Conocimos a Imane Khelif al dejar fuera del ring en 46 segundos a la italiana Angela Carini en el boxeo femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024, pero no por su golpe certero, sino por el desenlace de esta pelea que derivo en todo tipo de comentarios transodiantes, y de falsos estereotipos sobre las mujeres. La boxeadora argelina debe dar mas batallas que los golpes en el ring. Fachos y atrasados alineados contra las mujeres otra vez.
Una pelea que desencadenó una guerra
Imane Khelif inició su carrera olímpica el jueves pasado con una victoria sobre la italiana Angela Carini, quien abandonó la pelea después de 46 segundos. Las declaraciones de Angela Carini bastante confusas, dieron lugar a especulaciones sobre la identidad de género de la boxeadora de origen argelino, provocando comentarios de figuras como el candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, o la escritora de Harry Potter, Rowling, o el propio Milei, quienes afirmaron equivocadamente que Khelif era un hombre o un transgénero.
El desenlace de la pelea entre ambas boxeadoras fue el que dio lugar a todo tipo de confusiones, Carini se negó a estrechar la mano de Khelif después de que ésta fuera declarada vencedora tras su breve combate, y acto seguido no sólo cayó de rodillas en el ring, sino que comenzó a llorar, diciéndole a la prensa. “tengo el corazón roto, subí al ring para honrar a mi padre. Me dijeron muchas veces que era una guerrera, pero preferí parar por mi salud. Nunca había sentido un golpe así”, y siguió:” Es injusto”.
Carini también contestó, ante una pregunta de la prensa, de un modo bastante ambiguo: “no soy nadie para juzgar este combate, no soy referí”, dando lugar a la posibilidad que no se le debía haber permitido la participación a Khelif.
Una mala perdedora
“Todas las batallas se ganan o se pierden primero en la mente”. Frase de Santa Juana de Arco. Y que viene bien para pensar las posibilidades de Carini frente a este combate o cualquier otro.
Los combates de boxeo son bastante particulares, y en realidad requieren de reglas estrictas, principalmente por su contacto físico. Ahora, también es sabido que toda boxeadora o boxeador antes de enfrentar a un rival lo conoce muy bien. Carini conocía muy bien contra quién se enfrentaba. Aun así, decidió no solamente competir, sino provocar este desenlace tan confuso que dejó abierta una gran polémica.
¿Podría haber actuado distinto Ángela Carini? Seguramente que sí, En primer lugar, sabiendo quien era su contrincante podría haberse preparado mejor, aunque hay que aclarar que Khelif no es gran ganadora, ha perdido en muchas instancias de boxeo, pero Carini decidio la peor de las soluciones, que no es en si abandonar, sino responsabilizar a su contrincante abriendo la duda sobre si era legitima su participación. La verdad que esa actitud no refleja el espíritu olímpico que tienen estos juegos, es tramposa, desleal y de mala perdedora. Una actitud poco deportista, con un sesgo misógino y equivocado. Mal para Carini que no solo tendrá que entrenar más, sino deconstruirse mas también, ya que su condición de mujer no la libero de mandatos y formatos patriarcales y machistas.
¿Quién es Imane Khelif?
Nació en Argelia. Desde niña quiso boxear, pero su padre se lo prohibió porque era una niña. En su adolescencia, se volvió más alta que sus amigas y mas fuerte, eso le da terreno para practicar boxeo y lo hace con toda su alma. Entrena y se vuelve una de las mejores en Argelia, su país la manda a las competencias mundiales y luego a las olimpiadas. En Argelia está prohibido cualquier disidencia, en especial ser trans, jamás podría haber representado a su país si lo fuera.
Luego de las falsas informaciones sobre la boxeadora, hay que aclarar que Imane Khelif no es una mujer trans, o un hombre, sino que sufre de una condición llamada “hiperandrogenismo”, resultado de una afección en la cual los ovarios producen demasiada testosterona. Entre los síntomas del hiperandrogenismo se destacan: acné, cambios en el contorno corporal femenino – la primera de las razones por la que la consideraron equivocadamente trans-, aumento del vello corporal, ausencia de períodos menstruales y piel grasosa.
La boxeadora argelina fue descalificada del Mundial de Boxeo 2023 en el transcurso de este, por no cumplir con los parámetros de la Asociación Internacional de Boxeo, pero en cambio el Comité Olímpico Internacional (COI) publicó este jueves pasado un comunicado. En el documento, el COI enfatiza en que “toda persona tiene derecho a practicar deporte sin discriminación”. Resaltan por sobre todas las cosas que “los atletas que participan en el torneo de boxeo cumplen con las normas de elegibilidad y de inscripción de la competición” y denuncian “información engañosa”.
“Tal enfoque es contrario a la buena gobernanza. Las reglas de elegibilidad no deben cambiarse durante la competición en curso, y cualquier cambio de reglas debe seguir procesos apropiados y debe basarse en evidencia científica”. Sentencio la COI con respecto a la resolución tomada por la IBA en 2023.
Imane Khelif no es la única afectada con estas cuestiones, hay otra boxeadora asiática, la taiwanesa Lin Yu-ting, que viene avanzando hacia la final en estos juegos olímpicos.
“Son hombres”, dicen los fachos desde la TV
A partir de la desafortunada reacción de Carini, se desarrollaron las más innumerables ridículas expresiones por las redes.
