El paro y la masiva acción del 24E significó un nuevo golpe al plan de Milei. La masividad y la composición de la marcha demostró un peso de múltiples sectores sociales que están dispuestos a movilizarse. Asimismo, se expresaron las profundas contradicciones y debilidades de las centrales sindicales y el PJ. Al mismo tiempo la izquierda, con su programa, posicionamiento independiente, capacidad de coordinación y volumen de movilización, fue nuevamente una protagonista imborrable.
A menos de 2 meses de su asunción, la política de shock de Milei trajo su contraparte: una acción enorme, extendida en todo el país y con mucho apoyo social, incluso cuando la burocracia sindical y el PJ “regularon” la participación.
El ímpetu del gobierno de los primeros días, con su iniciativa turbulenta que lo caracterizó los primeros días se fueron tornando en problema, tras problema y en improvisaciones frente a la realidad. El gobierno que venía por todo, encuentra así una resistencia que ya lo está condicionando, casi desde el inicio.
La Argentina tiene una particularidad muy singular que hoy ya es un dato duro de la realidad: al proyecto de ultraderecha se le opone una fuerza mucho mayor que en otras partes del mundo como pueden ser el Brasil de Bolsonaro o el EEUU de Trump. Es el único país en donde hubo un llamado al paro naconal para enfrentar el plan de reformas derechistas, más allá de los límites y maniobras de la burocracia en los cuales me detendré en detalle.
El paro y sus razones
La burocracia debió convocar al paro forzada por una serie de circunstancias no deseadas y que escapan de su control que hemos descripto con más detalle en nuestro número anterior pero que vuelvo a nombrar sucintamente:
- Una presión por abajo que le trajo elementos de desborde
- Una presión orgánica del espacio independiente coordinado por la izquierda que levanta un programa alternativo consecuente
- Un descontento social en aumento por la propia situación económica del país
- Poco margen de negociación con el Gobierno
Este problema, el de convocar forzada por las circunstancias, no es menor y deriva en que la tesis del ajuste shock conlleva un riesgo importante para la clase dominante: riesgo de desatar fuerzas que desborden y encuentren caminos distintos del estatuido, el cual ha sido garantía de dominación en la Argentina durante años. En este sentido, la importancia cardinal de la estructura del PJ en el movimiento obrero como garante del régimen y el ajuste gradual controlado está en un momento crucial.
Más movilización que paro ¿Por qué?
La burocracia no se jugó a fondo por garantizar el paro. No hubo un impulso por abajo para poder garantizarlo más aún cuando dentro de los laburos existe un enorme debate en relación al paro y la convocatoria que es necesario discutir, problematizar y sacar conclusiones colectivas con las y los trabajadores. Pero nada de esto hizo la burocracia, solo fue un llamado en general, en mi lugar de trabajo (Hospital Italiano de Bs As), por ejemplo, se limitaron a pegar unos carteles 24hs antes de la acción.
En el caso de la CGT hubo casos concretos en donde laburantes que querían parar se encontraban con discursos como que les iban a descontar el salario y en todo caso eso lo tenía que reclamar judicialmente, ejemplo que muestra la línea que han tenido.
En tanto que las CTAs si bien ampliaron formalmente un poco más la convocatoria tampoco es que impulsaron a fondo el paro, lejos de eso, días antes del paro le firmaron a Milei una bochornosa rebaja salarial por paritaria, la promesa de un Aguiar distinto y más “combativo” quedó en el olvido.
La realidad es que las burocracias no tenían como objetivo joder a las patronales (con las cuales evidentemente pactaron “los paros”) pero, sobre todo, la razón fundamental reside en que no querían movilizar todo lo hubieran podido por el riesgo que implica. El síndrome del atril lo tienen grabado a fuego. De hecho en esta acción se armaron un corralito vallado y con gente probadamente fiel para no tener sorpresas desagradables.
Así y todo, la movilización sobrepasó el plan de la burocracia, porque decenas de miles de trabajadores y trabajadoras se movilizaron de una u otra manera, además de muchos jubilados y sectores medios que fueron por su cuenta y por supuesto la importante columna independiente que ocupó un importante contingente. Y esto que tuvo su epicentro en la Plaza Congreso tuvo su correlato en muchísimas ciudades del país, incluso superando marcas históricas de movilización en muchas de ellas.
Una foto que dice mucho
La movilización mostró:
- Que fue muy masiva y por más que el gobierno haya dicho que no cambiaba nada o que eran 40 mil, los hechos dieron su veredicto: dificultades para el tratamiento de la ley ómnibus, retiro del capítulo fiscal y de un ministro de primera línea.
- Que la burocracia de la CGT movió poco deliberadamente porque masificar conlleva sí o sí a meter elementos no controlados. Movieron esencialmente el “aparato” ligado a los sindicatos.
- Que la burocracia de la CGT no garantizó entrar encolumnada a la plaza visiblemente, siendo que supuestamente era la “protagonista” de la acción.
- Que las CTA aunque movilizaron más obedecieron el pedido de la CGT quedando por avenida de mayo taponando la entrada a la plaza.
- Que la columna independiente tuvo una importante presencia a pesar del objetivo y la política consciente de la burocracia de intentar desdibujarla
- Que las orgas del peronismo movilizaron acotadamente también.
- Que la afluencia de decena de miles de trabajadores y sectores medios en pequeños grupos de compañeros de laburo, en familias y muchos jubilados fue muy grande.
- Que el contenido político de la movilización expresaba la intensión de seguir luchando y profundizando la pelea. Lo contrario de lo que la conducción del evento relámpago que arrancó ante de lo previsto con menos de 30 min de acto efectivo.
