Este miércoles la noticia fue que los dirigentes principales que están al frente de la CTA Autónoma y de la CTA de los Trabajadores anunciaron en distintas entrevistas radiales que irán a un proceso de reunificación en el próximo periodo luego de haber estado divididas por más de 14 años.
Así lo confirmó el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, quien habló en AM 750 sobre este avance en la reunificación y aseguró que “el objetivo es luchar y resistir” pero también “generar propuestas para la clase trabajadora”. Por su parte, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, ratificó los dichos de Godoy y explicó que está en marcha el proceso de reunificación de las centrales sindicales y que el próximo martes realizarán un plenario conjunto con ese propósito.
Sobre la situación nacional ambos dirigentes señalaron que “no hay posibilidad de diálogo con el gobierno de Milei que apunta a diluir la nación y a multiplicar la pobreza y el hambre”. Y agregan que la idea es unirse para luchar, resistir, pero también “para discutir una propuesta que vuelva a poner a la clase trabajadora en una reconstitución del campo popular que ayude a recuperar la confianza en nuestro pueblo, para que la democracia deje de ser delegativa y pase a ser más participativa”.
¿Unidad detrás de Kicillof?
En realidad, lo que sucedió fue una reunión conjunta de dirigentes de las CTA bonaerenses, cuya mesa estaba encabezada por el ministro de Trabajo de Kicillof, Walter Correa, luego bendecida por los respectivos secretarios nacionales Yasky y Godoy.
Y aunque no se percibe el menor entusiasmo entre los trabajadores estatales que hace rato que no son convocados para salir a la calle y ven pasar los despidos, algunos medios contemplan que la anunciada unificación de las dos CTA sería positiva luego de 14 años de haber estado divididas. Sin embargo, existen varios interrogantes que se plantean a raíz de esta noticia.
¿La unidad es para luchar?, según los secretarios generales esa es la reflexión que hacen en este momento. Pero hasta el momento los llamados a la lucha por parte de las CTA han sido pocos, sin un plan de lucha y con un flojo poder de convocatoria por no preparar desde la base ninguna medida. Porque cuando más se necesita de la movilización unitaria, han salido poco y sin continuidad.
¿En qué radica su propuesta hacia la clase trabajadora? Parece evidente que esta articulación tiene fines electorales para ir detrás de la figura del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con quien hacen buenas migas. Por eso los gremios estatales de la provincia suelen ser condescendientes con Kicillof ante los magros salarios y el ajuste que avanza también en el territorio que gobierna. Esta estrategia solo conducirá a poner expectativas en un proyecto político que ha fracasado en el pasado a nivel nacional, que está fracasando en la provincia y por el cual las direcciones sindicales burocráticas han perdido el apoyo de los laburantes.
¿Unificación de un momento a otro?
Puertas dentro de ambas CTA hablan de que este proceso primero se dará en los marcos de la acción y la lucha y luego se verá cómo avanza en materia de cargos. Este es un tema sensible ya que se unifican los cargos y será seguramente una pelea quien se quede con cada eslabón de la estructura.
Por eso no hay evidencias concretas que se vaya a una reunificación orgánica donde tengan que poner a reparto los aparatos de ambos agrupamientos. Además, hay quienes dicen sería para pelear en mejores condiciones cargos en un armado a nivel nacional con respecto a las listas que pueda presentar el peronismo en las elecciones legislativas del 2025.
Se necesita unan nueva dirección autónoma, democrática y combativa
En primer lugar, la unidad urgente, la que se necesita realmente es ahora y en la calle. Es necesario que tanto las CTA como las CGT llamen a un paro general en el marco de un plan de lucha con continuidad ante el ajustazo que está haciendo el gobierno de Milei. La situación no se aguanta más, la crisis es durísima y debemos salir de la lucha defensiva para tomar la iniciativa. Pasar al frente exigiendo la mejora salarial y de las condiciones de trabajo, pidiendo la reincorporación de todos los despedidos en el sector público y privado, peleando junto a los jubilados y los sectores de desocupados, contra la represión de Bullrich, contra el tarifazo y la visita de los diputados fachos a los genocidas en la cárcel.
En segundo lugar, se necesita un recambio, avanzar hacia una nueva dirección de lucha y democrática. La unidad de cúpulas no resuelve más que los privilegios de los dirigentes. Hay que avanzar hacia una nueva central basada en un modelo democrático, y no uniendo el rompecabezas de lo que fracasó.
En tercer lugar, se necesitan más que nunca dirigentes, sindicatos y una central verdaderamente autónoma e independiente de todos los gobiernos, tanto del nacional como de los provinciales, y al servicio de os trabajadores.
La subordinación de la burocracia sindical a los gobiernos y coaliciones del PJ nos llevó a donde estamos, a perder conquistas y nivel de vida. El PJ es una estructura política dominada por los sectores del capital, obediente ante el FMI, que fue girando cada vez más a la derecha y de progresista ya no conserva ni siquiera el discurso. Estas centrales sindicales referenciadas en ese partido político ya no tienen nada nuevo para ofrecernos por más reunificación que haya. La reunificación que necesitamos es de los laburantes desde abajo y peleando por conseguir nuevas direcciones sindicales que encaren de verdad y a fondo una lucha por nuestros intereses.