Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, por el medio donde se publica esta pieza, busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.
Segunda semana consecutiva donde los temas no cambian en la discusión política. ¿Se normalizó el país? Más bien perdura la crisis de La Libertad Avanza, y del régimen en su conjunto. Después de la triple derrota legislativa, el presidente sigue sin resolver del todo los problemas internos y los que se produjeron con sus aliados. Milei busca diseñar una nueva Argentina tras la sanción de la Ley Bases y el Pacto de Mayo, pero la realidad se empeña en abrirle un nuevo momento donde su crédito político, por primera vez, empieza a esmerilarse según diferentes encuestas.
Algunos motivos de la crisis política
Para Jorge Liotti, columnista de La Nación, la causa del problema se encuentra en tres líneas de tensión que marcan a fuego el experimento libertario:
- “La primera contrapone dos nociones de legitimidad institucional. Su impronta está marcada por una institucionalidad popular, surgida del voto del año pasado, avalada por el apoyo vigente de la opinión pública, y refrendada a diario en el universo virtual de las redes (…) Pero esa dimensión convive con la institucionalidad republicana y constitucional, que introduce a actores como el Congreso o la Justicia, y en donde el poder libertario es mínimo”.
- “La segunda línea de tensión es una derivación de la primera, y exhibe una diferenciación entre la necesidad de Milei de reforzar todo el tiempo su identidad de outsider, diferenciada de la política clásica, y el inevitable pragmatismo al que debe recurrir cuando ve los límites que le impone el sistema”.
- “Y el tercer nivel de tensión surge entre la tendencia natural de Milei de focalizarse casi exclusivamente en la agenda económica, de ser un presidente monotemático, y la irrupción del resto del ideario libertario, vinculado a una agenda inmaterial”[i]
Estas nociones de carácter político e institucional que ofrece Liotti, también se podrían conjugar con razones que aporta Eduardo Van Der Kooy en su “Trama política” dominical: “El gobierno acaba de resignar una ventaja. Los conflictos en las fuerzas opositoras prosiguen. El pero-kirchnerismo no abandona el estado de confusión en que lo tiene sumido el escándalo por violencia de género que la ex primera dama, Fabiola Yáñez, denunció contra Alberto Fernández. Los radicales nunca controlan la diáspora. El PRO no termina de definir su perfil y pugna por defender la identidad propia, pese a la colaboración que mantiene con el oficialismo. El gran problema radica ahora en la implosión que se verifica en La Libertad Avanza. Ocurre en Diputados y el Senado. Consecuencia del origen improvisado y opaco que tuvo la formación de la fuerza. Allí llegaron oportunistas, peronistas marginales y dirigentes acercados aviesamente por Sergio Massa”[ii].
Claramente las inconsistencias de este gobierno pueden, en parte, encontrarse en estas explicaciones. Pero para nada hay que alejar en la ecuación la dimensión material de las cosas. Fue la crisis económica que se arrastra hace décadas la que llevó al outsider a la presidencia y la que, a la misma vez, derritió las potencialidades electorales de los frentes tradicionales. Hoy como en un loop, Milei vuelve a sentir el peso de este bodoque y más cuando se avanza en una reforma tan estructural del capitalismo local, que deja a la vista de todos la gerontofobia del gobierno, rechazando un aumento a las jubilaciones. Allí, en última instancia, sin querer tampoco inscribir a un determinismo elemental, se responden los por qué de un armado improvisado “contaminado” para algunos de la vieja política de cualquiera sea su índole y sus debilidades de gestión.
La casa no está en orden: de la milanesa a las entrañas
Los problemas de fondo repasado que exponen los editorialistas, también se conjugan con epifenómenos de la tribu libertaria. Ya son varios los fuegos cruzados en la fuerza del gobierno nacional que, por un motivo u otro, son noticia a diario. Joaquín Morales Solá en la apertura de su artículo enumera estos conflictos, proyectados en al cabeza del presidente de esta manera: “Va y viene en su siempre difícil y vacilante relación con Mauricio Macri; toma distancia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, su vieja aliada desde que los dos no eran nadie; permite que sus senadores expulsen del bloque al más notorio de sus senadores, el formoseño Francisco Paoltroni; empoderó a un asesor, Santiago Caputo, que en realidad está vinculado al Estado por un contrato de locación de servicios que le permite no tener ninguna responsabilidad administrativa ni jurídica por sus decisiones. El Caputo asesor fue quien le ofreció el cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia al impecable académico Manuel García-Mansilla, según contó este en la Comisión de Acuerdos del Senado. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, parece no haber intervenido en una de las decisiones más significativas que puede tomar un presidente sobre el Poder Judicial”[iii].
