El temporal más devastador de la historia de España ha dejado a su paso poblaciones completamente destruidas en las provincias de Albacete y Valencia. Mientras se avecinaba una catástrofe sin precedentes, miles de personas del área metropolitana de Valencia fueron obligadas a hacer su jornada laboral habitual.
Por Santiago González
Nota publicada originalmente en soles.org.es
Al cierre de esta nota se han encontrado 158 personas fallecidas y todavía hay muchas desaparecidas, miles que han perdido todo y se encuentran en albergues o bien continúan en la calle sin posibilidad de desplazamiento. Los daños materiales ocurridos el pasado miércoles 30 de octubre son, de momento, incalculables.
La DANA que azotó Valencia, es uno más de los muchos episodios climáticos que cada vez serán más frecuentes en la medida en que este sistema capitalista siga contaminando el aire y el agua de nuestro planeta.
Por un lado, tenemos responsabilidades sistémicas que implican un cambio de fondo. Pero también hay responsabilidades políticas y patronales de primer orden ya que parece inconcebible que con una alerta roja establecida durante todo el día haya habido tanta gente haciendo vida normal. Miles de personas del área metropolitana de Valencia fueron obligadas a hacer su jornada laboral habitual mientras se avecinaba una catástrofe sin precedentes.
No es el clima, es el sistema
Basado en un informe especial del IPCC (Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático), dos grados más de temperatura media a nivel mundial generará un 170% más de riesgo de inundación, cifra a la que se llegó el pasado diciembre.
Si bien todavía no es la temperatura media, evidentemente vamos camino a superar esos 2 grados más, con respecto a niveles preindustriales. Esto debería hacer encender las alarmas y realizar cambios de fondo. Sin embargo, existen sectores negacionistas, como los de Vox, que piensan que la Unidad de Emergencias es un gasto innecesario.
El ejemplo claro de ese negacionismo sobre el cambio climático es el del presidente de la Comunidad Valenciana Carlos Mazón del Partido Popular, que apenas asumir en su cargo hace un año, suprimió la Unidad Valenciana de Emergencias haciendo oídos a las peticiones de su socio de gobierno.
El negacionismo mata y ellos son los culpables ideológicos y políticos de que mucha gente no haya podido ser rescatada de este devastador temporal a tiempo, como también de que muchos ciudadanos se encontraran en esos momentos fuera de sus domicilios como si de un día normal se tratara. Alguno de los muchos ejemplos que podríamos exponer son el del trabajador de Mercadona que tuvo que ser rescatado in extremis mientras realizaba un reparto con el camión de la empresa o el de los trabajadores que permanecieron durante horas agarrados como pudieron a un muro en el polígono donde se encontraban trabajando mientras el nivel del agua subía en cuestión de minutos.
Si el gobierno del PP y VOX no hubiera esperado a la finalización de la jornada laboral para emitir la señal de alarma a todos los ciudadanos valencianos, la cifra de personas que perecieron en la catástrofe hubiera sido notablemente menor. Un aviso con 24hs de antelación y la suspensión de toda actividad laboral era la decisión política que hacía falta para proteger la vida de todas estas personas.
En estos momentos solo se puede pensar en lo urgente. Y en que todos los afectados por la DANA recuperen sus vidas lo más rápido posible. Por eso en este momento la solidaridad de la población está siendo fundamental para que los damnificados puedan comer, beber y limpiar las calles ya que la ayuda estatal todavía no ha llegado a todos los lugares afectados.
El Estado tiene que poner todos sus recursos para que los ciudadanos recuperen lo más rápido posible y sin trabas burocráticas todo lo que han perdido en esta catástrofe medioambiental. Sin olvidarnos por supuesto de exigir las responsabilidades políticas pertinentes, en este caso la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana y uno de los responsables de que la cifra de fallecidos sea tan elevada.
Por supuesto estos partidos van a seguir negando la realidad medioambiental, porque el sustento de este sistema capitalista no es compatible con el cuidado medioambiental, por ello, tenemos que luchar por un sistema distinto de una manera urgente y sin descanso, no hay planeta B, y el nuestro, el único que tenemos, nos está pidiendo auxilio de una manera atroz.
Los compañeros de SOL en Valencia se encuentran, como tantos miles de valencianos, ayudando a los vecinos, limpiando calles, participando de las colectas de alimentos y diferentes elementos de primera necesidad. En una catástrofe climática sin precedentes, la solidaridad está a la orden del día.
Actualizado: 1/11/24