Se cumplen diez años del primer Ni Una Menos en Argentina. Para comprender el surgimiento de esta fecha es necesario sumergirnos en la historia del movimiento feminista en general. Porque más allá del caso puntual que despertó la bronca, el femicidio de Chiara Páez, lo cierto es que hay un recorrido de lucha que previamente protagonizamos muchas mujeres a lo largo y ancho del país. Y a su vez ahora nos queda un gran desafío para enfrentar a la ultraderecha en el mundo y defender nuestras conquistas. 10 años y más de nuestra lucha.
Un poco de historia, la primera oleada
Efectivamente la lucha no empezó hace 10 años. La historia del movimiento de mujeres en el mundo y en Argentina tiene diferentes procesos o lo que podemos llamar “oleadas” que han despertado y movilizado a miles en las calles. Una primera oleada está vinculada a la lucha por los derechos civiles, es decir, lograr el voto femenino: que en Argentina se consiguió en 1947 con la promulgación de la ley 13010. Aunque es común en el país asociar el logro de leyes con la “concesión” de algunos gobernantes, la realidad es que este logro fue parte de la lucha que daban las mujeres en el mundo. Gracias a esa pelea global, Argentina fue uno de los primeros países latinoamericanos en obtener el voto femenino.
1992, la primera marcha LGBT en Argentina
Una segunda oleada se vincula más a la búsqueda de las libertades sexuales, en los 70’ aproximadamente, en un momento dónde incluso hablar de la sexualidad de las mujeres era tabú y era más difícil aún pensar en los derechos y soberanía sobre nuestros cuerpos. Este movimiento en Argentina estuvo protagonizado principalmente por la comunidad lgbttiq+, y particularmente por la comunidad de varones gay. La CHA, Comunidad Homosexual Argentina junto al MST, el único partido político que acompañó, convocaron a la primera marcha LGBT en Buenos Aires, en 1992 (de la que fue parte Pablo Vasco, un compañero de nuestro MST muy valioso y muy reconocido por todas las organizaciones, que hace poco falleció). En ese momento salimos a las calles en nombre de las libertades sexuales, sentando las bases que luego nos harían conquistar varias leyes bastantes progresivas que posicionaron al país a la vanguardia en materia legislativa. Aunque tener buenas leyes no garantiza que siempre se cumplan: la discriminación a las mujeres trans, a las lesbianas y a toda la comunidad persiste hasta el día de hoy. Lamentablemente traducido en transfemicidios, lesbicidios y femicidios.
1986, el primer Encuentro de Mujeres
A la par del movimiento de las disidencias, unos pocos años atrás y producto de las mismas preocupaciones, en 1986 surge en Buenos Aires el primer Encuentro de Mujeres. Un Encuentro donde participaron mujeres de distintas pertenencias para debatir sobre distintas temáticas, principalmente las que afectan a los derechos de las mujeres. Este Encuentro se sostuvo a lo largo de todos estos años, de manera itinerante por las distintas provincias, levantando los reclamos propios de las distintas regiones. La participación de nuestro MST con Juntas y a la Izquierda sostiene la pelea para que estos Encuentros se hagan en capital, para que los reclamos lleguen a Casa Rosada y que este potente movimiento impacte de lleno contra el avance del liberfacho Milei hoy, pero antes contra Alberto Fernández (2019-2023), Mauricio Macri (2015-2019), Cristina Kirchner (2007-2015) ya que ninguno de estos gobiernos combatió realmente la violencia de género. Hoy después de muchos debates, este Encuentro es denominado Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias.
Los cambios acaecidos a nivel mundial como la globalización, los problemas medioambientales, el calentamiento global o la concienciación de los derechos de los animales y del respeto a la naturaleza, influyeron en el pensamiento feminista que a partir de los 90 comenzó a enriquecerse con nuevas aportaciones provenientes de los movimientos ecologistas, pro derechos humanos y de los derechos LGTBI, así como de la mayor sensibilización social ante la violencia de género. Impactando en una tercer ola feminista.
