Compartimos la nota publicada originalmente en el sitio web de la Liga Internacional Socialista.
Este domingo 30 de junio se realiza la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Éstas fueron convocadas en fecha adelantada debido a la dura derrota política que el pasado 9 recibió en las elecciones parlamentarias europeas el gobierno de Emmanuel Macron a manos de Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional.
Con una participación menor al 52%, en esa votación RN ganó con el 32,4%, mientras que la coalición oficialista (Renacimiento y otros) sacó menos de la mitad: 14,6%. La crisis política obligó al presidente francés a disolver el parlamento y adelantar las legislativas, cuyo pronóstico más probable es una nueva victoria de RN, que así quedaría en condiciones de condicionar al gobierno.
En suma, 49 millones de votantes podrán renovar las 577 bancas que integran la Asamblea Nacional. El sistema electoral francés no es democrático por proporción de votos: cada circunscripción, de unos 125.000 habitantes, elige diputado al más votado. Si nadie logra mayoría absoluta, o sea más del 50%, pasan a la segunda vuelta las listas que superen el 12,5%. Si bien las encuestas dan ventaja al candidato Jordan Bardella de RN, cuyo eje de campaña es contra los inmigrantes y el islamismo, el descontento popular con el gobierno de Macron se expresa también en una polarización política que relega al oficialismo al tercer lugar y ubica como segunda fuerza al Nuevo Frente Popular, de centroizquierda, integrado por el PS, el PC, los Verdes y La Francia Insumisa.
De todos modos, aunque diga ser barrera ante la extrema derecha, esa “izquierda” del régimen e institucionalista ya gobernó varias veces en alternancia con la derecha tradicional y ambos aplicaron planes de austeridad y políticas antisociales similares. La frustración con los gobiernos de unos y otros es lo que en los últimos años le allanó el camino a la extrema derecha, incluso en sectores de la clase trabajadora y el pueblo.
En este marco, el Nuevo Partido Anticapitalista Révolutionnaires, en el que militan nuestros camaradas de la LIS Francia, tras el rechazo de Lutte Ouvriere a formar un frente de la izquierda revolucionaria, presenta listas propias en 28 circunscripciones. Allí en donde no presenta lista, apoya la de LO. A su vez, el NPA de Besancenot y Poutou mantiene su equivocado seguidismo al NFP, y Révolution Permanente, de la Fracción Trotskista que lidera el PTS argentino, se presenta en una sola circunscripción.
Desde la LIS expresamos nuestro apoyo militante a las candidaturas del NPA-R. Y para la segunda vuelta del domingo 7 de julio, más allá de sus limitaciones, habrá que dar un voto crítico al NFP para impedir el triunfo de la extrema derecha. Del resultado electoral surgirá una cohabitación política compleja, que no resolverá la crisis económica ni de representatividad en Francia. Será sólo mediante las luchas en las calles y la confianza en sus propias fuerzas que la clase trabajadora, la juventud y el pueblo podrán defender sus derechos de los ataques que preparan los partidos del capitalismo imperialista en Francia.