El párrafo no se detiene allí, pero este fragmento ilustra en buena medida las fricciones de los ultraderechistas que juegan, constantemente, a despegarse de ellos mismos para no hundirse la crisis política que las diferentes alas van generando. Hay que resaltar en esta los dichos nefastos de Villarruel, alentando a reabrir “todas las causas de las víctimas del terrorismo”. Los hermanos Milei, niegan encausarse en esa campaña, aunque no rechacen ideológicamente la ofensiva, sino que no quieren ceder más terreno a la vicepresidenta.
Dentro de todos los tires y aflojes está la relación del primer mandatario con Macri. En este punto cambió el menú de los encuentros, de milanesas pasaron a comer entrañas, pero parece que la relación política mantiene su misma dinámica. Ricardo Kirschbaum en su editorial lo grafica del siguiente modo: “Hay un acuerdo en marcha con Mauricio Macri, que va tomando forma, pero a veces parece que tiene un recorrido circular. Se vuelve al punto de partida. De allí las idas y vueltas, las contradicciones expuestas con toda crudeza en el veto de Milei a la masiva jugada del Congreso sobre las jubilaciones”[iv].
Por esta razón, nos referimos a la dinámica que LLA encuentra en su relación con el expresidente de Boca, de acuerdo a diversos temas, pero en especial a la aprobación de los pliegos de los nuevos cortesanos, es que también, según este mismo editorialista, se tienden puentes con Cristina Fernández de Kirchner. Pero esta negociación tampoco tiene un puerto asegurado para el oficialismo, es el mismo Kirschbaum quien dice que: “Ocurre que Cristina, y el peronismo no K también, quieren que, si hay ampliación de la Corte, Lijo no sea adjudicado al PJ, aunque el corazoncito del juez esté en esa sintonía”.
¿Un peronismo libertario?
Si bien lo mencionado arriba son solo rumores de negociaciones entre ciertas alas del PJ, lo cierto es que los coqueteos de algún personaje de ese espacio con uno oficialista hicieron que la crisis de este partido casi centenario siga abierta. Roberto Navarro, en El Destape, comenta: “Luego de la paliza que se comió el peronismo contra la extrema derecha, comenzó un debate imprescindible sobre las responsabilidades de la derrota y el proyecto futuro. La derecha peronista culpa al progresismo y propone un peronismo sin Derechos Humanos ni feminismo ni respeto a las minorías, entre otros ítems a eliminar. Es decir, propone un peronismo deskirchnerizado”. Y, además, agrega: “Lo que sí me parece cierto es que ese peronismo progresista no tiene una propuesta lo suficientemente potente como para sumar fuera de la pecera. Y parte de esa carencia estriba en la casi nula mención a la generación de riqueza”[v].
Esta interna también se denota en el artículo que publicó en su medio Horacio Verbitsky. En el Cohete a la Luna se señala que, ante la hipotética posibilidad de ir contra Milei por vía de entablar una unión táctica con Villarruel y efectuarle un juicio político al actual presidente, Cristina Fernández de Kirchner “envió a sus senadoras más próximas a cuestionar esa jugada. La ex Presidenta dijo que la responsabilidad institucional del peronismo desecha tal peripecia y sugirió realizarle el peritaje psiquiátrico a quienes dicen que Villarruel es peronista”[vi].
Por ahora, como en todo, la crisis continúa. Sin embargo, más allá de este llamado de atención de la ex presidenta, si uno tiene en consideración el accionar de lo que Navarro llama “progresista”, poca sustancia se encuentra de aquel arco político. Para el recuerdo y bronca de los docentes, seguramente, van a quedar las declaraciones que hizo esta semana Juan Grabois convalidando de forma timorata el proyecto que declara esencial a la Educación y, de forma literal, cercena el derecho a huelga de esos trabajadores.
