Despidos en sanidad. Escrache a INEBA

Este martes durante el mediodía se realizó el escrache al Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (INEBA) ante el despido arbitrario del compañero Diego. Al compañero lo despiden por ser activista sindical (es además delegado en otra institución) y en el último período había protestado por la falta de pago de los bonos de paritaria y por el injusto despido de otra compañera. El ataque selectivo a quienes cuestionan las decisiones arbitrarias de las patronales es parte del clásico modus operandi de las patronales del sector privado, que pretenden disuadir todo proceso de organización independiente de los trabajadores.

No es para nada casual un despido en momentos donde el descontento salarial comienza a crecer en el sector, ante la ausencia de ofertas adecuadas desde la patronal y el silencio cómplice de la burocracia sindical. Alentados por las políticas del gobierno nacional, los empresarios de la salud persiguen a los primeros en levantar la voz para impedir que el conjunto siga el ejemplo.

Sin embargo, el tiro salió por la culata, porque el INEBA recibió una primera protesta en las puertas del establecimiento. La acción fue un acto reflejo motivado por la solidaridad entre trabajadores y a la vez una advertencia para pararle la mano a la patronal. La simpatía del reclamo se extendió entre vecinos que caminaban por la zona, las bocinas de autos, motos y colectivos sonaban en apoyo a la protesta. Incluso pacientes del instituto se acercaban a escuchar atentamente los discursos e informarse de lo sucedido, enterándose de que pagan salarios por debajo de los convenios y tienen gente en negro. Pero los más sorprendidos fueron las autoridades de INEBA que miraban de reojo y con preocupación la manifestación, por ser la primera acción de estas características en plantarse de frente a sus caprichos. 

Tocan a uno, ¡salimos todos!

La Agrupación Bordó se puso al frente de la actividad para demostrar nuevamente a INEBA y a toda la sanidad privada que siempre que se intente pasar por encima de los derechos laborales, van a tener una respuesta inmediata. La persecución y el apriete lejos de intimidar despierta la bronca y la convicción de que la unidad en las calles es la única garantía para defender los puestos laborales. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo de burocracia sindical que dejan pasar los despidos y el ajuste, negociando con patronales y gobiernos por igual a espaldas de los trabajadores.

Tanto empresarios como funcionarios estatales comparten la hoja de ruta de ataque sistemático a los trabajadores, ajustando el salario, deteriorando las condiciones de trabajo y despidiendo para mejorar sus ganancias. Los récords en despidos durante el gobierno de Milei no se reducen al Estado, en el sector privado siguen el mismo ejemplo con el apoyo garantizado de las instituciones gubernamentales. Sólo con una definida orientación de sostener la movilización en todo momento, decidiendo democráticamente cada iniciativa y firmes principios de solidaridad entre trabajadores vamos a lograr pararles la mano. Por eso, es fundamental fortalecer una alternativa sindical independiente, sin compromisos con las patronales, los gobiernos o los partidos tradicionales.

Creen que pueden hacer lo que quieren, pero la organización y las protestas van a seguir creciendo y la ofensiva se les volverá en contra.

Antonio Vera

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