Un estudio realizado por la consultora Moiguer revela cifras que asustan respecto al modo en que se ha visto como afectado el estilo de vida de los argentinos desde que esta Milei.
Datos desoladores
Una de las consecuencias más profundas y más difíciles de revertir que generó el plan económico de Milei es la baja en el consumo. En ese sentido, el estudio revela que el 65% de los consultados tuvo que reducir su consumo cotidiano y el 83% de los argentinos ha reducido o eliminado la compra de los productos habituales.
El mismo estudio permite observar que el 61% de la población tuvo que suspender salidas con pareja o familia, el 58% canceló ir a tomar café/helado, el 56% ya no compra golosinas y el 55% dejó de comprar gaseosas.
Otra de las costumbres del país que se vio afectada, es la de los asados con la familia, de acuerdo el estudio el 71% de los consultados tuvo que dejar de hacer asados en familia, elemento que acompaña lo señalado en el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), donde mencionan: “El consumo aparente de carne vacuna per cápita promedió 46,8 kilos por persona en los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 12,3% respecto al mismo período de 2023, equivalente a una baja de 6,6 kilos por habitante”.
“Este es el nivel de consumo más bajo registrado en los últimos 26 años”, sostiene la CICCRA. Por otro lado, un análisis del CEPA muestra que la suba promedio de los distintos cortes de carne, tuvo una escalada de 119,3% en los primeros diez meses del 2024.
El estudio también revela que el 48% considera que la capacidad de consumo de su hogar está peor y un 62% piensa que sus ingresos hogareños están por debajo de la inflación.
Asimismo, existe un 48% que tuvo que utilizar ahorros para pagar los gastos cotidianos y un 52% que tuvo que endeudarse. Radiografía que concluye en que para el 51% de los consultados, la situación del país es negativa. Además, un 43% interpreta que la probabilidad de crisis es alta.
No se aguanta más
La situación es insostenible, el gobierno de Milei empeoró todos los aspectos de la vida cotidiana y la continuidad de su proyecto solo profundiza este rumbo. La pasividad de las centrales y el pacto de la CGT para implementar la reforma laboral compone la complicidad de la burocracia sindical a este plan siniestro. Por otro lado, la estrategia del renovado “Hay 2025”, que sostienen algunas fuerzas políticas, principalmente el peronismo, permite que siga desenvolviéndose el ajuste.
El ajuste hay que enfrentarlo ahora, con unidad en las calles. aprovechando la fuerza que demostró el movimiento estudiantil como catalizador para unificar las luchas rumbo a una tercera marcha federal educativa, el 12 de noviembre, exigiendo a las centrales el paro activo para que todos podamos movilizarnos.