“A 50 años del villazo, esta justicia clasista sigue protegiendo a los criminales empresariales politicos y sindicales”.
Las diputadas nacionales del MST-FITU, Cele Fierro, Ana Paredes Landman y Vilma Ripoll, encabezaron la delegación de esa fuerza política que acompañó la sentencia del juicio por el “Villazo” que impulsaron sobrevivientes y familiares de las víctimas de ese “ensayo” del genocidio que luego llevaron adelante los militares en nuestro pais. Tambien estuvo presente Jime Sosa, referente local del MST, que junto con las diputadas declararon contra lo que consideraron “un fallo de impunidad y protección a los criminales de la masacre en Villa Constitución”.
Jime Sosa analizó: “La absolución a los responsables de la masacre de Villa Constitución, de trabajadores y de familiares del pueblo, que abrazaron con su solidaridad la causa de los metalúrgicos, es una prueba más de que el carácter clasista patronal y garante de impunidad de esta justicia no tiene límites. El clima de época favorecido por el resultado electoral que envalentona a los sectores más reaccionarios de la ultraderecha de este país, terminó escribiendo este fallo vergonzoso que protege a Acindar, a Martínez de Hoz, a la burocracia sindical de la CGT, a las patotas de la AAA y al peronismo encabezado por Isabel en aquel momento. Una verdadera repugnancia indignante”.
Por su parte Cele Fierro anticipó: “Si esta justicia cree que con este fallo de impunidad va a desalentar la lucha de familiares, sobrevivientes y de organizaciones como la nuestra, que somos la continuidad de una de las corrientes principales animadoras de la resistencia conocida el villazo (PST), sinceramente no entiende nada. En el país del ‘Nunca Más’, de la memoria la verdad y la justicia. Sepultamos una dictadura y no vamos a bajar los brazos frente a este atropello. Vamos a acompañar la apelación y vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. A la vez queda claro que esta justicia, con un fallo que se suma a muchos otros de impunidad y protección a crímenes de lesa humanidad, no son manzanas podridas del cajón. Es una estructura atada al poder político de turno y sobre todo al poder económico que permanece a pesar de gobiernos que pasan, tiene como propósito proteger los intereses de una minoría privilegiada. Por eso, parte de las transformaciones fundamentales que hay que encarar en este país, además de las económicas y sociales, es la de esta justicia que no va más. Necesitamos jueces y fiscales electos por el voto popular, revocables, sin privilegios y que de verdad sean sensibles a los intereses de la mayoría”.