La última cuarta ola
Podemos asociarla al surgimiento de los distintos “tipos” de feminismos y sus diferentes estrategias (estrategias entendidas como objetivos finales) que cuestionan ciertos paradigmas en particular y/o todos en general. Pero esta asociada al cuestionamiento más profundo de las relaciones sexoafectivas, y los vínculos. Si bien cada ola feminista avanzo en particular sobre el cuestionamiento general del patriarcado, y convierte lo privado en público, unificando nuestros problemas y explicitando la doble explotación y nuestros roles; la cuarta ola es la que más avanza sobre el concepto de consentimiento, y desarrollo no estático, aun en relaciones estables. Por otro lado, el desarrollo del #MeTo tocó a personalidades incuestionables hasta ese momento. Por eso esta última ola es muy política, muy profunda y cuestiona cómo ninguna los valores patriarcales del sistema capitalista.
En nuestro país se expreso con la ola verde, miles en la calle exigiendo el aborto legal como derecho. Con un eje profundo y muy político, “mi cuerpo, mi decisión”. Claramente fue un avance enorme en nuestra lucha. Y que provoco el logro del derecho al aborto legal.
2005, surgimiento de la Campaña por la Legalización del Aborto
En este último período ubicamos el surgimiento de la Campaña por la legalización del Aborto que ve la luz en 2005, y fue gestada en uno de los Encuentros de Mujeres. Surge como un organismo que agrupa a distintas organizaciones políticas con la genuina preocupación por el derecho a decidir. Esta Campaña levanto varias iniciativas, principalmente en materia legislativa tratando de que el aborto se trate en el Congreso. En 2007 se presentaría el primer proyecto de ley que fue el puntapie para un largo recorrido de lucha para lograr, 13 años después, la legalización del aborto en Argentina con la Ley 27.610 en 2020.
Durante los años siguientes, el movimiento de mujeres que debatía en los Encuentros se organizaba en la Campaña o en las Multisectoriales, pero que fundamentalmente estaba en las calles y conquistó varias leyes importantes para la lucha contra la violencia de género y los femicidios.
Nuestra lucha tuvo logros
En 2006 se sancionó la Ley N° 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) aunque de dispar aplicación en las escuelas del país, sigue siendo una conquista importante.
En 2009 logramos la Ley N° 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Esto significó un hito para las causas judiciales por violencia de género, ya que amplió en el país la definición de violencia contra las mujeres, incluyendo los distintos tipos de violencia y la relación de poder entre los varones que ejercen violencia y las mujeres que la sufren.
Antes de 2015, sucede algo fundamental para el movimiento feminista Argentino: en 2010 la modificación del Código Penal para su correcta interpretación en los casos de abortos no punibles. Sentando un precedente importante que no deja lugar a las ambigüedades.
2010, el fallo FAL en Chubut
Es el reconocido Fallo FAL (por las siglas del nombre de la madre de la víctima de la causa), sucede en Comodoro Rivadavia y trata el caso de violación a una menor por parte de su padrastro quien era policía de la provincia de Chubut, producto de este resulta un embarazo. La interpretación de la ley cambió a partir de este caso, al determinar no punible la interrupción del embarazo que solicitaba la menor, debido a que se trataba de una violación. Recordemos que en 2010 todavía no eran legales las interrupciones voluntarias del embarazo, y el Código Penal solo lo permitía en casos donde la mujer fuera “idiota o demente” y donde peligrase la salud de la mujer; aunque la normativa también mencionaba los casos de violaciones la realidad es que era dispar su tratamiento, interpretación y aplicación, negando el ejercicio de este derecho a mujeres violadas. Para este caso un grupo de mujeres nos organizamos para acompañar a la familia de la menor, convocar movilizaciones, acciones y hacer volantes para visibilizar el caso. En esta oportunidad, en pleno 2010 con el aborto aún como tema tabú, se empezó a visibilizar en las calles la lucha por aborto legal. Esta causa y la resolución del fallo fue muy celebrada por las organizaciones feministas de todo el país porque reforzó la pelea legislativa que la Campaña por la Legalización del Aborto venía llevando adelante: reconocer que el aborto es no punible en casos de violación daba lugar a seguir discutiendo porqué si es punible en otras situaciones. Debates que, como se mencionó anteriormente, contribuyeron a conquistar la Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2020.