Ella siempre presente: la crisis económica
No queremos adentrarnos a una explicación macro de todas las consecuencias que está provocando la crisis económica, pero sí algunos elementos que se destacan este domingo. Alejandro Bercovich, en su nota para elDiarioAr sostine: “Caputo apuesta a profundizar la recesión para mantener la desinflación. Solo con la actividad en picada puede enfrentar la escasez de reservas que mantiene el riesgo país cerca de los 1.500 puntos y que el viernes empezó a empinar las cotizaciones del dólar futuro (oficial) en el Rofex. Septiembre promete nuevos desafíos, porque importar va a ser más fácil (se simplificaron las compras de textiles, acero, autos y más) y más barato (con el impuesto PAIS de nuevo en 7,5%). El atraso cambiario se ve nítido en las estadísticas de Turismo Internacional del INDEC: solo en julio la llegada de turistas chilenos cayó a la mitad de un año atrás (50 mil), mientras que cruzaron a Chile 120 mil argentinos, más del doble que hace un año. Hasta el ministro importó un vice trasandino”[vii].
Sobre este último punto mucho se habla. La demanda de dólares por el aumento que se pueda producir en las importaciones, ya que se redujo el impuesto País, va a hacer que el gobierno entre en una situación más endeble con respecto a las reservas. Cristian Carrillo lo remarca de la siguiente forma: “El cronograma de pagos para lo que queda de este año y año próximo es complejo y, a grandes rasgos, implica una carga de desembolsos de 22.000 millones de dólares, mientras el stock de reservas netas del Banco Central son negativas en 3.088 millones”[viii].
Las apuestas para resolver este drama, siguen siendo el mismo rezo de siempre: que el blanqueo funcione, venga alguna inversión, se de una reestructuración de la deuda y el tío Trump o alguien aporte un nuevo préstamo. El periodista antes citado agrega en su artículo en base a otra fuente que: “(…) en el primer trimestre de 2025 vencen 6.500 millones de dólares de deuda pública en moneda extranjera (Tesoro y Banco Central), a los que corresponde sumarle 7.400 millones a pagar entre abril y julio y 5.800 millones entre agosto y diciembre. “Con los números actuales de reservas, estos compromisos parecen difíciles de alcanzar, especialmente si la demanda interna y las necesidades de importación se recuperaran. El sector externo no parece particularmente estresado para lo que resta de 2024. Sin financiamiento, sí lo hará el arranque de 2025”, advierte el documento de Fundación Abdala”[ix].
Si todo cruje y los nervios en la política saltan, acá puede encontrarse el principal de los motivos.
Un ataque, una respuesta
Si bien el nivel de crisis política se expresa por arriba mas que por abajo, alli crece la bronca y el rechazo a las políticas de Milei. Esta semana, seguramente, gran parte de la población se está enterando que la casta eran los jubilados. Tras la aprobación en el Congreso, para que se cambie la fórmula jubilatoria y así se incremente la mínima tan solo quince mil pesos, el gobierno decidió vetar el proyecto. Con diferentes argumentos, truchos, como el de Milei con Antonio Laje diciendo que esta ley iba a costar un endeudamiento eterno, cuando la realidad es que el pequeño alivio votado en el Congreso significa un 0,4% del PBI, se dio el rechazo.
La respuesta no tardó. En la calle los jubilados hicieron notar su reclamo, más allá de la represión. Y continúan programando nuevas acciones. Pero, por otro lado, la respuesta también se refleja en la opinión pública. Raúl Kollmann señala en Página 12: “La paciencia parece acabarse. Una enorme mayoría, dos de cada tres argentinos, está en desacuerdo con el veto a la nueva fórmula previsional y sostiene que se debe priorizar a los jubilados, no el déficit fiscal cero. Pero eso está en sintonía con lo que está pasando en casi todos los hogares. Prácticamente, nueve de cada diez ciudadanos dicen que no llega a fin de mes o que tiene dificultades para llegar al día 30 o 31”[x].
No sólo fue quitarles la posibilidad del aumento, sino que también la eliminación del descuento del 100% en 44 medicamentos. Algo que para el estudio que refleja las afirmaciones del periodista de Página 12 provoca el siguiente fenómeno: “Entre los consultores está el dicho de que “los jubilados no tienen gran capacidad de movilización, pero toda la sociedad empatiza con ellos”. El mejor ejemplo es el golpe casi decisivo que recibió el gobierno de Mauricio Macri cuando produjo una fuerte quita en jubilaciones y pensiones en diciembre de 2017. Venía de ganar las elecciones dos meses antes y entró en un declive del que no se pudo recuperar”[xi].
