El cadáver del expresidente Carlos Menem está siendo velado en el Salón Azul del Senado de la Nación y pasado el mediodía está previsto que sea enterrado en el cementerio islámico de San Justo, donde descansan los restos de su hijo Carlos Menem Jr.
Por disposición de la familia del fallecido se cerró a la medianoche el ingreso al público que llega al Palacio del Congreso para dar su adiós, y las 7 de la mañana las puertas volvieron a abrirse.
El cortejo fúnebre arribó a las 20 del día domingo al Congreso de la Nación, donde fue recibido por la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner. Después de las 21 llegó al velatorio el presidente Alberto Fernández, acompañado por Fabiola Yañez, quienes saludaron afectuosamente y dialogaron con la familia de Menem congregada alrededor del féretro. La despedida se inició con una ceremonia íntima de la que participaron la exesposa de Menem, Zulema Yoma, su hija Zulemita, su hermano Eduardo y sus nietos, entre otros familiares.
Tras la ceremonia íntima, se permitió el ingreso de dirigentes, amigos y allegados.
A las 21.20 se habilitó el ingreso de los ciudadanos, quienes debían desfilar frente al ataúd detrás de un cordón dispuesto en el Salón Azul. Con el objetivo de que la población concurra al velatorio continuó hasta el mediodía de hoy, cuando se retiraron los restos para su inhumación en el cementerio Islámico de San Justo.
Con un poco disimulada sorpresa los medios fueron constatando que nadie concurrió a despedir al ajustador, privatista, mentiroso, indultador de genocidas y corrupto símbolo de la década del 90. Sólo unos pocos curiosos que, explícitamente, aprovecharon el velorio para conocer el Congreso de la Nación.
La contracara de esta indiferencia popular fue la casta política nacional que “sin distinción de banderías” concurrió a dar el presente cual cita de honor.
Los primeros dirigentes políticos, de una larga lista, en llegar al velatorio fueron Miguel Ángel Pichetto, Daniel Scioli, Eduardo Duhalde, Carlos Corach, León Arslanian, Oraldo Britos y Aldo Carreras. También estuvo presente Rodolfo D’Onofrio, presidente de River Plate.
Todo el arco político dijo presente de una u otra manera: enviado condolencias, mediante redes sociales, etc. El peronismo cerró filas y, en cualquiera de sus versiones, eligió darle un saludo final sin críticas. También la oposición, con Mauricio Macri a la cabeza, elogió a Menem y lamentó su fallecimiento.
En el día de ayer cuando se conoció la muerte de Menem en las redes se viralizó el poema del genial Mario Benedetti “Obituario con hurras”. Escrito en 1963 pero dedicado luego a la muerte de Ronald Reagan. Dicho poema afirma entre sus versos:
“…murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas…”
Cumpliendo nuevamente su misión histórica el arte literario fue profético. Los pueblos más temprano que tarde dictan su veredicto. Justica poética, dirían algunos.