El PAMI anunció la quita del 100% de la cobertura de medicamentos a jubilados. Las y los jubilados que cobran más de $390 mil ya no podrán acceder a remedios gratuitos. A los aumentos de diciembre se le suma un nuevo ataque a los más vulnerables.
A través un comunicado de prensa del PAMI en la red social X se anunció un nuevo recorte que afecta a las y los jubilados. Detrás de un discurso de “gestión y eficiencia” no hay nada más que un nuevo avance de la motosierra sobre el acceso a los medicamentos de un sector que depende de ello básicamente para vivir.
Furia con los jubilados
— Alejandro Bodart (@Ale_Bodart) December 2, 2024
Milei les quita los medicamentos gratis y obliga a hacer más trámites a los adultos mayores para acceder a un subsidio… Y les dan palos si protestan. Para beneficiar al FMI, esta casta en el gobierno jode aún más a quién trabajó toda su vida! pic.twitter.com/U2cvhy9uAm
Los planes del 100% y Vivir Mejor, que daban gratuidad a 170 principios activos con los que se fabricaban 3.500 presentaciones de medicamentos, quedan sin efecto y ahora el afiliado debe tramitar un subsidio para mantener esos medicamentos gratuitos.
Ahora bien, para poder seguir accediendo a los medicamentos gratuitos es necesaria la indigencia, ya que los haberes no pueden superar los $ 390.000. Sin embargo, para septiembre de este mismo año, la canasta básica de un jubilado para cubrir las necesidades básicas ascendía a la cifra de $ 912.584, hoy dos meses más tarde y sin datos actualizados, podemos ajustar ese monto a más de 1 millón de pesos.
Partiendo de la restricción de ingresos para el acceso a los medicamentos gratuitos, podremos precisar que los requisitos establecidos por el gobierno no son poco exigentes, sino más bien excluyentes a la gran mayoría. El resto de los 5 millones de afiliados a la mayor obra social del país solamente dispondrán de descuentos de entre el 50% y el 80%, según la persona y según el medicamento.
En este sentido, es importante resaltar que esta readecuación no solo afecta la cobertura de medicamentos, sino también los recursos asignados al sistema de salud, lo que podría repercutir en la atención de los afiliados a un no tan largo plazo.