El gobierno de Milei y Bullrich desplegó una feroz represión para hacer pasar su recortada Ley Bases. Hubo unas 35 personas detenidas y más de 200 resultaron heridas. Sufrieron maltrato policial y enfrentan causas armadas. Exigimos su inmediata libertad y la nulidad de las imputaciones delirantes. Estamos frente a un régimen represivo y violatorio de todos los derechos democráticos.
El 12 fue la protesta en Congreso contra la Ley Bases. Allí se vio de nuevo, y con mucha mayor saña, el intento de cambio del régimen político al que avanzan Milei y Bullrich para imponer su plan de ajuste. Por la tarde, cuando ya se habían retirado la CGT y las CTA, hubo un fuerte despliegue de fuerzas policiales y de seguridad, en especial de las policías Federal y de la Ciudad, que provocaron y reprimieron con gases lacrimógenos, palos, balas de goma, carros hidrantes e incluso armas de fuego (ver foto). Tampoco faltaron infiltrados. Luego se desarrolló una verdadera cacería, con detenciones a muchas cuadras de Congreso, durante y después de la desconcentración hasta entrada la noche.
Al cierre de este periódico las compañeras y compañeros ya llevan más de 36 horas de detención y solo algunos fueron indagados. Entre ellos está nuestra compañera Sasha Lyardet, estudiante de la UNSAM y militante del MST, la asamblea de San Martín y la Campaña por el Derecho al Aborto. Junto a otras seis jóvenes, pasaron más de 12 horas esposadas e incomunicadas e incluso tuvieron que dormir en el suelo debido al hacinamiento existente en comisarías y alcaidías. Lo mismo sucedió con muchos detenidos. La defensa jurídica de Sasha la asumió la compañera Claudia Leaños, del CADHU (Centro de Abogades por los Derechos Humanos).
Campaña delirante y causas armadas
Aprovechando el lamentable y sospechoso incendio de un móvil de la radio Cadena 3, tanto Milei como la ministra Bullrich, el vocero-bufón Adorni y otros funcionarios salieron con una campaña mediática delirante, replicada por los grandes medios, acusando a los manifestantes de ser «grupos terroristas», «criminales» y promotores de un «golpe de Estado».
Como diez manifestantes fueron detenidos por la Federal y el resto por la policía porteña, de arranque estaban a cargo de las respectivas fiscalías. Pero la tardanza en todos los trámites con las y los detenidos, que implicó deambular horas enteras por alcaidías y comisarías, luego tendría una explicación: la enorme presión política del gobierno nacional sobre el fiscal Carlos Stornelli para que todos los casos pasen a la justicia federal y bajo gravísimas acusaciones: daño agravado, incendio o estrago, intimidación pública, organización o pertenencia a agrupaciones que tengan por objeto imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor (o sea terrorismo) y hasta delito contra los poderes públicos y el orden constitucional (o sea sedición), entre otras. Solo faltó que nos acusaran de volar las Torres Gemelas…
Cabe recordar que las llamadas leyes antiterroristas que ahora les imputan fueron impulsadas por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Y que la figura penal de sedición no se aplica desde la crisis de 2001, cuando se utilizó contra organizaciones piqueteras en Salta. Con semejantes cargos, Stornelli pide prisión preventiva para todos los detenidos. Un asco total y una flagrante violación a los derechos constitucionales y a los tratados internacionales de derechos humanos firmados por la Argentina.
Libertad a lxs presxs por luchar
La solidaridad se hace sentir. Militantes, compañeres, amigues y familiares acercan comida y frazadas a las comisarías, averiguan data, buscan abogados para las defensas que faltan, hacen colectas y campañas en las redes, cantan, todo para bancar a las y los compas detenidos. Es posible que entre viernes y sábado se hagan las indagatorias, tras lo cual deberían ser liberados. Además, el viernes 14 se hace una conferencia de prensa de organismos de derechos humanos, diputados y referentes en la sede del Servicio Paz y Justicia, el Serpaj. Se empieza a delinear una gran marcha antirrepresiva unitaria para la semana próxima.
Llamamos a construir la mayor unidad de acción posible para frenar toda esta ofensiva persecutoria. Seguimos exigiendo la inmediata libertad de las presas y presos por luchar, así como el cierre de las causas penales armadas, en el camino de derrotar el protocolo represivo de Bullrich y el intento de Milei de avasallar todos los derechos y libertades democráticas vigentes.