Buenos Aires se suma a una jornada internacional en repudio al genocidio en Gaza.
El silencio es complicidad
Organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y miembros de la comunidad árabe convocan a un nuevo cacerolazo en solidaridad con Palestina, en el marco de una jornada de protesta global. La movilización tendrá lugar este sábado 9 de agosto desde las 15 horas, con punto de concentración en Callao y Corrientes, para marchar posteriormente hacia Plaza de Mayo.
La iniciativa, replicada en diferentes ciudades del mundo, busca denunciar el genocidio planificado y ejecutado por el Estado de Israel contra el pueblo palestino y exigir el cese inmediato de los bombardeos, el fin del bloqueo a Gaza y sanciones internacionales contra Israel.
Bajo la consigna “El silencio es complicidad”, la convocatoria visibiliza no solo la situación humanitaria en Gaza sino también la complicidad de gobiernos, medios y organismos internacionales frente a los crímenes denunciados. Entre los ejes de la protesta se encuentra el rechazo a la próxima visita del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a América Latina, y una fuerte crítica al accionar de empresas israelíes como Mekorot, acusadas de saquear recursos hídricos en territorio palestino ocupado.
La causa palestina ha sido históricamente acompañada por diversos sectores del pueblo argentino, que han sabido construir lazos de solidaridad con las luchas por la autodeterminación y los derechos humanos en todo el mundo.
La convocatoria cuenta con el respaldo de organizaciones de la comunidad árabe y judía en Argentina, así como de agrupaciones de izquierda, colectivos feministas, centros de estudiantes y organismos de derechos humanos, entre otros. También estará presente la columna del MST en el Frente de Izquierda. Se espera que, al igual que en movilizaciones anteriores, la jornada combine manifestaciones artísticas, intervenciones simbólicas y discursos de referentes de la lucha internacionalista.
Con ollas, pancartas y banderas palestinas, Buenos Aires volverá a convertirse en un escenario de denuncia y solidaridad internacional.