“¡Yo mantendré a los hombres fuera del deporte femenino!”, escribió el candidato republicano y expresidente Donald Trump en la red Truth Social. Milei por su parte, opino al compartir un comentario en redes sociales de un usuario con el que suele coincidir. En ese mensaje, publicado en X, desde la cuenta ‘Pregonero’ se afirma que Imane Khelif “es un tipo“, por lo que no debería haber competido contra una mujer. Por lo que el presidente argentino dijo “Vengan a explicar esto. Cuando se les marcan las estupideces con argumentos, responden poniendo todo tipo de etiquetas que buscan cancelar el argumento que los debates. Después aparece la realidad que los expone frente a su imbecilidad“, dijo Milei apuntando a los “boluprogres” Y añadió: “Si seguía la mataba”.
La realidad mas bien los expuso a ellos, que no dudaron de pensar y decir que Khelif era un hombre o un trans. Es obvio que estos comentarios tienen un origen que son los estereotipos femeninos que imperan, y por ende la boxeadora argelina, que no cumple con esos parámetros estéticos, es desacreditada como mujer. Ya no solo se pone en duda la autopercepción, sino van mas allá, y ponen en duda el propio biologicismo que defienden, al no encuadrar en los formatos estéticos que “debemos tener las mujeres”.
No solo es equivocado, y contra cualquier perspectiva de género, sino que es de un profundo atraso. Las mujeres no pueden ser altas, gordas, o grandes, no pueden tener fuerza, ni vellos, no pueden tener mandíbula marcada, ni músculos, no pueden ser valientes, o atletas. “Me gustas cuando callas porque estás como ausente…” diría Neruda. Aunque él lo contextualizaría con todo romanticismo, pero cuanto hay de cierto que la mujer callada, sumisa, y moldeada según los parámetros estéticos da mas seguridad a los hombres, que no sienten su entorno atacado, ni hablar a estos hombres, que reproducen lo peor del patriarcado al servicio de descalificar en este caso a una mujer.
Hay otros estilos menos Picapiedra, como es el caso de Meloni, que fue mas astuta y menos arcaica , escribió en sus redes: “Sé que no te rendirás, Ángela, y sé que algún día ganarás con esfuerzo y sudor lo que te mereces. En una competición finalmente justa”. “No estoy de acuerdo con lo que pasó hoy. Agradezco a Angela Carini por cómo luchó, aunque no pudimos verla, solo vimos pequeños destellos”, la verdad es que no se la vio luchar, ni siquiera en un destello. Pero por lo menos fue mas prudente a la hora de opinar.
En igual mal tino muchos programas de deporte y “especialistas” en boxeo, como es el caso de Horacio Pagani que estuvo una hora en TN explicando el error de dejar competir un hombre con una mujer en boxeo, aunque fuera “mujer trans”.
Todo lo expuesto en redes, mostrando la ignorancia sobre el tema, y el atraso en los conceptos no fueron nunca aclarados, ni modificados. Una estrategia que se esta usando a menudo, instalar cosas no ciertas por los medios que reproducen conscientemente y convierten en “verdades” o “dudas razonables” barbaridades absolutas.
Mujer y deporte, un debate lícito
Las mujeres siempre han tenido obstáculos para la competencia deportiva nacional e internacional. En primer lugar, si en todos los deportes pueden competir las mujeres, ya que algunos opinan aun que los deportes tienen género. Lo que sigue atrasando el desarrollo para la incorporación, preparación y consolidación de atletas femeninas. Es un debate largo que se profundizo con la novedad de las atletas trans.
Comenzó mucho antes que la nadadora estadounidense Lia Thomas, reconocida por ser la primera campeona transgénero en la historia de la NCAA División I, haya perdido su batalla legal contra World Aquatics, ya que la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) impidió que Thomas compita en los Juegos Olímpicos de París, este es un debate que aún nos debemos.
Por supuesto cada deporte o disciplina tiene sus parámetros para competir, pero las observaciones son para las mujeres siempre. Pensando en el boxeo por ejemplo, nadie en la historia ha dado opinión sobre boxeadores que aun cumpliendo su categoría, eran verdaderos competidores colosales, Muhammad Ali, Roberto Durán, Mike Tyson, o Rocky Marciano entre otros. Cualquiera de ellos podía dar un golpe inevitable de derrota para su oponente, pero aun así los boxeadores se perfilaban para competir con estos pugilistas, porque les daba propaganda y respeto aun perdiendo.
En otras competencias o deportes, parece que las diferencias físicas no son observadas a los hombres, como si se hace con las mujeres. Basta con ver en estos mismos juegos olímpicos, la impactante imagen del jugador más bajo contra el gigante Wembanyama en la sufrida victoria de Francia ante Japón en básquet.
Es obvio que ser mujer también requiere no solo entrenar para ser buena en un deporte, sino también superar todos los prejuicios y estándares estéticos que aun son pate de todos los esquemas machistas. Siempre que se cumpla con los parámetros para competir y que no se muestre ventaja deportiva nadie debe estar privado de ser parte de una competición. La ventaja deportiva no se da perse ni por ser una mujer con un estereotipo diferente, ese análisis clave debe ser debatido y discutido para dejar atrás estas nubes que oscurecen no solo los juegos olímpicos, sino los deportes en general. En el caso de Imane Khelif cumpliendo con los parámetros exigidos, esperamos que llegue a la final, y logre su sueño de ganar la medalla de oro, medalla, que por cierto tiene mas que merecida.