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En el marco de una entrevista, realizada en el programa La Fábrica podcast, el empresario dueño de Aluar y Fate, Javier Madanes Quintanilla, deslizó algunas críticas al actual andamiaje económico del gobierno libertario.
Madanes, que cuenta con un patrimonio de U$S 1.500 millones según la última lista de millonarios de Forbes, se encargó de cuestionar algunos elementos de la política cambiaria llevada adelante por el presidente Milei. El dueño de Aluar, la única empresa productora de aluminio primario en el país, mostró preocupación sobre el desenlace que podría tener el control cambiario en el país (cepo), además de criticar la pequeña brecha existente entre el dólar oficial y los dólares financieros.
Según las declaraciones del empresario, “la Argentina no puede funcionar sin un control de capitales, llamalo cepo o como quieras. Es imposible por mucho tiempo. Va a ser muy lento y va a haber pequeños retoques. Hoy se generó algo que no ocurría hace meses y es que hay una preocupación por la brecha cambiaria. Que haya un contado con liquidación tan cercano al tipo de cambio oficial incomoda. Algunos hasta plantean un escenario en el que tengan que liquidar divisas por debajo. Podría llegar a ocurrir”. Declaraciones que pueden ser una muestra de algunas diferencias sin resolver entre el programa económico del gobierno, con las necesidades del sector industrial. Una cuestión similar a lo sucedido hace algunos días con el sector del agro. Hoy la brecha entre el dólar minorista y el CCL se encuentra alrededor del 12%. Lejos de que las palabras de Madanes sean una crítica hacia al modelo productivo que propone esta gestión, el multimillonario hace un llamado a la melancolía de la rentabilidad que podía conseguir cuando en 2023 esa brecha llegó a ubicarse en el 200%.
Pero Madanes Quintanilla no solo dejó sus criticas en ese punto, sino que el también dueño de Fate además agregó reproches hacia al gobierno por las relaciones que Milei y su equipo ha tenido hacia el sector industrial. El empresario cuestionó la caída de la actividad industrial durante el 2024 y el efecto negativo que tendría la apertura de las importaciones. Además, agregó que “el sector que vemos con más tristeza es el sector de neumáticos, donde en el transcurso de este año se perdió entre las distintas plantas del sector el 30% del empleo en un año tremendo”.
Por el lado del gobierno, las respuestas a estos cuestionamientos no demoraron en hacerse presente. El diputado José Luis Espert salió al cruce acusando al empresario de decir burradas por defender el curro proteccionista.
Madanes (Aluar y Fate) dice 2 burradas acá. Que tenemos cepo para largo (cuando todos los días el BCRA elimina una regulación) y que preocupa la desaparición de la brecha cambiaria (algo deseable). Pobre, sangra por la herida que se le esté terminando el curro proteccionista. pic.twitter.com/SxBYbyt9gc
— José Luis Espert (@jlespert) January 7, 2025
Pero por parte del gobierno también. Por medio de la red social X, el ministro de Economía, Luis Caputo, junto con el vocero presidencial, Manuel Adorni, respondieron por el contenido de las publicaciones, con sorpresa. El ministro se limitó a poner un emoji de sorpresa y el vocero solo público “¿?”.
— totocaputo (@LuisCaputoAR) January 7, 2025
— Manuel Adorni (@madorni) January 7, 2025
El empresario, dueño de Aluar y de Fate, no responde a ninguna política proteccionista, ni a la crítica del gobierno por la caída de la actividad productiva en la rama de los neumáticos; sino que responde a la defensa de sus intereses. Para entender esto, no hay que olvidar el preventivo de crisis presentado a mediados del 2024 por Madanes para cerrar Fate. Ese proceso fue descartado por la Justicia y gracias a la organización y la lucha de los trabajadores del neumático, la fábrica sigue en funcionamiento.
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Este cruce entre Madanes y el gobierno no responde a que un polo de la discusión tiene la respuesta para resolver las cuestiones de fondo del modelo productivo del país y ponerlo en función de las necesidades de las mayorías, y el otro no. Esta discusión es un capítulo más del comportamiento normal de este sistema, donde en medio de una crisis empiezan a germinar algunas tensiones entre sectores de la burguesía. Es decir, formas de negociar que tiene la casta para conseguir devoluciones de gentilezas.