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Un estudio realizado por Focus Market reveló aumentos mayores al 140% en las cenas navideñas, comparando el año en curso con el 2023.
Se encareció el brindis
La consultora realiza un relevo de la evolución de precios que constituyen la cena navideña para 4 personas desde el 2015. Para el mismo, toman tren puntos de referencia: cena económica, cena intermedia y cena premium. Cada tipo de cena cuenta con 11 productos que configuran el plato principal, postre, mesa dulce y brindis.
La cena económica se determinó en un valor de $ 87.127, experimentando un aumento del 140% con respecto al año pasado. Su menú estaba compuesto por lechón, gaseosa, vino y ensalada de papa y huevo, como plato principal; 1 kilo y 1/2 de helado de pote como postre; y 1 pan dulce, 1 budín sin frutas, 1 garrapiñada, 1 turrón de maní, 1 ananá fizz y 1 sidra, como mesa dulce y brindis.
En cuanto a la cena intermedia, llegó a tener un valor de $ 141.770, lo que significa un 144% más de lo que valía en el 2023. El menú para la misma se establece con asado, gaseosa, vino y ensalada de papa y huevo, como plato principal; 1 kilo de helado artesanal como postre; y 1 pan dulce con frutos secos, 1 budín con chips de chocolates, 1 garrapiñada, 1 turrón de almendras, 1 champagne y 1 espumante de fresas, como brindis y mesa dulce.
Por último, la cena premium que analiza la consultora sumó un total de $ 235.651 en este 2024, es decir, un aumento del 114% con respecto al año 2023. Este menú se compone de peceto de novillo, gaseosa, vino y ensalada de papa y huevo, como plato principal; 1 kilo de helado artesanal como postre; y 1 pan dulce con almendras, avellanas, nueces y frutas, 1 stollen con almendras, pasas y naranjas, 1 Torta de frutos secos, 1 turrón español de yema c/maní, 1 champagne y 1 sidra premium, como brindis y mesa dulce.
Nos siguen pegando abajo
Mientras Milei y el gobierno brindan festejando los “resultados económicos”, existe una contracara reflejada en la dificultad en el acceso de los trabajadores y sectores populares a productos que no deberían significar ningún privilegio.
Esa contracara se confirma en las grandes cadenas de supermercados queriendo impulsar todo tipo de promociones y descuentos para poder reanimar un poco el consumo antes de que finalice el 2024, que se estima que tuvo la peor caída en los últimos 20 años.
Son signos de una economía llena de contradicciones que no goza de salud, como así también son huellas del brutal ajuste que se experimentó en el poder adquisitivo durante este año, ya que ningún sueldo tuvo incrementos porcentuales al nivel de las “cenas navideñas”.