2015, Ni Una Menos
En el marco de la cuarta ola feminista, ubicamos al surgimiento de “Ni Una Menos” en 2015. Justamente esto no se trata de un tipo de feminismo distinto, sino más bien de la bronca espontánea que salió a las calles; aunque contó con alguna cuota de organización, lo que motivó sus inicios fue la indignación. Donde a la vez es esa dispersión inicial la que generó la organización.
Previo a esta fecha, los asesinatos a las mujeres, los secuestros, las desapariciones y todo el bagaje de violencias a lo largo del país por supuesto que generaban bronca y movilización. Pero en aquel 2015 dijimos basta, el cuerpo de Chiara, de 14 años, cuya muerte motivó la primera marcha del #NiUnaMenos contra la violencia de género el 3 de junio de ese año, fue encontrado por perros policiales enterrado en el fondo de la vivienda de los abuelos maternos de Mansilla, su asesino, que con 18 años la mató por ser mujer y estar embarazada. Su femicidio fue un golpe, y a la lista de cientos que hay al año, surgió “Ni una menos, vivas nos queremos”
Antes de lograr la figura judicial de “femicidio” en 2012, a los asesinatos a las mujeres se los trataba judicialmente como “crímenes pasionales”; asociando injustamente a la “pasión” como desencadenante de los asesinatos. Esta realidad es la que motivó que en las distintas provincias se reúnan tanto las organizaciones feministas como algunas organizaciones sindicales y muy pocos partidos políticos. Generalmente la presencia fuerte en todas las provincias era (y sigue siendo hoy) la de los partidos políticos de izquierda, entre ellos nuestro MST. Eran estas mujeres con estas pertenencias políticas, sindicales y/o partidarias quienes organizaban las marchas y/o acciones en sus ciudades.
Todas estas luchas en las calles y conquistas de derechos fueron el caldo de cultivo para el surgimiento del NUM. Los Encuentros de Mujeres que se hacen el país, la Campaña por la Legalización del Aborto, y las distintas Multisectoriales tenían en común que estaban formadas e impulsadas por mujeres que tenían pertenencias políticas o partidarias o sindicales o barriales, es decir mujeres que estaban organizadas. En muchas provincias y en distintos momentos surgieron esas “Multisectoriales” como espacios que agrupaban a muchos sectores.
El salto cualitativo con NUM en 2015 es que la bronca se generaliza y se amplían las participaciones. Se hace masivo. De pronto en estos espacios empiezan a participar mujeres independientes movilizadas solo por la bronca sin pertenencias de ningún tipo. Empiezan a movilizar familias, padres, sindicatos, había una sociedad que decía: basta. Y eso a la vez permitía que cada vez se sumen más compañeras y, dado el motivo de la bronca, que se sumen compañeras cada vez más jóvenes; el componente etario fue importante también en este proceso.
3 de Junio de 2015
Y es que el femicidio que desencadenó la bronca tuvo como víctima a una adolescente de 14 años, Chiara Paez. Ella estaba embarazada y en la causa consta que su pareja, un adolescente de 16 años en ese momento, no estaba de acuerdo con continuar con el embarazo. El caso sucedió en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fé. Fue el 10 de Mayo de 2015 que encontraron el cuerpo de Chiara enterrado en la casa de familiares del adolescente de 16 años.