Hay que seguir con atención esta respuesta social, por eso en el Congreso, tras el veto presidencial y con mucho temor a la calle y ser señalados como responsables de la penuria de los jubilados, se vuelve a discutir sino desoír la decisión presidencial. Laura Serra en La Nación[xii], estipula los diferentes escenarios que se pueden dar a partir de esa rosca, para tratar de huir de una calle que empieza, de a poco, a recobrar los niveles de movilización de principio de año.
Todo roto y se aproximan más luchas
El panorama descripto, en parte, se podría narrar con una analogía a nuevas producciones musicales. La frase “Todo roto” de Nathy Peluso, CA7RIEL y Paco Amoroso definirían con agudeza la situación de un régimen descompuesto en todas sus dimensiones. Así lo explica Andrea Lanzette en este artículo.
Luchar en la calle, con la más amplia unidad de acción, es el camino necesario para pasar de la resistencia a la ofensiva contra el gobierno libertario. En este sentido, la convocatoria para el 10 de septiembre a plaza de mayo, en defensa de los trabajadores del SUTNA que enfrentan un nuevo ataque patronal en diferentes empresas, es un paso importante. ANCLA, la agrupación sindical del MST en el FIT-Unidad, dijo presente en el plenario que acordó esta acción con diferentes sectores en lucha.
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Esta política, obviamente, no despeja otros debates importantes. Como uno estratégico, qué herramienta construir para salir de este brete para los trabajadores. Guillermo Pacagnini, ante la fracasadas experiencias del PJ que repasa con agudeza, propone en su artículo de Alternativa Socialista: “Sin dudas, las banderas que proclamaba el primer gobierno peronista están pendientes y a nadie le es difícil imaginar que se puedan concretar de la mano de los dinosaurios del PJ o los carcamanes de la burocracia sindical. Para lograr la independencia económica hay que romper con el FMI. No habrá soberanía política si continúa la injerencia colonizadora de los imperialismos que pugnan por la hegemonía mundial. Tampoco justicia social sin empoderar a los trabajadores tocando los intereses de las patronales monopólicas, es decir combatiendo al capital. Es la razón de fondo por la que este proyecto está agotado y hay que construir algo nuevo para concretar esas banderas, un proyecto anticapitalista y socialista de la mano de una fuerte y amplia alternativa de izquierda”[xiii].
[i] Milei activó los airbags cuando se encendieron las luces de alerta. Jorge Liotti – La Nación (1-9-2024)
[ii] Solo con las milanesas no alcanza. Eduardo van der Kooy – Clarín (1-9-2024)
[iii] Los enemigos imaginarios de Javier Milei. Joaquín Morales Solá – La Nación (1-9-2024)
[iv] Milei se metió en un brete: para salir negocia con Macri y depende de Cristina. Ricardo Kirschbaum – Clarín (1-9-2024)
[v] El feroz ataque de Milei a los jubilados, la fascinación que generan los locos entre los jóvenes, la falaz ilusión de la caída del gobierno y el debate sobre qué es el peronismo. Roberto Navarro – El Destape (1-9-2024)
[vi] Parpadeos. Horacio Verbitsky – El Cohete a la Luna (1-9-2024)
[vii] Los próximos vetos y la recesión furiosa que no muestra “6, 7, Toto”. Alejandro Bercovich – elDiaroAr (1-9-2024)
[viii] Riesgo de default: los dólares no alcanzan para pagar los vencimientos de 2025. Cristian Carrillo – El Destape (1-9-2024)
[ix] Ídem.
[x] Primera encuesta sobre el veto de Milei al aumento a los jubilados: Dos de cada tres argentinos lo rechaza. Raúl Kollmann – Página 12 (1-9-2024)
[xi] Ídem.
[xii] El veto a ley de jubilaciones | Ante un escenario incierto en el Congreso, Milei depende de los gobernadores. Laura Cerra – La Nación (1-09-2024)
[xiii] ¿Pelear por dentro del peronismo?. Cuando se amaga por izquierda y se pega por derecha. Guillermo Pacagnini – Alternativa Socialista.