El 1 de noviembre estudiantes, docentes, no docentes y organizaciones sociales se unieron en una marcha masiva en defensa de la universidad pública en Moreno. La concentración comenzó en la Universidad de Moreno y culminó en la plaza San Martín, donde se leyó un documento unificado denunciando las políticas de ajuste de Milei.
Por la educación pública
La marcha fue convocada por estudiantes, docentes y acompañaron los diferentes movimientos sociales, sindicales y parte de la comunidad educativa. Bajo diferentes consignas, exigimos una educación pública de calidad, accesible y gratuita y resistir a los intentos de vaciar.
Si bien sabemos que las tomas, vigilias y las distintas medidas que al día de hoy más de 80 universidades a nivel nacional han implementado fueron contundentes en la visibilización y resistencia al avasallamiento del gobierno ajustador, reivindicamos que es una herramienta importantísima para la organización, agrupación y representación de las voluntades colectivas de los estudiantes. Sin embargo, la lucha estudiantil no culmina aquí. Tenemos que redoblar la apuesta y avanzar con un plan de lucha para enfrentar el veto al presupuesto, desde abajo, con la asamblea interclaustro como canal de organización con los graduados, docentes y no docentes para derrotar todo el plan de Milei.
Clases públicas y festival
Llegados a la plaza San Martín se realizaron clases públicas sobre temas relevantes para la comunidad universitaria y social. La marcha terminó con un festival de música y arte, simbolizando la resistencia y la lucha por una educación digna.
La movilización de hoy se enmarca en un contexto que claramente precede un desborde en muchos sectores, en defensa de la universidad pública, afectada por los recortes presupuestarios del gobierno nacional. La comunidad universitaria entendió que la única posibilidad es rechazar estos ajustes y exigir una política educativa que priorice la inclusión y la igualdad.
¡La unidad para salir a luchar, en las calles!
Sabemos que la es lucha larga y debe ser sostenida. No nos quedemos con la participación neutral, pasiva o “simbólica” como plantean las conducciones; tenemos que poner el cuerpo todos juntos, con las más de 80 universidades en lucha en el país. Luchemos junto con los jubilados, los trabajadores de la salud pública y todos los afectados por el plan de ajuste del gobierno de Milei. Sin abandonar nuestras universidades, pero también sin abandonar las calles, donde se define todo.