En Río Gallegos, Santa Cruz, una multitudinaria caravana con más de 60 autos —integrada por vecinos, vecinas y trabajadores de la salud— recorrió las calles de la ciudad para exigir recomposición salarial, reapertura de paritarias y el levantamiento inmediato de las sanciones a los 26 trabajadores suspendidos por reclamar lo que les corresponde: condiciones laborales y salariales dignas.
El reclamo volvió a poner en evidencia la profunda crisis del sistema sanitario de Santa Cruz, atravesado por el deterioro edilicio del Hospital Regional de Río Gallegos, la falta de insumos y personal, una situación que se replica en todos los hospitales y centros de salud de la provincia. A esto se suman los recortes en la Caja de Servicios Sociales (CSS) y el endeudamiento forzoso de jubilados para poder acceder a medicamentos básicos.
Mientras los gremios guardan silencio, los trabajadores sostienen la protesta con el acompañamiento activo de la comunidad, que se expresó en las calles y a través de una campaña de recolección de miles de firmas en apoyo a la lucha. Desde abajo, los equipos de salud y vecinos comienzan a autoconvocarse y organizarse frente a un escenario de creciente ajuste y represión.
La situación de la salud pública santacruceña muestra un Estado provincial que no garantiza ni condiciones dignas de atención ni de trabajo, y un gobierno —el de Claudio Vidal— que responde con sanciones y amenazas a quienes se animan a reclamar.Un gobierno que, en su política de ajuste y persecución, no tiene nada que envidiarle al de Javier Milei.
Los autoconvocados de salud ganaron las calles y expresan la bronca y el hartazgo con las políticas de ajuste y de sanciones que es lo único que ofrece el gobierno de Vidal.
Alternativa Salud Santa Cruz