El jueves 17, a menos de una semana de la aprobación del aborto legal en Diputados y después de dos días de exposiciones de especialistas y militantes, los senadores firmaron el dictamen. De nuevo hubo que escuchar irresponsabilidades, como la del “especialista” que criticó que el plazo para abortar sea de mil días…
Finalmente el dictamen de mayoría, favorable a la legalización, cuenta con 13 firmas de la comisión Banca de la Mujer, 9 de la comisión de Justicia y 10 de la comisión de Salud.
Tensiones verdes/celestes en el oficialismo
Los senadores mantuvieron la letra de la media sanción con sus limitaciones. Es más: las firmas del dictamen no estuvieron confirmadas hasta anoche. Pero el Senado es mucho más conservador que la cámara baja y, a tres bancas por cada provincia, su representación no es proporcional a la población.
En 2018 sus dinosaurios ya nos negaron el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. En aquel momento, la marea verde defendía cada artículo del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto con información y argumentos. Esta vez el Ejecutivo presentó un proyecto inferior a la media sanción de 2018 y encima en Diputados lo empeoraron, agregando la objeción de conciencia institucional.
Si hubiera una firme voluntad política del gobierno de garantizar el derecho al aborto, el Frente de Todos ya tiene los votos necesarios. Puede presionar a algún dudoso o mandar de viaje a algún celeste. Sin embargo, a riesgo de nuevas concesiones, negocia con los celestes que incluyó en sus propias listas.
No aceptar ninguna maniobra más
El senador entrerriano Edgardo Kueider (FdT) firmó el dictamen en disidencia, porque está más a favor de despenalizar que de legalizar. Y acompaña las objeciones del senador rionegrino Alberto Weretilneck, que pretende limitar aún más el artículo 10. Es decir, buscan reafirmar que el límite máximo es la semana 14 y luego sólo se permitiría por inviabilidad del feto, violación a menores de 13 años, violación a mayores de 13 años hasta la semana 22 o grave peligro para la persona gestante.
El cuestionamiento más claro al concepto de salud integral de la OMS lo hizo el diputado macrista Fernando Iglesias, contrario a su alcance amplio. Algunos senadores lo retomarían, incluso exigiendo una denuncia penal en caso de violación para permitir la práctica, barbaridad que sería retroceder del fallo FAL de la Corte Suprema.
Es preciso rechazar estas nuevas pretensiones retrógradas de recortar aún más el texto de la ley aprobada por Diputados, que ya es limitado.
Ante las trampas, seguimos movilizadas
Los diálogos al interior del oficialismo peronista abrirían dos opciones: 1) modificar la ley en el recinto, que entonces debería volver a Diputados para su aprobación definitiva, 2) incorporar más limitaciones en la reglamentación que hace el Ejecutivo.
En cualquiera de ambos escenarios, la única manera de frenar la ofensiva de los antiderechos es continuar en las calles para presionar al Frente de Todos y evitar que les siga cediendo terrenos a sus celestes y a la Iglesia. La articulación de la Campaña mantiene la misma lamentable actitud funcional al gobernó y sigue sin alertar sobre estos riesgos.
Para lograr que la votación del 29 sea favorable y sin nuevos obstáculos al derecho a decidir, desde Juntas y a la Izquierda y el MST te invitamos a organizarte con nosotres para volver a ocupar las calles, llenar Congreso y hacer sentir la fuerza de nuestra marea verde.