En medio del escándalo que lo vincula con el financiamiento de Fred Machado, José Luis Espert decidió mantenerse en su lugar: se negó a abandonar la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, aun cuando la oposición ha empezado a recolectar firmas para desplazarlo y someterlo a una moción de remoción en el recinto.
Evitar la salida, resistir desde la banca
Durante más de una hora de sesión, Espert resistió impasible los pedidos de autoexclusión o remoción inmediata por incompatibilidad política. Su estrategia fue mantenerse firme en su banca y escudarse en el respaldo público del presidente Javier Milei.
La Diputada del MST en el FITU, Vilma Ripoll interpeló a Espert: “Gracias señor presidente, hay que decirlo porque es una formalidad. Porque la verdad lo que le quería preguntar después de todas las denuncias que hay y después de habernos dicho ‘zurditos, van a correr’: usted ya corrió con la moto y además nos dijo ‘cárcel o bala’. Entonces ahora le puedo preguntar: ¿cuál elige, cárcel o bala?”.
Muy bien mi compañera @vilma_ripoll, cantándole la justa al amigo de los narcos @jlespert hoy en el Congreso pic.twitter.com/ynLRWwI4sH
— Alejandro Bodart (@Ale_Bodart) October 1, 2025
El pedido de remoción será tratado en el recinto el 8 de octubre. Algunos diputados ya adelantaron que usarán mecanismos institucionales para cuestionar sus credenciales y exigir su salida. Mientras tanto, Espert goza de inmunidad parlamentaria que complica su desplazamiento inmediato.
Hipocresía desde la coalición
Afectado por las acusaciones, el gobierno oficialista hace equilibrios: mientras Milei lo apoya públicamente, Patricia Bullrich exigió explicaciones. Durante una reunión de gabinete, la ministra tuvo que matizar su posición ante la ofensiva política contra Espert.
Por su parte, el vocero Manuel Adorni minimizó las acusaciones: “Son temas de vieja data, si la Justicia tiene que pedir explicaciones, se las pedirá. No hay cambios de postura” declaró a los medios.
El caso Espert es un golpe directo al relato del “renovador libertario” que Milei pretende construir. Con fondos sospechosos y denuncias que lo acusan de “atarse a la banca” para evitar consecuencias, su posición dentro del oficialismo comienza a tensarse internamente.
Espert no solo debe dejar de presidir la Comisión, sino que además debe dejar su cargo cómo Diputado y ser juzgado y detenido por su vinculación con el narcotráfico. Su destino debería ser la cárcel por asociarse con quienes tanto daño a la sociedad le han hecho.