jueves, 31 octubre 2024 - 09:18

UNLaM. Movilizada contra el veto y el plan anti educativo de Milei

A lo largo y ancho del país, estudiantes, docentes y no docentes debatimos y construimos acciones para expresar el repudio al veto del gobierno a la ley de financiamiento y al conjunto de su plan de guerra contra la educación pública. La UNLaM, lejos de ser la excepción, se encuentra fuertemente activa. ¿Cómo seguirla hasta ganar? Proponemos algunas ideas en esta nota

Con la consolidación en diputados, del veto presidencial a la ley de financiamiento educativo (de por sí bastante limitada) la bronca y la indignación estallaron en Universidades e institutos de todo el país. Luego de dos importantes marchas federales educativas, un torrente de asambleas, clases públicas y todo tipo de acciones, acompañando en muchos casos medidas de fuerza docentes, el conflicto entre la comunidad educativa y el gobierno parece haber subido unos cuantos escalones y entrado en un nuevo momento.

Cómo lo dijimos en distintas oportunidades, el veto pasó en el congreso, pero no logra legitimarse en la calle y el gobierno suma repudios. También recibieron el golpe los diputados que le garantizaron los votos para el ataque, lamebotas y alcahuetes al servicio del vaciamiento del sistema educativo y la destrucción de la educación pública, gratuita y de calidad. Algunos, hasta tienen la contradicción y caradurez de ser docentes de las universidades que votaron desfinanciar, como es el caso de Finocchiaro, que veremos si se atreve a pisar la UNLaM nuevamente.

El gobierno ataca, la oposición ¿Se opone?

Ya no hay dudas para nadie de que el gobierno va sin frenos por todo lo público, por todos los derechos, aplicando un brutal ajuste al servicio de los sectores más concentrados de la economía, el Fondo Monetario y los tránsfugas de siempre.

Mientras esto sucede, las principales direcciones estudiantiles y de les trabajadores hacen la plancha, actuando en contra de la organización por abajo para enfrentar al gobierno. Quedó claro en las dos marchas educativas que sobra la fuerza y la disposición a la lucha, sin embargo, el día que se trataba el veto en diputados, no hubo convocatoria al paro ni a movilizar (salvo la izquierda), dejando hacer a los diputados, lo que se sabía que iban a hacer.

Esto constituye un problema mayúsculo y que no se puede dejar de señalar si buscamos desarrollar un movimiento capaz de ponerle freno a Milei y vetar su gobierno de ajuste.

En la UNLaM por ejemplo, el miércoles del tratamiento en diputados, la bronca se expresó en una gran autoconvocatoria, frente a esto y en lugar de facilitar que esa fuerza se organice, el rectorado (Daniel Martínez del PJ), junto con sectores sindicales agrupados en la CGT), la conducción del Centro de Estudiantes (La Liga/JUP) y patoteros, cerraron las puertas de ingreso, golpeándonos a estudiantes y docentes, para impedir la realización de una gran asamblea, que de todas maneras se llevó adelante. Estas conducciones, del peronismo, no sirven para enfrentar al gobierno y no se cansan de demostrarlo. No hay que ni perder el tiempo mencionando a los radicales, que por un puñado de prebendas le dieron los votos a Milei.

Organización de base, radicalización de las medidas y tercera marcha federal educativa

Las asambleas son, sin dudas, la base fundamental de la organización que necesitamos para ganar esta pelea. Los centros de estudiantes tienen que facilitarlas, convocarlas, construirlas o, como mínimo, no boicotearlas. Son claves para discutir los distintos momentos de la lucha, sacar conclusiones en común y por supuesto, para tomar medidas que serán mucho más sólidas y fuertes si surgen de instancias colectivas.

En la UNLaM venimos construyendo una importante asamblea y vamos el próximo lunes a una nueva instancia, existe un extendido activismo que le puso el cuerpo a las distintas medidas votadas, así logramos una gran jornada de clases públicas, caravana educativa por San Justo y una jornada cultural con olla popular en los portones de la Universidad. Es también la asamblea la que logró que luego de las patoteadas del miércoles, el Centro de Estudiantes se ponga a disposición de las resoluciones que votamos democráticamente y esperamos así continúe, fortaleciendo la unidad de acción contra el gobierno, debatiendo las diferencias enormes, políticas y metodológicas, que existen con su conducción.

Junto con compañerxs de la UBA, que se acercaron solidariamente, venimos planteando también que se hace más necesario que nunca convocar a una tercera marcha federal educativa, esta vez a Plaza de Mayo (proponemos el 28/10), para golpear en el centro del poder político con toda la fuerza. Para que la contundencia sea total, esa marcha tiene que ser en el marco de un paro general, le exigiremos y proponernos que así se plantee en cada asamblea, a las centrales, sindicatos, centros de estudiantes y federaciones, que se avance en este sentido.

Unir lo inmediato con lo estratégico

Estamos en medio de una pelea durísima, que no es fácil, pero de ninguna manera está escrito que no podamos ganar. El primer paso para lograrlo es asumir esta dificultad, siendo conscientes que desde hace muchos años, nuestros espacios de organización como los centros de estudiantes y las federaciones, se encuentran en manos de sectores burocráticos, que defienden un método vertical y despolitizante de organización, dedicándose a transformar nuestras organizaciones en espacios de servicios sin lugar para el debate y la lucha. El PJ, el radicalismo y sus variantes centristas y “populares” son esas direcciones, si queremos no solo ganar ahora, sino avanzar en todo lo que nos falta en la educación pública, tenemos que construir otra alternativa.

Una alternativa que se plantee transformar los centros de estudiantes, una que respete y aliente las asambleas, una que tenga un programa que parta de las principales necesidades que tenemos, pero vaya más allá de las puertas de la universidad, uniendo nuestras luchas con la de les trabajadores (con las y los compañeros de salud) o las y los jubilados.

Autoconvocadxs es un ejemplo en nuestra universidad, creemos también que hace falta un paso más en la organización, la construcción de una agrupación permanente que trabaje todo el año por estos objetivos. Desde la juventud del MST en el FIT Unidad queremos invitar a cada compañera, compañero, compañere a hacer una experiencia organizativa con nosotres, para trabajar en este sentido, peleando por la unidad de acción en las calles con todos los espacios y avanzando juntes en un programa para transformarlo todo.

Por Ana Paredes Landman (Estudiante de Trabajo Social – UNLaM y concejala electa por el MST FITU)

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