Rufino es una localidad pequeña, que no contaba con todas las herramientas para la investigación del caso. Pero la crueldad del femicidio y la indignación ante las falencias del Estado y la justicia hicieron estallar la bronca no solo en la provincia de Santa Fé sino en todo el país. De esta manera durante todo el mes de Mayo se preparó en todo el país una enorme movilización que resonó en todo el mundo.
Fue un enorme y masivo sentimiento que exigía (y exige todavía hoy) soluciones urgentes contra los femicidios y la violencia de género. Estaba claro que no se hizo nada para evitar el femicidio, ni a nivel de políticas públicas ni desde la justicia tampoco. El caso no contaba con denuncias previas, pero existiendo las leyes para prevenir la violencia, la inclusión del femicidio en el Código Penal, la ley de Educación Sexual Integral, para Chiara pudo haber significado un embarazo adolescente que se podía evitar y para la sociedad toda un femicidio que se podía evitar.
La ausencia de la aplicación de estas políticas públicas es lo que se denuncia junto con el comportamiento hipócrita de los funcionarios del gobierno nacional (la presidenta era Cristina Fernández de Kirchner) y de los gobernadores provinciales, que dijeron apoyar el reclamo pero no hicieron, ni hacen hoy nada contra este flagelo. De hecho, queda claro que son parte responsable por no designar presupuesto suficiente para afrontar realmente esta problemática y desde ya por impulsar un modelo machista-patriarcal que habilita el accionar violento contra las mujeres. Esto último de manera descarada por parte del gobierno actual (Javier Milei de la Libertad Avanza, 2022-hoy), pero también quizás demanera más encubierta lo hicieron los gobiernos que responden al peronismo anteriormente (Alberto Fernández, 2018-2022 y Cristina Kirchner, 2007-2015).
Fue así que a la agenda de lucha que tiene el movimiento feminista sele suma entonces el 3 de Junio como fecha para reclamar específicamente contra los femicidios. Calendario de lucha que arranca el 8M con un carácter más clasista por ser el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, sigue con el 3J contra los femicidios, sigue el 28S el día de Acción Global por Aborto Legal, y termina el 25N el Día de Lucha Contra las Violencias hacia las Mujeres (fecha que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal a manos de la dictadura de Trujillo en 1960).
La lucha continúa
El NUM en Argentina tuvo un impacto significativo en el involucramiento de mujeres que en otros momentos de la historia no se habían involucrado, es decir, las mujeres que vieron las noticias y directamente salieron a las calles. Esto motivó que se empiece a hablar de feminismo en todos los ámbitos, para bien y para mal.
Generó reacciones negativas desde ya, sobre todo en 2018 cuando estalló el movimiento por la legalización del aborto. Cuando se empezó a hablar de aborto en las escuelas, en los barrios y en las calles, cuando estábamos camino a ganar esa pelea, se asoció directamente (y con razón) al feminismo con el aborto y en consecuencia un sector (sobre todo ligado a la iglesia) empezó a deslegitimar el reclamo de las feministas porque eran todas “asesinas” por querer la legalización. Aunque hubo debates, que luego fueron saldados, el NUM se puso el pañuelo verde característico de La Campaña. Estos debates estaban dados por querer separar las distintas violencias -femicidio y aborto- ya que no había un acuerdo unánime con el aborto pero sí con reclamar contra los femicidios.
Las reacciones negativas en las calles y en las redes sociales, fueron contrastadas con la masividad del reclamo y con la entrada del feminismo en los hogares, quizás no como práctica que evitara directamente las violencias (porque para eso se necesitan políticas públicas), pero sí como tópico de charla. Eso también fue un paso significativo, porque aunque no era tabú (como el aborto durante muchos años) hablar de feminismos, hablar de violencias, cuestionar el estatus quo llevaba a que más mujeres salieran a las calles.
