A tres años de la muerte de César “Lolo” Regueiro, provocada por la actuación criminal de la Policía Bonaerense, la causa finalmente llega al juicio oral. El hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata murió el 6 de octubre de 2022 en las inmediaciones del estadio El Bosque, antes del partido contra Boca.
La investigación judicial identificó como acusados al expresidente del club, Gabriel Pellegrino, y a los policías Sebastián Perea y Juan Manuel Gorbarán, mientras que Eduardo Aparicio, ex titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), fue sobreseído por decisión de la Justicia.
La represión en El Bosque
En la noche del 6 de octubre de 2022, miles de hinchas intentaban ingresar al estadio cuando la Policía Bonaerense cerró los accesos. Testimonios de quienes estuvieron presentes relatan empujones, corridas y el uso indiscriminado de gases lacrimógenos, lo que generó una situación de caos. En medio de la confusión, Lolo Regueiro se descompensó y fue trasladado al Hospital San Martín, donde falleció.
La primera autopsia oficial determinó que se trató de una parada cardiorrespiratoria sin señales de violencia, pero los familiares denunciaron que Lolo presentaba una herida sangrante en la nuca que no figuraba en el informe inicial.
Ante estas discrepancias, solicitaron una segunda autopsia, realizada aproximadamente un mes y medio después, que confirmó un hematoma en la nuca, lo que evidencia que pudo haber recibido golpes durante la represión policial.
Los acusados y las imputaciones
Gabriel Pellegrino será juzgado por su presunta responsabilidad en la organización del operativo y por no haber denunciado irregularidades en el control de acceso al estadio. Además de eso, hubo una venta de entradas por encima de la capacidad del estadio, lo que contribuyó para la situación.
Los policías Sebastián Perea y Juan Manuel Gorbarán afrontan cargos por abuso de autoridad y homicidio culposo, acusados de haber actuado de manera imprudente.
Eduardo Aparicio fue sobreseído luego de que la Justicia considerara que no existían pruebas suficientes para vincularlo directamente con los hechos que derivaron en la muerte del hincha.
Justicia e impunidad
Aunque la causa finalmente llega al juicio oral, la espera de tres años pone de relieve la lentitud de la Justicia frente a casos de violencia policial. La familia de Lolo y organizaciones sociales que acompañan la causa señalan que esta demora refleja un patrón en el que los agentes estatales a menudo quedan impunes mientras las víctimas deben esperar años para obtener justicia.
La muerte de Lolo no solo conmocionó a los hinchas de Gimnasia, sino que también se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia en el fútbol y un ejemplo de la necesidad de responsabilizar a quienes ejercen la violencia desde el Estado y de confirmar una comisión investigadora independiente para conocer la verdad.
Marcela Gottschald