Esta entrevista fue publicada originalmente en el número 861 del periódico impreso mensual Alternativa Socialista, que podes adquirir con nuestros militantes.
A inicios de diciembre, se llevará adelante el 3° Congreso de la Liga Internacional Socialista (LIS). El mismo sesionará en medio de una situación internacional y social álgida, polarizada, con disputas interimperialistas, guerras y desafíos y oportunidades para los revolucionarios. También el Congreso evidenciará el importante avance de la LIS y la integración de nuevas organizaciones. Sobre estos y otros temas, dialogamos con Alejandro Bodart, Coordinador de la LIS y Secretario General del MST de Argentina.
AS: Alejandro, en primer lugar ¿En qué contexto internacional se desarrollará el Congreso de la LIS?
Creo que estamos viviendo una nueva etapa a nivel mundial, de grandes cambios. Un punto de partida para analizar lo que está pasando es la segunda presidencia de Trump y la orientación que el imperialismo estadounidense se está dando para intentar recuperar el rol hegemónico. Un rol, que si bien no lo había perdido totalmente, sí se había debilitado mucho en los últimos años, donde convivió con muchos cuestionamientos y disputas. Se está dejando atrás lo que quedaba del orden mundial de posguerra y también de la globalización capitalista que surgió con la caída de la Unión Soviética, aunque no está claro si van a poder lograr un nuevo orden.
En estos momentos, en todo lo que estamos presenciando, está primando un gran desorden mundial. El imperialismo estadounidense, para recuperar su rol, intenta no apoyarse en las instituciones que surgieron de los acuerdos post Segunda Guerra Mundial ni después de la caída de la Unión Soviética. Sino en nuevos acuerdos entre las potencias mas fuertes a nivel mundial o regional, principalmente con Rusia y con China. Países que han dado un gran salto en su ubicación en el escenario mundial, convirtiéndose en nuevos imperialismos, con los cuales compite por un lado y, por el otro, intenta llegar a acuerdos para tratar de estabilizar las zonas calientes que se han ido conformando a nivel internacional. La crisis del imperialismo estadounidense viene de larga data, pero se profundizó con la caída de la Unión Soviética y de todo el arco soviético. Precisamente porque, en vez de lograr semi-colonizar a los países donde se restauró el capitalismo, le surgieron nuevos y enormes competidores, nuevos imperialismos y China que le disputa el rol dominante a nivel global. Estamos en un mundo donde esto genera una inestabilidad permanente y nos preparamos para la continuidad de este tipo de situaciones críticas, con más guerras y conflictos regionales y una dinámica que tenemos que frenar antes de que pueda evolucionar a hacia una nueva confrontación mundial.
Al mismo tiempo, la crisis económica que no cesa y que contribuyó al surgimiento de expresiones de ultraderecha, montadas sobre la debacle de la socialdemocracia, de los partidos conservadores, del bipartidismo tradicional y de sus regímenes hoy completamente en crisis, está generando una situación mundial de profunda polarización social y política.
Y en estos momentos podríamos hablar de una nueva coyuntura en esa nueva etapa y situación mundial, donde el ascenso ha retomado con mucha fuerza, principalmente a partir de la enorme movilización mundial en apoyo al pueblo palestino, pero también por una serie de rebeliones que se están extendiendo a distintas regiones del planeta. Acabamos de ver, por ejemplo, lo de Marruecos, Madagascar, Nepal, Niger, Kenia, Ecuador, Perú, Panama, Cachemira y distintas expresiones de este tipo, el levantamiento de la generación Z en varios países, que marcan un poco el rumbo de la situación mundial, donde pese a la fuerza de muchos levantamientos la gran debilidad sigue siendo la ausencia de una dirección revolucionaria con peso de masas en algún país y a nivel internacional. En la mayoría de los países, aunque existen enormes luchas de los trabajadores y de los sectores populares contra los intentos de hacerles cargar el peso de la crisis, estas no logran una salida positiva porque aún no cuentan con direcciones verdaderamente consecuentes. La gran tarea que tenemos en nuestro Congreso y en nuestra actividad es ayudar a que crezcan, se desarrollen, se consoliden y avance este proceso de nueva dirección, algo en verdad estratégico, aprovechando las grandes oportunidades que la lucha de clases nos brindará en diferentes países y continentes. Porque en la medida que haya luchas y procesos grandes y genuinos, se convierten en grandes oportunidades si nuestros partidos se vuelcan a fondo a intervenir allí. Es por eso que tenemos que asimilar que el contexto internacional nos trae desafíos, complejidades y también grandes oportunidades políticas que debemos tratar de aprovechar a fondo. Este Congreso está al servicio de eso.

