jueves, 19 septiembre 2024 - 18:56

Cúneo Libarona. La sexualidad y los “inventos subjetivos”

“Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología. Sí, son inventos subjetivos…”

Entre otras bellas frases, eso dijo el ministro de Justicia de la Nación, el doctor Mariano Cúneo Libarona, el martes 27 de agosto, ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados. Aparte de reivindicar “la defensa de los valores de la familia, los valores tradicionales, patrióticos”, estaba allí para informar las políticas públicas sobre violencia de género. Pero la hizo fácil: directamente negó que dicha violencia exista.

Es decir, en el siglo XXI, en nuestra querida y sufrida Argentina tenemos un gobierno de ultraderecha que es negacionista de las y los 30.000 detenidos-desaparecidos y del genocidio de la dictadura, negacionista del calentamiento global y el cambio climático, y también negacionista de la desigualdad de género y de las violencias cotidianas que eso genera.

Lo primero a decir es que el ministro de Justicia de Javier Milei parece bastante ignorante, casi bruto. No sólo ignora la realidad evidente que es la desigualdad de género y sus consecuencias, sino que asimismo confunde la identidad de género con la orientación sexual. Es decir, confunde quién te sentís con quién te atrae. Y justamente porque en esta sociedad capitalista y patriarcal no existe verdadera igualdad ante la ley, como pregona él, son necesarias las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género, que obligan al Estado a reconocerle a toda persona al menos igualdad jurídica.

En cuanto a lo de “alinearse con la biología”, habrá que explicarle con toda paciencia al doctor Cúneo Libarona que los investigadores científicos ya hace rato que han documentado la existencia de conductas homosexuales en más de 1.500 especies animales y que, en el caso concreto de la especie humana, éstas existen en todas las geografías, sociedades y épocas desde la prehistoria hasta la actualidad. Lo natural es la diversidad, ministro.

Un párrafo aparte merece lo de “inventos subjetivos”, con todo respeto por los inventos, que por cierto son siempre subjetivos ya que no nacen por generación espontánea sino porque alguien inventa. ¿El ministro de Justicia acaso pretende negar nuestra existencia, lo que somos, lo que queremos ser? ¿Quién carajos se cree que es para reducirnos de un plumazo a una invención caprichosa, una ficción, un holograma? ¿Por casualidad no tiene algún primo puto, una tía torta, una vecina trava, para entender tan siquiera una pizca de la vida real? 

Dos palabras más sobre el prontuario de Cúneo. Abogado defensor de Guillermo Cóppola, y del clan Yoma en las causas por tráfico de drogas y armas. Su ex mujer, Lourdes Di Natale, empleada de Emir Yoma, “se suicidó” desde un décimo piso. Defensor de altos empresarios como Eurnekian y Taselli en la causa de los cuadernos de coimas, y del barrabrava Schlenker. Su estudio jurídico defiende al ex senador Alperovich que violó a su sobrina y al genocida Barre que actuó en el Pozo de Banfield. Defensor del comisario Ribelli, en 1997 estuvo preso un mes por el robo de un video de la causa AMIA…

No nos asombra que de semejante figura provenga tal ideología medieval. Cuando un asesor se arrimó a decirle algo al oído tras el escándalo que provocaron sus palabras, el ministro explicó: “Y buéh, boludo, esto está textual de lo que dijo Milei”. Y es cierto. Todo el gobierno de Milei y Villarruel intenta hacer retroceder las ruedas de la historia. Al revés de lo que cacarean, son todo lo opuesto a la libertad. Por eso la defensa de nuestros derechos implica combatir sin tregua en su contra, contra toda explotación, contra toda opresión. Es la única forma en que los dinosaurios van a desaparecer. Porque van a desaparecer.

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