- Que el protocolo antipiquetes es completamente impotente ante las movilizaciones masivas y Bullrich una vez más tiene dificultades para aplicar sus recetas represivas
La columna independiente
La burocracia reajustó aún más su política hacia la izquierda luego de lo sucedido en la plaza tribunales del 27 de diciembre cuando la columna independiente que expresaba la exigencia del paro activo y plan de lucha colmó la plaza e incluso incidió en los cantos con la necesidad del paro la burocracia intentó una política de incorporación del polo independiente. Ya para esta acción en la cual había convocado solo “a los cuerpos orgánicos” había intentado restringir a la izquierda con poco éxito. En esta oportunidad su política fue designar un lugar lejos del centro de la plaza e intentar restringir la expresión de una política independiente.
Sobre la nueva realidad intentó una nueva estrategia: combinar restringir con intentar contener en su interior. Su intento más significativo fue la de intentar absorber a Unidxs por la Cultura. Ofreciendo una supuesta columna de la cultura y el deporte intentó separar a este importante sector de lucha del polo independiente. Unidxs tuvo su asamblea y luego de un importante debate, en el cual algunos de los compeñeros de la izquierda (PTS-Contraimagen) terminaron con una propuesta que coincidía con la intención de la CGT, resolvió por mayoría sumarse a la columna independiente lo cual fue clave para debilitar el plan de la burocracia.
También giró este debate en torno a cómo marchaban las asambleas barriales y las y los trabajadores opositores a las conducciones de sus gremios. Acá también los debates fueron claves para poder fortalecer el polo independiente que se demostró la política más correcta dada la propia crisis de la burocracia sindical que hasta tuvo que nombrar la presencia de los sectores a los que pretendía esconder.
La columna independiente articuló al Plenario del Sindicalismo Combativo y otros sectores antiburocráticos, movimientos sociales, asambleas barriales, Unidxs por la Cultura, la coordinadora plurinacional basta de falsa soluciones (BFS), Organismos de derechos humanos del EMVJ, La campaña contra el derecho al aborto y lo partidos de izquierda, entre otros sectores que concurrieron por las suyas. Es decir, en la columna independiente de la CGT, se articuló lo más dinámico de la lucha de clases del último período, las expresiones genuinas de autoorganización. Además de expresar el sentir general de los que estábamos en la plaza y en las plazas de todo el país en la consigna de exigencia de un plan de lucha hasta derrotar el plan de ajuste de Milei y el FMI.
Después del paro
La jornada del 24E constituyó una importante batalla. Como decimos más arriba ha significado un golpe de magnitud al plan Milei. Sin embargo, también hay que decir que es necesario no darle tregua porque lejos aún se está de derrotarlo. Todo indica que van a intentar avanzar a como dé lugar. No hacerlo significaría un suicidio político (cosa que nadie hace) y no solo eso. El fracaso de este proyecto dejaría al régimen capitalista en la Argentina en la cornisa de un abismo. Toda la burguesía y los sectores privilegiados del sistema tienen claridad de esto. Encima el peso de la izquierda trotskista en la Argentina es importante y eso significa un peligro potencial mucho mayor. Es por esa razón que “El León” peleará como gato panza arriba antes de que su plan caiga apoyado por el conjunto del régimen. Esto hay que tenerlo más que claro y por eso mismo seguir desarrollando la pelea, exigiendo la continuidad a las centrales sindicales es clave, al mismo tiempo que se ayuda al desarrollo de los organismos de autorganización que se están dando y se combinan y articulas los problemas sectoriales con los generales.
En el movimiento obrero en particular junto con la exigencia de reaperturas de paritarias, de aumento general de salarios indexados, la lucha contra los despidos y las suspensiones, las condiciones laborales, el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial y la obvia pelea contra las reformas que pretende llevar adelante la burguesía, será necesario ir forjando una nueva dirección democrática, independiente, antiburocrática y de lucha es primordial.
A la vez comprender la lógica múltiple del ataque de Milei y de la respuesta social, con lo cual la coordinación genuina de los distintos sectores pasa a tener una importancia superlativa. Al mismo tiempo que debemos hacernos cargo del rol que, con muchas contradicciones y problemas, el Frente de Izquierda juega objetivamente en este proceso.
Por delante queda todo un proceso de debate en las cámaras del proyecto de ley y el DNU. Desde el polo independiente se ha llamado a rodear el congreso cuando se trate en diputados exigiendo el paro general a las centrales sindicales. Este proceso será largo y tendrá también la instancia de Senadores con lo cual seguir desarrollando la lucha y la exigencia a la continuidad de un plan de lucha están a la orden del día y combinar estas exigencias en general con las particulares de cada sector como pueden ser con los estatales por los despidos, los privados por el aumento salarial, etc.
Oportunidades y desafíos enormes
La burocracia se encuentra en una encerrona porque para no terminar de perder su base social necesita luchar, pero si apela al conflicto aumentan las posibilidades de desborde. Intentará hacer un equilibro entre ambas cosas. Es un equilibrio inestable que también requiere de políticas específicas y bien pensadas. Nuestra tarea es la de impulsar a fondo la lucha en todos los sentidos diferenciándonos políticamente de la burocracia per impulsando su lado positivo de la contradicción. Un primer balance de este período con el nuevo gobierno muestra lo acertado de esta política. Lo mismo corresponde a nivel de lo particular de los lugares, unidad en la acción, diferenciación en la política y en las propuestas. Los razonamientos lineales llevan al peligro del oportunismo o del sectarismo. Oportunismo cuando no nos diferenciamos políticamente de la burocracia y sectarismo si no impulsamos la unidad de acción. Hay miles de delegados y activistas que quieren pelear hasta al final y existen importantes posibilidades de empalmar con estas compañeras y compañeros. En ANCLA y el MST estamos empeñados en ello.