El arte es siempre un reflejo distorsionado de los procesos sociales. Es la expresión, en general, individual de momentos históricos. Todo momento de crisis, resistencia o de rebelión tuvo su contraparte cultural, lo diferente en este momento es que la industria sale a posicionarse. Los sectores burgueses, que ven en las obras un elemento de compraventa, tienen que salir a posicionarse.
La cultura tuvo un primer momento de fuerte participación en la Ley Ómnibus, donde el presidente atacaba todos los institutos nacionales de culturales, esa fue una primer victoria. Milei reconfiguró el ataque y decidió ir sector por sector, desfinanciado, paralizado, a través de de despidos de personal en áreas esenciales y con los famosos secretos de Stuzzeneger golpeando los derechos de autor entre otros.
La no unificación de las luchas, las propias críticas a los institutos que muchas veces no responden a los pedidos del sector y el ataque constante hicieron mella en el sector que vio un reflujo en la pelea hasta el mes pasado.
Pero la realidad empieza a golpear al gobierno, la calle empieza a reverdecer y la cultura vuelve a recuperar fuerza en su crítica.
La Industria del cine contra Milei
El festival de San Sebastián es un espacio cómodo para la denuncia por parte de diferentes sectores de la industria del cine. Fue uno de los primeros espacios donde el cine le dijo no a Milei post PASO y este año el propio festival expresó su preocupación frente a la realidad del cine nacional.
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En el mismo evento, frente a la premiación a Luis Ortega con el premio Horizontes Latinos. El actor de la película “El Jockey”, Nahuel Pérez Biscayart, recibió el premio con estas palabras.
Una nota de color es que Pérez Biscayart se llama Nahuel en homenaje a Nahuel Moreno, histórico dirigente de nuestra corriente trotskista, ya que sus padres eran militantes de esa corriente en los 70.
Otro ejemplo es Adrián Suar, que dejó cientos de familias en la calle con el cierre de su productora, Pol-Ka, ve en el ataque al INCAA un debilitamiento de sus negocios. Aunque, como todo burgués, con la mano de obra barata, producto de paritarias a la baja y un espacio de dinero mayor, se va hacia las producciones para Streaming.
Y es que Milei en el ataque al arte crítico, independiente y autogestivo golpea también directo a grandes sectores de la industria.
¿Y en la música?
El tema nuevo de Lali fue un golpe de aire en un espacio mainstream que desde el verano (cuando la cantante se expresó en contra y Dillom reversionaba Señor Cobranza en el Cosquín Rock) no venía teniendo grandes reflejos de expresiones contra Milei.
Esta canción, si bien es un reflejo de su pelea individual con el presidente, también es una expresión de la perdida de apoyo del gobierno libertario porque la industria siempre miedosa de perder audiencia suele frenar cualquier atisbo de crítica que pueda golpear sus bolsillos.
Los sectores con menos relación con la industria pero con algo de llegada tambien fueron animandose, de manera mas brutal debido a su libertad, ejemplo de esto es la canción de Broke Carrey montonero, una canción que golpea directo y que en su letra dice:
“Con perdón de las damas,
me cago en Milei y su hermana
Me cago en su escritorio y su oficina,
en nombre de mi vieja y la bandera argentina”
Por abajo, solidaridad
En under la experiencia es difícil, el problema de solventar los gastos se vuelve cuesta arriba, pero la mano para un seguidor que no puede pagar la entrada está. Y juntar alimentos para ollas populares que dan comida caliente a gente que la está pasando peor. Alguna frase contra este gobierno y su ataque a todos los sectores populares nunca falta.
Por eso en el festival contra los presos por la Ley Bases los que decidieron exponerse fueron sectores de artistas independientes de las grandes corporaciones y en ascenso, no los famosos que ante el llamado dudaron por el impacto que podía tener en la opinión pública.
Reviven experiencias que en los 90 eran clásicos como los fanzine, toma de espacios públicos como plazas o skateparks y recitales solidarios.
Cambiar el chip
Acompañar en las calles las luchas de los jubilados, estudiantes y trabajadores. Porque nosotros fuimos, somos y seremos algunos de estos sectores.
Impulsar la unidad de acción, la resistencia y la defensa tiene que convertirse en ofensiva. Pensar unificar las experiencias que ven lo horrible del plan de Milei. Idear qué necesitamos desde la cultura para poder garantizar crear nuestro arte y la posibilidad de acceso para todos.