AS: Como parte de todo lo que contabas, el tema Palestina encontró a la LIS como protagonista de la Flotilla Sumud Global. ¿Qué reflexión te deja esa iniciativa?
Palestina ha sido un eje central de las actividades de todas las organizaciones nucleadas en torno a la LIS desde que comenzó la política genocida de Israel contra el pueblo palestino. En ese marco, venimos desarrollando una amplia labor en unidad de acción con numerosas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos en distintos países. Como parte de esa tarea, participamos de la Flotilla Sumud Global, en la que una compañera de la LIS fue detenida por el ejército sionista. Gracias a la gran campaña de solidaridad que se desplegó —con paros, movilizaciones y acciones en todo el mundo— la Flotilla finalmente fue liberada. Fue muy importante esta acción porque, sumado a la enorme movilización que la precedió, permitió llegar a más amplios sectores y demostrar que la política del Estado de Israel es una política genocida. Por eso, creo que es una actividad internacionalista muy importante, que muestra la potencialidad que tienen las acciones internacionales para actuar en este mundo tan complejo. Creo que hay que reivindicar este tipo de actividades, porque juegan el mismo rol que en el pasado tuvieron las brigadas internacionalistas para España, o la Brigada Simón Bolívar en relación a Nicaragua. Incluso la última brigada que logramos armar junto a otras organizaciones, para intentar liberar a los presos del régimen autoritario de Ortega y Murillo. Creo que la Flotilla refleja lo mejor de la humanidad: jóvenes, mujeres y hombres, de distintos países, se unieron alrededor de una causa solidaria, sabiendo que pueden sufrir las consecuencias de un régimen asesino como es el régimen de Israel. Todo esto tuvo como objetivo romper el bloqueo que, además de las bombas, ha
condenado al pueblo de Gaza al hambre y la desesperación. Pero, al mismo tiempo, esta acción política permitió que la causa palestina se extendiera y ganara apoyo en cada vez más sectores.
AS: Ahora yendo al Congreso, seguramente se abordará el debate sobre la situación mundial. Pero imaginamos estarán en debate otros temas de actualidad política. ¿Cuáles serían?
Así es. El Congreso de la LIS abordará distintos debates y temas de mucha actualidad, que hacen a las preocupaciones y a las necesidades de dar respuesta en un mundo tan complejo. Palestina y el análisis del último acuerdo y cuál es la situación que se ha abierto a partir de él será seguramente un punto muy importante. Junto con la situación de Ucrania, que ya lleva casi cuatro años desde la invasión del ejército imperialista ruso, lo cual ocasionó intensos debates que han dividido a la izquierda mundial. Para nosotros, este tema es muy importante porque fue un punto clave en el reagrupamiento con otras fuerzas con las que coincidimos en mantener una posición de principios: defender el derecho a la autodeterminación de los pueblos y, al mismo tiempo, enfrentar las maniobras del imperialismo estadounidense y de la OTAN, que buscan utilizar el conflicto en función de sus propios intereses. Pero no se agotará solamente en esto el debate, otro muy importante que será parte de este Congreso, será la elaboración de un programa muy completo de la LIS, que será un aporte también para los revolucionarios de todo el mundo. Discutiremos también, por supuesto, la situación económica. Haremos un debate importante sobre la política de los revolucionarios en relación al tema electoral, que es un debate que tiene muchos puntos de acuerdo, pero también temas polémicos y procesos nuevos en diferentes países, donde intervenimos y queremos precisar como hacerlo y sacar las mejores conclusiones. Vamos a discutir desde ya cómo seguimos profundizando las tareas en defensa de los derechos de las mujeres y las disidencias. Cómo enfrentamos la brutal agresión al medio ambiente que se profundiza con el ascenso de las derechas. Y también una serie de temas que hacen a cómo intervenir en los distintos procesos de la lucha de clases para que, como decía antes, podamos avanzar en la construcción de nuestras organizaciones socialistas y anticapitalistas y en la construcción de las direcciones revolucionarias que hacen falta. Este y otros temas, debatidos a lo largo de varios días, nos da convicción de que nos va a permitirán salir fortalecidos para enfrentar los desafíos de esta situación mundial tan compleja como apasionante, que nos toca vivir.
