Finalmente, luego de 6 años de lucha quedó prescripta la causa contra los 27 estudiantes de la UNC que fueron parte de la defensa de la Universidad Pública en 2018. Una victoria contra la persecución política y la represión de los gobiernos.
Luego de la lucha contra del ajuste macrista de 2018, la Justicia Federal, avalada por autoridades radicales y peronistas de la UNC, iniciaron un proceso judicial contra 27 estudiantes que presuntamente habrían estado en la toma del Pabellón Argentina. Caratulada con el mentiroso nombre de “usurpación”, la causa amenazó con llevar a un juicio a les estudiantes y tuvo una clara intención política: Amedrentar y aleccionar a todos los estudiantes que se movilizan en defensa de la educación y a los luchadores en general.
Debates saldados
Durante la pelea por la absolución de los estudiantes de la UNC surgieron fuertes debates con las agrupaciones que conducían los centros de estudiantes por su rol en el proceso. Por el lado de Franja Morada mantuvo su apoyo al rectorado que facilitó la criminalización de les 27, mientras que Bisagra y Sur se negaron a presentarse como testigos a favor les procesades. Por acción u omisión ambos sectores bajaron la bandera de defensa de la educación y le dieron la espalda a una causa que podía sentar un precedente contra todo el movimiento estudiantil.
Conquistar la prescripción de la causa es un triunfo que se da luego de 6 años de denunciar que la misma tenía el interés político de criminalizar la protesta y el objetivo de sacar a los luchadores de las calles para que los gobiernos apliquen el ajuste como quieren. Sostener la movilización y la coordinación de les procesades con las organizaciones políticas, sociales, de Derechos Humanos y estudiantiles, así como expresar la solidaridad con otros sectores atacados y perseguidos por luchar fue lo que permitió esta conquista y no la confianza en la rosca judicial.
Continuemos la pelea
En el contexto del duro ajuste a la universidad que viene llevando adelante Milei, la caída de este juicio no es un dato menor, es una demostración más de que luchar sirve y que no hay persecución que paralice la movilización estudiantil.
Mientras Milei y su gobierno de ultraderecha sigue desfinanciando la Universidad Pública, negando el presupuesto para salarios, becas y las aulas que necesitamos, les estudiantes tenemos que sacar conclusiones y organizar hoy más que nunca la pelea por presupuesto para la educación.
¡Luchar por la educación no es delito!
