viernes, 22 noviembre 2024 - 13:34

Motosierra y licuadora. Caputo confirmó un salario mínimo y jubilaciones de miseria

Como ya es habitué de este gobierno, Luis Caputo, ministro de Economía del gobierno de Milei, en una entrevista en LN+ confirmó un nuevo ajuste. Esta vez sobre el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) y las jubilaciones. En la nota el ministro destacó que ambos montos tendrán un aumento “alrededor del 30 por ciento”. Porcentaje que, si se lo empata con la inflación de diciembre y enero, ni siquiera está cerca de arrimarse a los casi 50 puntos de inflación que se dieron.

De esta forma la jubilación mínima pasará de $105.713 a $137.500 (esto sin contar el bono), mientras que el SMVyM trepará de $156.000 a $180.000, para recién en marzo alcanzar el monto de $202.000. Cifras que, comparadas con la medición que arrojó el INDEC para que una familia no sea pobre ($596.823), no llegan a ser ni un tercio.

Sin embargo, con el descaro que lo caracteriza a Caputo, remarcó que este atraso se da porque “Es una situación que se heredó”. Nadie niega en los niveles paupérrimos en que se encontraban las jubilaciones y el SMVyM, pero lo que niega este personaje es que al desastre heredado le agregó una devaluación de más del 100% cuando asumió en Hacienda.

Una muestra de que la licuadora y la motosierra se usan con los sectores más vulnerables. La Oficina de Presupuesto del Congreso destaca: “Los gastos primarios sumaron $3.111.184 millones, lo cual implica una caída de 30,8% en términos reales. Con excepción de los subsidios al transporte (que crecieron 144,9% a/a), todos los conceptos mostraron disminuciones reales en la comparación interanual, siendo las más significativas las observadas en los gastos de capital (-75,6% a/a), programas sociales (-59,6% a/a), transferencias corrientes a provincias (-53,3% a/a), jubilaciones y pensiones (-32,5% a/a), gastos en personal (-18,0% a/a), asignaciones familiares (-17,7% a/a) y transferencias a universidades (-16,5% a/a)”. Toda una radiografía de cómo se logró el superávit financiero que tanto destaca Caputo. Mientras las y los jubilados, junto con quienes perciben un Potenciar Trabajo, veían derretirse sus ingresos el ministro festejaba el “ahorro” que se realizó. Donde no se ahorró nada fue en el pago de servicios de deuda, ya que los pagos se incrementaron en más de un 300%.

Los números pueden complejizar un concepto sencillo. Este gobierno, con algo más de dos meses de gobierno, ha colaborado con creces para que hoy el 57,4% de la población esté hundida en la pobreza. Y por más que Caputo ayer haya dicho que “En febrero yo creo que va a estar más cerca de 10 que de 20 por ciento”, lo cierto es que el panorama no cambió de color, sigue oscuro. Más allá de que el aumento de precios merme, en comparación con diciembre y enero, los salarios no se recuperan a la par, fenómeno que termina repercutiendo en la caída del consumo. Además, la devaluación inaugural del 118% sumada a la liberación de precios y tarifas, en un promedio de 70-75%, acentuó la tendencia hacia una estanflación (caída de la economía junto con alta inflación). Y mientras la capacidad instalada apenas llega a niveles pandémicos, se especula con una nueva devaluación para que los grandes pooles liquiden sus cosechas a fines de marzo y principios de abril.

Esta destrucción fenomenal de los ingresos, sumada a la de los trabajadores formales, no admite que haya más demoras para que las centrales sindicales de la CGT y las CTA vuelvan a convocar a otro paro general y un plan de lucha hasta derrotar los ataques del gobierno de Milei.

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