En el caso de NUM, la conquista judicial fue incorporar la figura de “femicidio”, que aunque ya existía en lo legal (recordemos que se incorpora en 2012) la realidad es que no se aplicaba de manera automática a todos los asesinatos que cometían los varones contra las mujeres. Este cambio trae consigo la constatación de que en los asesinatos a mujeres cometidos por varones hay una desigualdad de poder, donde es el varón quién detenta el poder sea físico, económico, jurídico, político o de cualquier tipo ubicando a la mujer en una situación de vulnerabilidad irreversible. Para esto también sirve la ley 26.485 que identifica todos los tipos de violencias.
Todas las leyes que conseguimos en estos diez años que pasaron desde el primer 3 de Junio fueron conquistadas por el movimiento de mujeres en las calles. Aunque algunos gobiernos intentaron apropiarse de esos logros, está claro que sin movilización es más difícil ganar derechos. Algunas de las leyes de este período fueron:
2012, Ley de Identidad de Género N° 26.743, legisla sobre el derecho de las personas a que se les reconozca su identidad de género autopercibida. Un gran logro que implica la posibilidad de modificar los datos personales como el nombre, sexo y foto en el DNI y otros documentos, así como acceder a tratamientos de salud para adecuar la expresión de género.
2018, Ley Brisa N° 27.452, establece un régimen de reparación económica para niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de violencia familiar o de género, en particular aquellos que han perdido a su progenitora a causa de un femicidio.
2019, Ley Micaela N° 27.499, establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública, en todos los niveles y jerarquías, en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Esta ley también fruto de la lucha en las calles, lleva el nombre de Micaela García, víctima de femicidio que visibilizó la necesidad de abordar las violencias contra las mujeres desde una perspectiva de género.
2020, Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo N° 27.610, que establece el acceso a la interrupción de un embarazo hasta la semana 14 y con el solo requisito de la firma de un consentimiento informado. Este fue un proceso de lucha que duró más de una década para ser conquistado, y que lamentablemente aún hoy se pone en cuestión.
2021, Ley de Cupo Laboral Trans N° 27.636, también conocido como la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins”. Establece un cupo mínimo del 1% de los cargos y puestos de la administración pública nacional para personas travestis, transexuales y transgénero, con el objetivo de garantizar el acceso a un empleo formal en condiciones de igualdad.
Un 3J que debe ser masivo
Hoy todas estas leyes parecen peligrar ante los avances del liberfacho Milei, lo cierto es que el movimiento de mujeres está preparado para salir a dar la pelea. Así lo hicimos en Febrero de 2025 ante los discursos de odio del presidente, lo repetimos el 8 de Marzo por nuestros derechos, la vamos a seguir el 3J y siempre en las calles para demostrar que de ahí no nos van a sacar, que no pasarán y que juntas vamos a lograr más derechos.
Hay un proceso en el mundo de ascenso de la derecha, que se asienta y regodea sobre la reaccion que cualquier ola feminista recibio. Por supuesto como la cuarta ola fue la mas politica, la mas profunda, su reaccion tiene la proporcionalidad de esa profundidad. Los incels y todo un sector de machos no incluidos en los debates, al no entenderlos y como preservacion de sus privilegios, nos culpan a las mujeres de sus males. Esa masa disponible fue coptada por la ultraderecha, desarrollando sus politicas de odio al feminismo y su costado anti derechos.
Mucha responsabilidad tienen las direcciones feministas, que radicalizadas por un lado donde debates ni batalla cultural alguna, y aquellas direcciones que por tibias no ven la necesidad de luchar ni enfrentar en las calles a la ultraderecha.
Este 3J salgamos a las calles, defendamos nuestros derechos, vivas y libres nos queremos, enfrentemos a Milei y todo su paquete contra nosotres. Es possible en unidad con otras luchas y con una continuidad que debe ir mas alla del 3J. Ni una menos con más fuerza contra la ultraderecha.
Emilse Saavedra