AS: Ya en eventos anteriores de la LIS, se vino reflejando una participación destacada desde diferentes continentes y países. Entendemos que en este caso será un salto todavía mayor en las presencias de organizaciones y delegados
Este 3° Congreso va a implicar un salto muy importante a nivel organizativo para la Liga Internacional Socialista. Porque no solo se van a integrar a la Internacional distintas organizaciones con las que venimos trabajando desde hace un tiempo, sino porque nos va a permitir salir más fuertes para intervenir prácticamente en todos los continentes. Vamos a salir en mejores condiciones para intervenir en Medio Oriente, a partir de los avances y las relaciones que estamos haciendo con distintos compañeros y compañeras de esta región y en Ucrania donde nuestra organización viene pasando la prueba en la resistencia al invasión. Hemos avanzado en este tiempo en organizar y fortalecer nuestra fuerza en Estados Unidos, lo cual ha sido un paso estratégico, como también hemos avanzando en distintos países de Europa, que tiene por supuesto una gran importancia. En muchas de las rebeliones de Latinoamérica no solo hemos intervenido, sino hemos salido con organizaciones más fuertes, por ejemplo estuvimos recientemente en Ecuador colaborando desde la LIS con los compañeros de allí que se vienen sumando. En África, venimos de un Congreso hace pocos días en Kenia, que es la vanguardia de nuestros trabajos, pero que se ha extendido a otros países de ese continente de tanta historia y combatividad. Por otra parte, nuestros compañeros han participado activamente en las rebeliones de Cachemira y en varias regiones de Asia. Es decir, este Congreso nos va a permitir dar un salto y estar más fuertes para seguir peleando por nuestros objetivos. Que en realidad es uno solo: avanzar en un mundo que solo bajo las banderas del socialismo puede tener salida. Y necesitamos rápidamente avanzar en ese camino antes que la barbarie capitalista nos haga retroceder al medioevo.
AS: Por lo que decís, hay diferentes organizaciones que han tomado la decisión de integrarse a la LIS, ¿Cuál es su procedencia? ¿Eso implica nuevos desafíos?
El proyecto de la LIS intenta reagrupar fuerzas, no a partir del origen de las organizaciones, sino a partir de importantes acuerdos políticos actuales, de una coincidencia común en la necesidad de ir a una nueva tradición, que sea fruto de la unidad entre distintas organizaciones en base a un programa, un método y a un proyecto común. Lamentablemente, los proyectos de las organizaciones revolucionarias que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial, que jugaron un rol muy progresivo, porque defendieron las banderas de la Revolución de Octubre durante décadas, se han agotado. La nueva etapa mundial que vivimos, las nuevas situaciones, necesitan ir a otro tipo de organización que, tomando lo mejor de aquellas organizaciones, las supere. Partiendo también de hacer un análisis crítico de los problemas que las han llevado prácticamente a todas a entrar en crisis. Y la Liga Internacional Socialista es el intento de reagrupar esas fuerzas, de quienes sacamos conclusiones comunes para construir una organización que se plantee construir una nueva tradición en base a una política, una estrategia, una orientación y un método sano, de aprender a convivir entre distintos componentes, respetando las distintas tradiciones y al mismo tiempo aprender a convivir con matices, generando la confianza necesaria como para seguir avanzando.
Y estoy convencido que esto se va a reflejar en este Congreso, porque prácticamente la LIS se compone de compañeros y compañeras que provienen de las distintas tradiciones del trotskismo, pero que estamos unidos y fuertes en construir una nueva. Van a venir compañeros de la ex OTI, de la Liga por la Quinta Internacional, compañeros que provienen de algunas organizaciones como la LIT, también con compañeros que provienen de lo que fue el Secretariado Unificado, vamos a tener compañeros que provienen de distintas tradiciones del trotskismo inglés. Todos con un mismo objetivo: construir una gran internacional, en base a intentar trabajar juntos para superar la crisis de dirección revolucionaria, superar los problemas y avanzar hacia un gran agrupamiento internacional que dé respuesta a las necesidades más acuciantes de la lucha de clases y de los trabajadores a nivel mundial.

AS: Es evidente que un avance e integración así, responde a un tipo de construcción internacional. ¿Qué podés decirnos al respecto?
