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En medio de las negociaciones con el FMI, el gobierno prorrogó nuevamente el presupuesto anual, mientras afila la motosierra y anuncia despidos, reforma laboral y nuevos impuestazos. Con las elecciones próximas el gobierno además acelera la rosca. Un Milei a contrarreloj.
Negociaciones febriles
Milei no envió el presupuesto entre los proyectos que mando a congreso para las extraordinarias. Volvió a prorrogar nuevamente. Una situación que de antemano no fue bien recibida por el FMI, que veía mejor un presupuesto votado. Mas allá de eso las negociaciones para un nuevo endeudamiento, comenzaron.
El Fondo Monetario Internacional reconoció que el primer año de programa económico de Javier Milei reencauzó el acuerdo con el organismo y equilibró algunos de los principales desequilibrios de la economía pero también advirtió que, desde ahora, el Gobierno necesitará alguna recalibración en su plan: una estrategia “creíble” de salida del cepo y una mayor flexibilidad en el esquema cambiario para poder acumular reservas de manera continua, un ajuste fiscal que adopte un perfil distinto y un refuerzo mayor a las partidas de protección social.
Todo un paquete que requiere nuevas medidas desde el gobierno.
“La fuerte acumulación de reservas cambiarias durante 2024 reflejó la devaluación gradual del 120% en diciembre de 2023, la flexibilización de las condiciones de sequía y la amnistía (blanqueo) fiscal. Al mismo tiempo, la presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital) y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta podrían dificultar la acumulación continua de reservas cambiarias”, apuntó el equipo técnico en otro tramo del informe.
En el plano fiscal, el FMI reconoció la transición rápida hacia el superávit que decidió el gobierno libertario aunque hizo objeciones sobre el perfil de ese ajuste y cómo debería ser en adelante. “Para mantener y consolidar los avances iniciales en la estabilización probablemente será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”, sostuvieron los técnicos.
Esto último no es menor, frente a los reclamos y una motosierra que no se apaga, ganar “la aceptación social” es un desafío para el gobierno.
Ajuste de verano
La motosierra esta recalentada, pero sigue recortando. En el marco de un ajuste sin presupuesto aprobado o mas bien prorrogado, el gobierno volvió a la carga con despidos.
Primero en el área de Derechos Humanos y en las horas pasadas en salud. Festejando los 1400 despedidos que habría del área.
En ese sentido el pedido del FMI que pone el foco sobre la necesidad de “aceptación social” es clave. Si bien Milei se mantiene en el 40% cómodo es evidente que es una distorsión de la integralidad. Es mirar linealmente la situación.
Según el informe del FMI: “las autoridades han aumentado significativamente los beneficios sociales y mejorado la protección contra la inflación de los salarios y las pensiones. Sin embargo, las tendencias recientes, en particular, que después de un intenso período de inestabilidad en 2023 seguido de una marcada consolidación fiscal, las tasas de pobreza aumentaron a más del 50 por ciento a principios de 2024, sugieren que puede ser necesario un mayor fortalecimiento del apoyo social si no se revierte esta tendencia”.
La pobreza es hecho escandaloso y que se profundizara mas si aumentan despidos y el salario sigue perdiendo poder adquisitivo. Un elemento que la motosierra no contempla. Aunque debería hacerlo frente a un año electoral.
La respuesta del gobierno
“No estamos de acuerdo con la evaluación del informe de que “la política fiscal asumió la mayor parte del esfuerzo de desinflación”, dijeron los miembros del equipo económico. “Sin los cambios correspondientes en la política monetaria y cambiaria, Argentina habría caído en hiperinflación a pesar del ajuste fiscal. Un nuevo marco de política monetaria, que introdujo agregados monetarios cuantitativos a partir de junio de 2024, fue esencial para romper las expectativas de inflación y acelerar el proceso de desinflación”, comunico el equipo económico del gobierno a las autoridades del FMI e hizo público.
Pero deberá analizar que de todo esto puede implementar porque la re negociación con el FMI no es de rutina sino es a pedido del gobierno que necesita dólares frescos. Y las condiciones que pone el organismo son estas.
Muchos economistas advierten la falta de reservas para todo lo que viene.
Mientras tanto el BCRA implementará diferentes variables para sumar a sus arcas nuevas divisas. Carry trade, liquidaciones y estabilidad cambiaria.
Basado en la desaceleración del ritmo devaluatorio del dólar oficial, impulsando el carry trade, las medidas incentivarán la liquidación anticipada de divisas por parte de exportadores como la contención de la demanda de importadores. Medidas que demuestran la necesidad de dólares pero mas allá de lo acumulado en el mes de enero, requiriere de mucho mas flujo de dólares para los plazos de pago de este 2025. Caputo-Milei deberán analizar los pedidos del FMI pensando en el año electoral.