Del 2 al 6 de septiembre fueron las elecciones estudiantiles en la UBA. Venimos de un año de importante lucha educativa y de creciente polarización social. Y la semana en particular, estuvo cruzada por el paro docente por salarios dignos y por la represión a jubilados en el Congreso. En un contexto de brutal ataque a todos nuestros derechos, con un gobierno de lo peor de la ultraderecha, nosotres desde La Marea – MST nos jugamos todo para que la izquierda sea una referencia en el movimiento estudiantil. Ponemos paños fríos para hacer un balance de estas elecciones y sacar conclusiones.
El primer dato es que la conducción actual, Nuevo Espacio-UCR (Lousteau), retrocedió y perdió 12% de votos respecto al 2022. Pero aún así mantuvo el centro con un 61.4% y la mayoría en el Consejo Directivo, con tres consejeros estudiantiles. Perdieron votos por todos lados. Primero por derecha, con un claro contexto nacional de polarización y crecimiento de los fachos de Somos Libres que lograron un 6.7%.
Y por otro lado, gran parte se materializó en el avance de El Torrente-La Cámpora que supo capitalizar el descontento de los problemas académicos, los bochazos masivos, la disminución de cupos y oferta horaria y condiciones edilicias que no mejoran cualitativamente. Todos problemas que generan desilusión y hasta bronca directa con Nuevo Espacio, y que sumado a un contexto de lucha contra el brutal desfinanciamiento presupuestario del gobierno de Milei, La Cámpora lo pudo aprovechar y así sacaron un 23.2%, que les permitió llegar a la minoría estudiantil en el Consejo, por primera vez en la historia.
El avance libertario no nos sorprende pero nos marca la necesidad de enfrentarlo. La izquierda tiene una responsabilidad muy grande. Así lo sentimos quienes construimos la unidad en la diversidad e impulsamos la Lista 8 con tres de las cuatro agrupaciones del Frente de Izquierda Unidad (La Marea-MST, El Frente-PO e IS). Salimos cuartos con un 2.08%, detrás de quienes quieren privatizar la universidad y avanzar por sobre todos los derechos democráticos y de los laburantes. Mientras la agrupación del PTS, En Clave Roja, salió sexta. Dividieron el voto de la izquierda priorizando irresponsablemente la auto-proclamación individual de su figura electoral, Bregman, en quien basaron toda su campaña, sin poner eje en el riesgo que corre la universidad pública.
Lecciones de unidad
Con polarización mediante y el desgaste de Nuevo Espacio, desde la izquierda teníamos muchas posibilidades de crecer y capitalizar esa bronca. Pero en una facultad elitizada donde prima el modelo médico hegemónico y la competencia, y donde no hay espacios de participación y debate para y de los estudiantes, solo podíamos hacerlo demostrando ser una alternativa real.
Lejos de esto, al ir en tres listas, nos debilitamos al no disputarle de conjunto el espacio al kirchnerismo, que aunque mantiene alianzas con los radicales de Nuevo Espacio, supo ocupar un lugar de oposición. Parte de su rol cómplice se refleja en el Consejo Directivo actual, donde Alexia Navarro, viceministra de Salud de PBA y militante de La Cámpora, va en la lista de graduados de Nuevo Espacio y vota hace años todo con ellos, incluida la regresiva reforma del plan de estudios de Medicina. En los hechos, demuestran no ser una alternativa real y consecuente.
Recapitulando, lo único que quedó demostrado es que en FMed la vanguardia que vino auto-organizándose estos meses, que enfrenta tanto a Milei como a Nuevo Espacio, eligió la unidad de la izquierda por sobre quienes fueron solos. Incluso a pesar de que las boletas de la izquierda eran muy parecidas y generaban mayor confusión. Cualquier otra conclusión de esta elección, con estos resultados, es miopía política. Que el PTS afirme que son “la principal fuerza de izquierda en la facultad”, mirándose el ombligo mientras la educación pública sufre la mayor amenaza de las últimas décadas, es directamente criminal.
Fortalezcamos una izquierda que construye unidad y se la juega en serio
La mayoría de estudiantes que acompañaron a las listas de izquierda, priorizaron el debate político y la unidad, por sobre una figura electoral nacional. El triunfo contundente de la derecha en medicina tiene, entre otros motivos, la automarginación de la izquierda debido a la postura rupturista del PTS. No podemos seguir repitiendo este camino.
Lejos de mostrarnos divididos, tenemos la responsabilidad de enfatizar juntos lo que nadie dice: que estamos frente a un gobierno de ultraderecha que se quiere llevar puesto todo, cuyas políticas de hambre, miseria y represión, hacen que millones de niños no cenen, que las enfermedades como sífilis y la tuberculosis crezcan por la pobreza, que los trabajadores de la salud estén precarizados, que nuestra salud física y mental va de mal en peor si no nos organizamos para pararle la mano a Milei y sus cómplices. Aunque todos los responsables políticos de esta catástrofe social quieran tapar esta realidad de fondo, desde La Marea – MST te queremos invitar a defender hoy más que nunca todos nuestros derechos y pelear por una salud con empatía que lleve como principio el compromiso social a todos lados: en FMed, en la calle luchando y en cada lugar.
No existe el sálvese quien pueda, solo con organización colectiva es posible defender la educación y salud públicas. Por eso, este mes vamos a estar realizando distintos encuentros de capacitación para la intervención barrial, junto a profesionales de la salud que nos van a formar en distintas áreas: salud mental, alimentación saludable, ESI y atención primaria de la salud. Es clave debatir en equipos de trabajo como ponerle el cuerpo a estas peleas justas.
Además, el próximo miércoles 11 de septiembre hay una cita de honor frente al Congreso, donde votan la actualización del presupuesto universitario que el gobierno de Milei amenaza con vetar. En la Marcha Federal Educativa demostramos que somos millones defendiendo la universidad pública, sigamos impulsando ese camino que le marcó la parada a un gobierno que quiere privatizar nuestro derecho a la educación! ¡Escribinos para sumarte!
Maris, estudiante de Medicina
Daiana, estudiante de Enfermería