domingo, 22 diciembre 2024 - 12:30

Santa Fe. El estratégico puente carretero al borde del colapso

El pasado viernes 29 de marzo, tras darse a conocer por los medios locales la extensión de las grietas de uno de los calces del puente carretero (une Santa Fe y Santo Tomé a través de la ruta nacional 11), se decidió la suspensión total de la circulación. Personal de vialidad Nacional informó que las obras preventivas llevarán entre 60 y 90, las mismas se centran en colocar un puente Bailey en el lugar afectado.

Las denuncias de las y los vecinos sobre el estado de la estructura no son nuevas, en junio del año pasado trabajadores de Vialidad Nacional hicieron reparaciones en una de las zonas más afectadas por el paso del tiempo y el intenso uso. Además, se trata de una estructura que ha tenido que sobrepasarse a las intensas correntadas del río salado en los periodos de inundaciones como en el 2003 y recientemente este año.

Durante el periodo que demanden las reparaciones los miles de autos, colectivos y camiones que transitaban por el puente son desviados por el acceso de la autopista Rosario-Santa Fe que ahora se ha transformado en la única vía de acceso desde el oeste que la capital santafesina tiene.

Algunos expertos aseguran que el puente sigue en pié debido a su excelente construcción, pero no todo dura para siempre. El carretero fue inaugurado en 1939, es decir, hace 83 años. En su momento, la obra fue pensada para que circulen alrededor de 2 mil autos por día, pero a la fecha lo hacían más de 40 mil de forma continua junto a colectivos de doble piso, urbanos y camiones.

La compleja situación puso en evidencia que las promesas realizadas por el ex presidente Néstor Kirchner en el año 2007, sobre la construcción de un nuevo puente que se firmó el 17 octubre de ese año, no se cumplieron porque nunca aparecieron los fondos a pesar de que hubo diferentes discusiones sobre el nuevo trasado de la obra. Más cerca de la fecha, Sergio Massa, ex ministro de economía nacional y candidato a presidente, en plena campaña electoral también hizo promesas al aire. Sin embargo, el problema sigue presente y el actual gobierno de Javier Milei, a través de la Vialidad Nacional, quiere tapar el problema con un puente Bailey que claramente no será garantía de seguridad para las y los miles de personas que día a transitan por la zona.

Es evidente que las prioridades de los gobiernos de turno no están puestas sobre las necesidades y el bienestar de la población en general, sino en sostener un sistema que nos pone en peligro a la hora de ir a trabajar, estudiar o pasear.

Los fondos para la construcción del nuevo puente no se pueden frenar más, es urgente que se destine todo el presupuesto necesario para su ejecución bajo control estatal, de esa forma se evitaría la corrupción con privados y obras que duran décadas, y se garantizaría la incorporación de la mano de obra necesaria para concretarla en el menor tiempo posible. Plata hay, Santa Fe puede cobrar un impuesto a las grandes empresas cerealeras que se han visto favorecidas por la existencia de este puente estratégico. Además, el gobierno de Pullaro puede exigir de forma urgente el pago de los millones de pesos que la nación adeuda en cuestión de impuestos coparticipación para avanzar en las obras. Nuestras vidas valen más que las ganancias de unos pocos, tenemos que defenderlas.

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