Mucha (des)información, varias hipótesis y contra hipótesis se han expuesto en los medios durante los últimos seis años con lo que respecta al caso que recubre la muerte de Alberto Nisman, de aquel 18 de enero de 2015. La utilización política de la causa AMIA solo es una mancha más para esta justicia podrida desde sus cimientos. Este caso desnuda, no solo la imposibilidad de la justicia para esclarecer los hechos, debido a su rol político contrario a toda transparencia que se le adjudique, sino también del papel nefasto que juegan los organismos de inteligencia como en su momento la SIDE, ahora devenida en AFI.
Se simula una polarización entre el oficialismo y la oposición con respecto a la búsqueda de verdad, pero en concreto solo actúan en pos de crear falsos debates como herramienta para alimentar la famosa ‘grieta’. Pero cuando hablamos de impunidad, la grieta es menos real que una leyenda urbana, ambos sectores presionan al corrompido poder judicial para que actúe en favor de tal o cual interés político como se ha visto en otras ocasiones como en el caso D’alessio-Stornelli. Ninguna confianza per se, a esta justicia que se vende al mejor postor y es utilizada de forma siniestra por la casta política.
Declaraciones cruzadas y circo mediático.
Ya no sorprende la gala de feria sobre este caso que desfila por cualquier medio hegemónico. Nuevos actores surgen cada día para representar uno u otro interés dentro de la causa y empantanar aún más la investigación. Uno de los personajes que se encuentra bajo la luz del reflector en estos momentos es Juan Martín Mena (ex agente de la AFI) con quien habría mantenido llamados el fiscal. No será, ni el primero, ni el último agente que sea enfocado momentáneamente por los medios para instalar devuelta el tema en un marco de ‘grieta’ y polarización. Mena responde diciendo: “mienten porque la investigación de la muerte de Alberto Nisman es un fracaso”(p.12). A su vez, la AMIA publica un nuevo comunicado en reclamo de justicia y pidiendo “imparcialidad” en la investigación.
El tiempo rectifica lo que hemos planteado desde el 2015, con esta justicia corrupta entrelazada con los organismos como la AFI, sumado a la utilización que se le da desde los medios, estamos muy lejos de la verdad. Por eso se reafirma la necesidad de una comisión investigadora independiente conformada por organismos de derechos humanos y personalidades probas, que pueda avanzar de forma transparente y esclarecer los hechos, y por otro lado hay que disolver inmediatamente los organismos que están para espiar, perseguir e infiltrarse, como se ha visto lo pretendieron hacer con nuestra organización, y con los diferentes sectores de la izquierda. Y que meten palos en la rueda en las investigaciones que las involucran, como lo es la AFI. ¡Disolución y que abran sus expedientes!
Desde el MST creemos que en este caso como en otros solo una comisión independiente puede llegar a la verdad. Ni la justicia, ni los intereses políticos que la manejan, ni los argumentos de unos y otros como tribuna darán luz sobre un hecho que prima facie se encuentra enlodado y en la más plena oscuridad.
Santiago Ledezma