El día viernes 8 de marzo se realizaron las elecciones a delegados de la división de Líneas Aéreas de EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba), en las cuales nuestro compañero Manuel Guzmán se convirtió en el nuevo delegado de su división. Se impuso por 12 votos, dejando al segundo candidato con 8 votos y el tercero con 7. Es importante señalar que con tan solo un año de antigüedad en el sector y siendo el más joven de la división logró ser el candidato más votado por sus compañeros, en uno de los sectores más combativos y bastión de la burocracia.
En el mes de diciembre se habían realizado las elecciones de la Comisión Directiva del sindicato Luz y Fuerza, con un oficialismo dividido en tres listas. Con todo el aparato sindical volcado y promesas vacías, la conducción consiguió la mayoría de los votos rasguñando hasta el último minuto, con tan sólo 24 votos de diferencia de la oposición. En febrero de este 2024 comenzó la renovación del cuerpo general de delegados.
Crisis por arriba, organización combativa por abajo
Este recambio en un sector clave para la burocracia se explica por la crisis del aparato del PJ, que en las elecciones gremiales de diciembre ya venía con muchos problemas. Aunque ganó otro secretario general, la lista se repitió exactamente igual que la elección anterior. Sumado a la ausencia de respuestas a su propia gente y ningún tipo de ejercicio gremial para fortalecer los canales de participación, el atraso salarial, las condiciones de trabajo y la ausencia de medidas concretas para responder con fuerza ante los reiterados intentos de ajuste y privatización tuvieron su reflejo en estas elecciones.
La intervención constante desde ANCLA y el MST siempre estuvieron al servicio de impulsar las principales acciones en defensa de los derechos laborales y el debate constante junto a los compañeros. Esa determinación hizo posible que hoy haya un delegado combativo para las luchas que se vienen.
Esta elección de delegados no es un hecho aislado, responde al proceso de recambio de dirección que hay a nivel nacional y en nuestra provincia, como es el caso de los docentes de UEPC Capital y en salud con UTS. Ante una dirección que hace oídos sordos a los reclamos y la falta de respuestas, se va despertando en los trabajadores la necesidad de ponerle un freno a las medidas que nos atacan directamente. Esto es una muestra más de cómo se empieza a evidenciar el resquebrajamiento de las direcciones históricas, que no responden a la altura del nivel de los ataques hacia nuestras conquistas. Cuando lo que hace falta no está sobre la mesa, ni se plantean mejoras, ni siquiera mínimas o parciales, no alcanza con volcar todo el aparato del gremio o intentar dividir a los compañeros.
Vivimos tiempos agitados, quieren profundizar el ajuste con más precarización y explotación, pero ya son varios los sectores de trabajadores que se están organizando para enfrentar los recortes, los despidos, para exigir aumento de salario, como es el caso de los docentes, estatales, bancarios, los trabajadores de la salud y de la cultura, ferroviarios, etc. Las luchas que se vienen son una oportunidad para que siga creciendo el sindicalismo combativo y para construir los gremios que hacen falta. En el camino de empezar a discutir la salida política que necesitamos los trabajadores.
Mafi Villafañe