Bueno, como decía antes, creo que el avance que estamos logrando, así como la integración de compañeros, compañeras y organizaciones de distintos orígenes, tiene que ver con que el proyecto que hemos construido desde la LIS es el que mejor responde a las necesidades del momento actual. Este 3° Congreso de hecho es la prueba concreta de que vamos por buen camino. Incluso a este Congreso van a venir también distintas organizaciones que, sin ser parte de la LIS, vienen trabajando con nosotros y esperamos que en un proceso también se vayan integrando. Creo que por eso, este Congreso abrirá una nueva etapa en nuestra organización, que confirma en parte la validez de los postulados que nos hemos propuesto. Y al mismo tiempo, nos plantea nuevos desafíos, nuevas responsabilidades, que con un método sano, centralista democrático, apelando a la elaboración colectiva entre todos, va a seguir dando frutos el tiempo que viene.
AS: Y sobre los objetivos de este Congreso ¿Cómo los resumirías?
Si tuviera que sintetizar los objetivos concretos de este Congreso, creo que el primero es terminar de consolidar los avances e ir por más. Como decía recién, se abre una nueva etapa que tendremos que afrontar en el marco de una Liga Internacional Socialista completamente distinta, más grande, con más componentes y que va a implicar un gran fortalecimiento. Y al mismo tiempo, un gran desafío que asumimos con optimismo y con mucha alegría, porque creemos que es lo que se necesita en la nueva etapa mundial que estamos transitando.
AS: Bueno Alejandro, te dejamos una reflexión final, con lo que te parezca importante decirnos o resaltar sobre el Congreso y su relación con las perspectivas que se vienen en el mundo.
Como decía al principio, estamos en un mundo muy complejo. Con mayor polarización social y con una derecha que va a intentar avanzar sobre derechos conquistados, y con un movimiento de masas que va a resistir, por lo cual nos preparamos para intervenir en esos procesos de lucha de clases y a la vez nos preparamos para que puedan ir surgiendo nuevos fenómenos políticos ubicados a izquierda.
De hecho, estamos viendo el surgimiento de nuevos partidos por fuera del Laborismo, como en Reino Unido y también cómo se están revitalizando algunos de los partidos anticapitalistas amplios que, en su momento dieron un fenómeno como Syriza, que despertó gran expectativa pero que después terminó fracasando y generando una ola de escepticismo que fue aprovechada por la derecha. Partidos amplios que han planteado muchos debates en la izquierda revolucionaria, de cómo participar, si hay que participar, si no hay que participar, si participar es un problema táctico, si la estrategia es ese tipo de partidos. Nosotros claramente creemos que la estrategia pasa por construir partidos revolucionarios, pero sin ningún tipo de sectarismo ni dogmatismo, teniendo la cabeza abierta para tener tácticas audaces si estas nos permiten fortalecer nuestras organizaciones.
Todo esto nos pone ante la necesidad permanente de elaborar, de reelaborar. Hoy nuestra Internacional está presente en la mayoría de los países donde se dan fenómenos de todo tipo, fenómenos de ascenso, de rebeliones, de surgimiento de derechas, de este tipo de partidos que surgen precisamente para enfrentar a esas derechas y porque la ausencia de direcciones revolucionarias fuertes hace que se tenga que pasar por esas mediaciones. Pero creo que la LIS va a salir con la fuerza suficiente como para poder intervenir en todo tipo de fenómenos y aprovechar las oportunidades que nos brinda la realidad del mundo, para seguir avanzando en nuestra estrategia, que es reagrupar a los revolucionarios para dotar de una dirección a los trabajadores, y en un periodo de tiempo, llegar a derrotar a la burguesía y al imperialismo, antes de que ellos nos lleven a la barbarie.
Así que estamos muy conformes y sabemos desde ya que el Congreso va a ser muy exitoso y va a ser un aporte muy importante para la vanguardia mundial. Vamos a tratar de socializar sus conclusiones a través de nuestra revista, de nuestras redes, para abrir un debate más allá de nuestras filas, con todos aquellos que quieran realmente cambiar el mundo, terminar con este mundo de miseria y de explotación, derrotar a las derechas y abrir camino a gobiernos de los trabajadores, que es la única forma de que las enormes riquezas del mundo permitan superar el hambre, la miseria y garantizar una vida digna para todos.

Entrevistó Oda Cuentas

