sábado, 23 noviembre 2024 - 00:58

UNLP-CONICET. Repudio al ataque libertario contra investigadores

La violencia que se desató en Mendoza, cuando militantes de La Libertad Avanza atacaron a investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP y CONICET durante un trabajo de campo, no es un hecho aislado ni un incidente desafortunado. Es, en realidad, consecuencia directa del discurso de odio que viene siendo fomentado desde el gobierno, es el fruto venenoso de un clima de intolerancia que no solo justifica el ataque a quienes piensan distinto, sino que los convierte en objetivos.

Los agresores, autodenominados militantes libertarios, no se escondieron ni sintieron vergüenza de sus actos. Se filmaron, se jactaron de “la hazaña”, lo compartieron con orgullo, como si de algo elogiable se tratase. Pero esta es la cara que toma la violencia cuando se avala desde el discurso oficial, cuando se invita a la sociedad a creer que la ciencia, el conocimiento, la educación, todo lo que construye un pueblo, está en contra de la “Patria” que dicen defender.

La justificación para este ataque, según los propios testimonios de los agresores, era que los investigadores del CONICET forman parte de un “sistema parasitario” que le roba al Estado, como si la ciencia, la educación y el conocimiento no fueran un pilar fundamental para el progreso del país. El discurso de “los ñoquis del Estado” se ha convertido en un lema, una etiqueta para deshumanizar, para hacer de un grupo de personas, como los científicos, algo desechable. Y a partir de ahí, legitimar su ataque.

Esto resulta cuando un presidente alienta la persecución, la violencia y el hostigamiento de aquellos que defienden la ciencia, los derechos humanos y la educación pública. No es casual que suceda después de que el vocero presidencial descalifique investigaciones científicas hablando de “dudoso impacto social”.

No nos quedemos callados, no podemos seguir permitiendo que la violencia se encubra bajo el disfraz de un “discurso patriótico”. Es el momento de repudiar con firmeza todo acto de agresión y de violencia de los grupos odiantes. Llamamos a todas las organizaciones estudiantiles, sindicales y de derechos humanos a pronunciarse ante este aberrante hecho, reafirmando la necesidad de tomar las calles en defensa de la ciencia y la educación, junto al conjunto de la clase trabajadora agredida por las políticas de los gobiernos ajustadores.

Jorge Luís Flores y Martín Fuentes

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