El pasado jueves 15 de agosto, la Cámara de Diputados de San Juan sesionó y votó adherir al RIGI. Un sector del PJ y JxC se pusieron de acuerdo, como siempre, y juntos levantaron la mano para terminar de subordinar a capitales extranjeros la poca soberanía ambiental que teníamos. Fueron 21 votos a favor, 14 en contra y 1 ausente.
Esta ley de saqueo libertaria a la que la provincia se verá sometida es una reversión aun mas siniestra de lo que fue el histórico pacto Roca-Runciman o la nefasta ley de inversiones mineras del menemato. Las grandes inversiones están autorizadas a darse un festín con nuestras montañas y sierras, sin pagar impuestos y peor, sin verse afectados por las leyes que al menos en papel nos daban un resguardo, como la Ley General de Ambiente mbiente o la tan pisoteada Ley de Glaciares.
Fueron 5 horas donde la casta sanjuanina, único sector beneficiado por las más de 2 décadas de megaminería contaminante, sacó a relucir el “manual de la estafa del progreso”. Repitieron hasta cansar las mentiras del “trabajo para todos”, “desarrollo económico sustentable” y quizás la mas clínica de todas: que en San Juan el extractivismo tiene “licencia social”.
Llevamos décadas de megaminería y agronegocio, cada día que pasa vemos cómo la riqueza de unos pocos crece hasta querer adueñarse de todo, incluso hasta de nuestra agua. Año tras año cientos de familias sanjuaninas son arrojadas bajo la línea de pobreza que hoy ya alcanza un indignante 58%, con un 19% en la indigencia. Más allá de datos y números, la realidad es patente, San Juan es una provincia que sirve de caja a los políticos de siempre y sus amigos empresarios, mientras el hambre se hace presente todos los días en la inmensa mayoría de las casas.
Tomar las calles hasta arrancarles lo nuestro
Mientras el gobierno de Orrego y la oposición peronista remataban nuestro derecho a vivir en un ambiente sano, en las puertas de la Legislatura se respiraba lucha. En unidad nos manifestamos organizaciones de derechos humanos, asambleas del agua, organizaciones ambientales, referentes gremiales y partidos de izquierda.
Dejamos bien claro que en San Juan NO queremos seguir siendo zona de saqueo para los grandes capitales y que la única forma de frenar el maldito RIGI y el ajuste de Milei y Orrego es tomando las calles, organizando la voluntad de las miles de personas qué saben o intuyen que la salida no pude ser rematar los ríos o reventar los glaciares que nos quedan.
Tenemos que dar vuelta este sistema destructivo y poner en pie una alternativa basada en suplir las necesidades reales de las mayorías, no al servicio de la ganancia caníbal. La lucha es por una agenda que termine con la megaminería y el agronegocio terrateniente, necesitamos repartir la tierra entre quienes la trabajan, fomentar los mercados comunes donde podamos adquirir productos de estación libres de veneno y aprovechar el potente sol del Kuyum para generar la energía que necesitamos.
Es mucho lo que hay que hacer y los grandes capitales nos arrastran al colapso irreparable. Sumate a defender el derecho a vivir en ambientes sanos libres de toda explotación. Ahora más que nunca, la elección es ecosocialismo o barbarie.