El Gobierno nacional confirmó que privatizará parcialmente la empresa generadora eléctrica. El Estado mantendrá el control mayoritario mientras vende el 44% de las acciones en licitación internacional. Los trabajadores de CNEA organizan asambleas en las distintas plantas y se preparan para resistir esta nueva avanzada libertaria.
El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó este martes en conferencia de prensa que avanzará en el proceso de privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal encargada de operar las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, con el objetivo de incorporar capital privado, diversificar riesgos y asegurar el financiamiento de proyectos estratégicos.

Esta medida cuenta con el marco de la Ley Bases y contempla la venta del 44% de las acciones mediante licitación pública nacional e internacional, mientras que el Estado conservará el 51% del capital accionario y el control mayoritario de la compañía. El plan también contempla la implementación de un Programa de Propiedad Participada que reservará hasta un 5% del capital accionario para los trabajadores. De esta forma busca incluir al personal en el esquema de propiedad, un modelo que ya fue aplicado en privatizaciones de los años 90 en otras áreas estratégicas.
El decreto será publicado en los próximos días, según informó el portavoz oficial. Desde la Secretaría de Energía remarcaron que la incorporación de inversión privada es clave para ampliar el acceso a capitales, garantizar la continuidad de las operaciones y fortalecer la competitividad del sector nuclear argentino. Los recursos obtenidos se destinarán, entre otros proyectos, a la extensión de vida útil de la Central Nuclear Atucha I, que prevé volver a operar en 2027, y al desarrollo del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados II (ASECG II), considerado fundamental para la gestión segura del combustible nuclear utilizado.

Asambleas y acciones para resistir
Luego del anuncio del gobierno, las y los trabajadores de CNEA tendrán asambleas en las distintas plantas para discutir cómo enfrentar este ajuste y además remarcaron en un comunicado que “Es urgente tomar acciones para frenar la privatización de NA-SA y esclarecer cuál es el rol de la CNEA en el plan nuclear argentino”. Además agregan que “La privatización de NASA (una empresa estatal superavitaria) pone en riesgo nuestra soberanía energética y compromete aspectos asociados a la seguridad nuclear. Esta decisión apresurada, tomada entre gallos y medianoche, solo puede responder a negociados a espaldas de cualquier argumento técnico, económico o estratégico que pueda significar un beneficio para el pueblo”.
Por otro lado también vienen realizando acciones constantes hace meses por la pérdida salarial y la fuga de profesionales del organismo. Antes esto piden “Recuperar un rol central para la CNEA en el plan nuclear” y denuncian “el vaciamiento de la CNEA a través de la quita de proyectos y recursos (incluyendo salarios irrisorios) que implica la pérdida de la capacidad del Pueblo Argentino de definir su política nuclear”.
Los trabajadores votaron en el dia de hoy en la asamblea del hall del Tandar de CNEA en la Sede de Constituyente realizar el próximo jueves 25 por la mañana una acción en el organismo y cortar Colectora y Gral Paz con la asamblea multisectorial del de INTI y participar el viernes 26/9 del Cabildo Abierto por la Soberanía Energética a realizarse en Luz y Fuerza de Zárate. También se votó dialogar con los distintos bloques de diputados y senadores para poner en pie un proyecto de ley que frene la privatización.
No a la privatización y la desregulación de NASA
La fuerza para enfrentar a Milei va creciendo. El gobierno está en su peor momento luego de la elección en PBA y de cara a las generales de medio término el 26 de octubre. Sigue empantanado en los casos de corrupción de Libra y las coimas de ANDIS de los cuales no puede explicar nada. Viene de comerse un nuevo revés en el Congreso que rechazó los vetos a la emergencia pediátrica y la Ley de financiamiento universitario producto de la movilización en la calle y la presión social. Lejos de realizar una autocrítica y cambiar su rumbo económico lo profundiza y sigue sin cambios en su gabinete mientras el dólar sigue subiendo y liquida reservas dia a dia para sostener un precio artificial.

Sin dudas hay condiciones para luchar y ganar. El gobierno está en retroceso. Por eso es imperioso plantear que NASA no se vende, que debe ser 100% estatal y que no tienen que avanzar ningún tipo de desregulación que ponga en peligro al conjunto de lxs trabajadorxs y la sociedad en diversas actividades asociadas a la producción de energía eléctrica, producciones de radiofármacos y otros usos industriales.
Hemos visto lo que ocasionó bajar los controles en la causa fentanilo, donde hubo más de 100 muertos, lo que sucede cuando se le permite a los privados liberarlos de todo tipo de control. También están en peligro las reservas de Uranio que habitan en nuestro subsuelo nacional y que alcanzan solo para autoabastecer a nuestras centrales nucleares de potencia, y que hoy se ofrecen y entregan para explotación privada y su exportación, apoyar la puesta en marcha de la planta industrial de agua pesada instalada en Neuquén PIAP, en condiciones de volver a arrancar con pedidos de producciones desde Canadá, resistiendo su entrega a capitales extranjeros en defensa de nuestra soberanía nacional.

Pero también es necesario discutir de conjunto con todos los trabajadores que modelo de plan nuclear y de tecnologías asociadas hace falta para nuestro país y qué rol debería jugar CNEA en ese plan, empezando por aumentar los salarios que mayoritariamente están por debajo de la canasta familiar y con muchas familias en situaciones angustiantes, también presupuestos para sostener proyectos y sectores de trabajos. Esto en el marco de discutir un plan estratégico sobre para quién queremos hacer ciencia y tecnologías que es vital para el desarrollo nacional en beneficio de nuestra gente, donde el Estado tenga mecanismos democráticos de controles de gestión populares y no gestione solo para beneficios de algunos vivos que solo se llevan ganancias y dejan que los costos los pague el estado. Tal como sería el caso de privatizar la operación de nuestras centrales nucleares.