte según variables como el nivel de ingresos, manteniendo constantes otras condiciones.

El contexto político: el experimento libertario mata

No es casual que este informe llegue en plena ofensiva de un gobierno que degrada la seguridad social, reduce salarios reales y pretende avanzar sobre los derechos laborales. El proyecto económico-político de Milei supone que cada trabajador se convierta en un “microempresario individual”: menos protecciones, menos aportes, más inseguridad. Pero los números muestran que ese modelo no solo empobrece: mata.

Este estudio debería ser un insumo clave para cualquier debate serio sobre la reforma laboral que el Gobierno y sus aliados están reimpulsando. Si la propuesta avanza hacia más monotributo y menos empleo dependiente con derechos, no habrá solo precarización económica: habrá un endurecimiento del riesgo vital.

Conclusión: vida o lucro, ese es el dilema

Los datos de la ANSES no son fríos: señalan una línea roja entre sobrevivir y casi desaparecer, entre formalización y desprotección mortal. Cuando las políticas laborales privilegian el bajo aporte, el trabajo individual no regulado y el salario mínimo disfrazado, no solo se degrada la dignidad del empleo: se abre un abismo sanitario para los más vulnerables.

Defender el trabajo formal, los derechos previsionales y los salarios dignos no es nostalgia ni lujo: es resistir un modelo que convierte nuestras vidas en variables de ajuste. Enfrentar la reforma laboral que viene es imperativo excluyente para quienes vivimos de nuestro trabajo.


Referencias

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