Luego de la multitudinaria marcha federal educativa, el gobierno lanzó el veto al aumento presupuestario de las casas de estudios.
Leña al fuego
En el Boletín Oficial fue publicado el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, con la firma de Guillermo Francos, Sandra Pettovello, Luis Caputo, Diana Mondino, Patricia Bullrich, Mario Lugones, Federico Sturzenegger y Mariano Cúneo Libarona.
En el mismo sostiene: “Devuélvase al Honorable Congreso de la Nación el proyecto de ley mencionado en el artículo anterior”, siendo el segundo proyecto vetado por el Ejecutivo.
Para defenderse, los liberales esgrimen que dicha ley “no cuenta con previsión presupuestaria ni recursos a utilizar para su financiamiento, acarrea problemas técnicos que imposibilitan su implementación ordenada y afecta de manera tangible los objetivos de política económica fijados por el gobierno nacional”.
En la óptica de Milei, el aumento de 17 mil pesos a los jubilados significaba un ataque estructural a su plan económico y el aumento del presupuesto universitario “afecta de manera tangible los objetivos de política económica”.
El verso del déficit esconde que el plan motosierra tiene como pilares la pobreza de los jubilados y el desfinanciamiento de las universidades, para avanzar con medidas privatistas. Caso contrario no tendría sentido, el ajuste que viven estos sectores mientras a los ricos se les reduce la alícuota a los bienes personales y se le entregan beneficios de todo tipo.
Además, el gobierno plantea que “la medida sancionada establecería un privilegio para el personal de las universidades nacionales respecto del resto del personal de la Administración Pública Nacional”. ¿Cuál privilegio? ¿El de llegar a fin de mes?
Campaña contra la educación
Antes del veto, el gobierno hizo una campaña contra las universidades, exponiendo datos falsos sobre los salarios docentes y sosteniendo que las casas de estudios “inventaban estudiantes”.
En el comunicado donde anunciaban el veto se sostenía que “esta administración no cederá ante el espectáculo mediático, los proyectos de ley irresponsables, ni la manipulación de los nobles con fines partidarios. El objetivo del gobierno es claro: terminar con el modelo empobrecedor de los últimos 100 años y hacer la argentina grande otra vez”.
Es mínimamente paradójico que quienes dicen enfrentar el modelo empobrecedor hayan aumentado la pobreza 11 puntos en tan solo 6 meses.
Vetemos a Milei, defendamos la educación
La marcha federal demostró que fuerza en la calle sobra y que cuando grandes franjas se expresan en las mismas, no hay protocolo alguno que pueda aplicarse.
La masividad se consiguió a pesar de las direcciones que vacilaron y fueron conservadoras en la convocatoria a la jornada, actuando como freno de mano del movimiento educativo que había colmado las calles en abril.
Es preciso enfrentar esas vacilaciones y darle continuidad a la multitudinaria marcha federal, ahora con el objetivo central de rechazar el veto al financiamiento de las universidades.
Para vetar el plan antieducativo de Milei y su motosierra hay que dar la batalla en las calles y en las universidades, sin confiar en los panqueques del Congreso. Paro, movilización y toma de facultades en todo el país, son la hoja de ruta para defender a la educación pública y a nuestro futuro.