Declaración de la Junta Interna de ATE INCAA: Pirovano quiere consolidar la destrucción del cine y notifica a más de 250 trabajadores para que no asistan desde este lunes.
La gestión Pirovano al frente del INCAA dio un paso más en la consolidación de un modelo que pretende destruir los cimientos de nuestra cinematografía.
Con la resolución 62/2024 del 18 de abril, ha conformado una nueva estructura organizativa que destruye el fomento a la producción cinematográfica a favor de la expansión de la industria trasnacional. De paso, tira por la borda gran parte de los lineamientos que el propio Pirovano prometió a las asociaciones del sector.
Encima de las 15 unidades operativas que disolvió el 20 de marzo y la suspención de presentación de proyectos en ventanilla continúa por 90 días hábiles que decretó el 10 de abril, paralizando la producción en todo el país, además esta reestructuración elimina 4 Gerencias, 6 subgerencias, 11 coordinaciones y 9 departamentos.
Desaparece la gerencia de Fomento y es reemplazada por una subgerencia de “Promoción” con dos objetivos declarados: concursos y créditos bancarizados a los que muy pocos van a acceder. Sin exageraciones, con estas medidas desaparece la producción independiente de cine argentino, la producción de documentales y cualquier otro tipo de realización ajena a las lógicas del mercado.
No vienen a “racionalizar el gasto del organismo en favor del fomento a la producción”, como habían declarado cínicamente. Toda especulación de que pensaban ajustar por otros lados pero mantener la política de fomento debe quedar en el olvido.
La otra gerencia afectada es la de Fiscalización, la encargada de controlar el funcionamiento de la distribución y exhibición cinematográfica, garantizar la cuota de pantalla, la recaudación impositiva, y que en el último año había dado los primeros pasos necesarios en gravar a las plataformas. La reducen a un departamento, fusionando con la CAEC, que califica las películas exhibidas en el país, y acortando sus funciones a la actualización del registro público de la actividad cinematográfica (RPACA).
Dejan en condiciones inoperantes a Cine.Ar TV, Cine.Ar Play, el Cine Gaumont, los Espacios INCAA, Ventana Sur, el Festival de MDQ y los programas de exhibición.
Se trata de decisiones que solo pueden surgir desde el más profundo desconocimiento y desde la más descarada improvisación, combinada con un trasnochado mesianismo ideológico. Todo muy lejos de la idoneidad requerida para decidir sobre los recursos y las políticas públicas cinematográficas, idoneidad que sí se le exige a las y los trabajadores.
La nueva estructura es un mazaso para les trabajadores del INCAA, que ya estamos enfrentando el despido de un tercio del personal. El 19 de abril, otros 254 trabajadores de Fomento, Unidad Operativa de Gestión, CAEC, Fiscalización, Exhibición y Audiencias recibieron notificaciones indicando que a partir de este lunes deben dejar de asistir al trabajo y que pasan a un proceso de reasignación de funciones. A les trabajadores del Cine Gaumont se les pidió que no vayan, siendo un cine comercial que tiene el compromiso de exhibición con el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), el segundo festival de cine más importante del país que está ocurriendo en este momento; una contradicción e improvisación completa si se pretende que el Gaumont sea “el Teatro Colón del Cine Nacional” como dijo Pirovano.
El ataque a la cultura en general y al cine nacional en particular, es enteramente político. El proyecto del gobierno, que beneficia a un puñado de millonarios a expensas del hambre y la miseria de millones, necesita el protocolo de represión porque la movilización les significa un verdadero obstáculo. Por el mismo motivo, necesitan cerrar todos los canales de producción independiente de conocimiento, ciencia y cultura. El cine nacional que se ha ganado y construido en este país tiene una estructura de fomento que el poder político y las grandes productoras no controlan directamente. Por eso es una amenaza que necesitan atacar.
También buscan derrotar a quienes más visible y consecuentemente los han enfrentado desde que asumieron. Si derrotan al INCAA y a la Cultura, podrán avanzar contra todes con mayor confianza. Quieren hacer un “ejemplo” y una advertencia de nosotres.
Les trabajadores del INCAA venimos soportando la más despiadada violencia laboral desde que asumió este gobierno. Los ataques, las amenazas de cerrar el Instituto, los despidos y pases a disponibilidad generan incertidumbre, ansiedad y bronca. Pero no vamos a bajar los brazos. Junto a todes les estatales y trabajadores de la Cultura, vamos a luchar hasta las últimas consecuencias. Ésta la peleamos sin cuartel hasta el final. Pero sólo somos la primera línea de un pueblo entero, y vienen por todes.
Necesitamos de todes. Necesitamos fortalecer los lazos de solidaridad, construir la unidad para luchar y agudizar las medidas. Nada está perdido. Todavía podemos ganar todo o perderlo. Pero el desenlace va a depender de lo que hagamos o no hagamos. No seas un mero espectador, seamos protagonistas en dar la pelea.