lunes, 23 diciembre 2024 - 00:48

FMI. Fernández volvió a comunicarse con Kristalina Georgieva

Un día después de la asunción de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, Alberto Fernández retomó contacto con la titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva. Desde Olivos y a través de una videollamada por Zoom, el presidente dialogó con la número uno del FMI para seguir la discusión sobre el nuevo programa financiero que tendrá que adoptar Argentina, con el fin de refinanciar los 44.000 millones de dólares de deuda que se tomaron bajo el gobierno de Mauricio Macri.


Antes de que finalizara 2020 la posibilidad que más había resonado en los pasillos de la Rosada era la adopción de un programa de Facilidades Extendidas. Un plan que significaría aún más sumisión de la economía local ante la institución imperialista. Sin embargo, para maquillar la realidad, una vez finalizada la reunión hicieron trascender que ahora se trabaja en un plan “diseñado y conducido por la Argentina”.
También se remarcó “(…) la importancia de la recuperación económica como condición necesaria para la estabilización, así como la necesidad de poner las cuentas fiscales en orden a una velocidad que sea consistente con el crecimiento para garantizar la estabilidad de mediano plazo”. Aquí, sin ningún tipo de tapujos, se hizo presente la única política permanente del Fondo, el ajuste. Algo respetado por el gobierno de Fernández ya que, como lo contempla el Presupuesto 2021, para mantener “las cuentas fiscales en orden”, ajustó los recursos para salud en medio de la pandemia del covid-19.


En la charla que mantuvieron el presidente y la mandataria del Fondo, también estuvo presente la discusión de la situación política y económica a nivel mundial. Por lo que el parte de prensa de Fernández remarcaba que “el mandatario y la funcionaria del FMI también acordaron en la necesidad de trabajar, desde lo que se espera sea un renovado multilateralismo, por una economía mundial más justa e inclusiva”. La esperanza de retornar al multilateralismo o una economía más “globalizada”, parte de las ilusiones puestas a la nueva gestión presidencial de los Estados Unidos.


Esperanzas en Joe Biden


La carta enviada por Fernández a Biden con sus salutaciones por haber llegado a la presidencia de los EE.UU., no fueron motivadas solamente por formalidades institucionales. En el fondo la intención del gobierno es tener buenas relaciones con quien desembarca en la casa blanca, ya que el país imperialista es quien más porcentaje de votos tiene en el FMI (16%) y, además, posee poder de veto en la toma de decisiones.
Trazando un paralelo, al igual que Macri rogó y buscó en Trump un aliado para que le apruebe el crédito Stand By más grande la historia del FMI, Fernández buscará en Biden a quien dé el visto bueno para la refinanciación de esos 44.000 millones de dólares. Estos comportamientos muestran, sin importar que partido gobierne, como el régimen político argentino está dispuesto a continuar con la estafa de la deuda externa.


Vencimientos, plazos y panorama


El Frente de Todos, luego de esta reunión, tiene como objetivo cerrar un nuevo acuerdo con el FMI antes del mes de abril. Este plan tiene como motivo tratar de aplazar un pago de 2.100 millones de dólares al Club de París, con fecha de vencimiento en mayo de este año. Sin embargo, la tendencia de pagadores seriales no se acabó. A pesar de las negociaciones en marcha, Fernández aprobaría un pago de 300 millones de dólares, en febrero, para el Fondo.
De llegar a un nuevo acuerdo, todo indica que ocurriría por medio de un acuerdo de Facilidades Extendidas, Argentina quedaría atada de pies y manos con el FMI, al menos, por un plazo de diez años más.
Sin importar el carácter fraudulento de la deuda, admitido hasta por ex funcionarios del mismo Fondo, el gobierno de Fernández persiste en pagar un préstamo que profundizará, como consecuencia, la delicada situación económica del país. Al ajuste realizado en el presupuesto 2021, por órdenes de Georgieva que Alberto Fernández y Martín Guzmán admitieron sin reparo alguno, la aprobación de un préstamo de Facilidades Extendidas también comprende, como lo indica la propia página del FMI, una batería de reformas estructurales: laboral, previsional e impositivas.
Exigir que se abra una investigación de la deuda, declarando un no pago soberano, y rechazar este mecanismo de sometimiento colonial, va a ser una tarea de primer orden para resguardar los intereses de las mayorías trabajadoras y populares.

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