En menos de dos meses de gobierno de Milei en Argentina estamos preparando un paro general con movilización al Congreso. Esta medida se la arrancamos a la CGT y a las demás centrales que durmieron la siesta durante años. El 20 de diciembre fuimos la izquierda y los sectores combativos los que realizamos la primera movilización contra el liberfacho, desafiando el protocolo reaccionario de Bullrich y reclamando el paro general. El éxito de esa acción ayudó a que esa misma noche se multiplicaran los cacerolazos en los barrios, movilizándose al Congreso, desafiando nuevamente el protocolo y también exigiendo el paro general. Esta situación llevó a que la burocracia tenga que convocar el 27D a tribunales. Se jugaron a hacer una convocatoria para descomprimir por abajo e intentar abrir negociación por arriba. Por eso mismo la convocatoria era formal, pequeña, donde solo se jugaron a movilizar a los “cuerpos orgánicos” sin paro. No obstante, un grupo importante de trabajadores salió igual a las calles positivamente desobedeciendo ese lineamiento participando de esa convocatoria aún sin tener la cobertura de un paro y en un día laborable construyendo así una gran concentración de entre 25 y 30 mil personas. Allí logramos poner en pie una columna independiente que reclamó el paro general. El doble fracaso de la burocracia (desborde por abajo y ninguna negociación por arriba) forzó a los gordos a convocar al paro del 24. En definitiva, la clara polarización que produce la batería de medidas que pretende meter el gobierno contra la clase obrera llevó a que la burocracia del PJ fuera empujada por distintas presiones a una política incómoda y no buscada.
Una vez conocida la fecha del 24 de enero, la tarea ha sido la de asegurar una participación potente de un polo independiente en ese paro que plantee con fuerza lo decisivo en esta coyuntura: que el paro y movilización del miércoles sean una palanca de un plan de lucha que continúe hasta enterrar el DNU, la Ley Ómnibus y el Protocolo antiprotesta de Bullrich y todo el plan Milei. La burocracia por su parte, aprendiendo de lo sucedido el 27D intenta una política de regimentación de la columna independiente. Por esta razón la misma cobra una importancia cardinal.
A priori, las fuerzas del FIT-U acordamos con esa línea y fuimos impulsores de reuniones exitosas en ese sentido, la última el miércoles 17, en Ademys, donde una reunión masiva de más de 200 dirigentes y referentes de organizaciones sindicales combativas, sociales, piqueteras, culturales, asambleas vecinales, de derechos humanos, ambientalistas, de jubilados, de mujeres, estudiantiles y partidos de izquierda reflejó la creciente bronca que se extiende por barrios y lugares de trabajo y el crecimiento de los procesos de lucha en rechazo a esta verdadera declaración de guerra a los trabajadores y al pueblo que es el paquetazo reaccionario de Milei y sus secuaces.
Sin embargo, en dicha reunión empezó también una presión por marchar “cada uno en su lugar” haciendo referencia a participar en la columna de los gremios, asambleas barriales, etc con una política independiente pero dentro de esos espacios y luego surgió el planteo de hacer “una retirada común” de la columna independiente una vez finalizada la jornada. El énfasis en estas propuestas anticipaba lo que finalmente terminó siendo la política concreta del PTS en los hechos: debilitar la columna unitaria multisectorial independiente no jugándose a fondo por impulsarla en los distintos sectores de lucha.
Las inconsistencias del PTS
Después de los planteos anteriores descriptos nos fuimos encontrando en distintas instancias polemizando, discutiendo y hasta contraponiendo votaciones, con el PTS en los procesos y espacios en dónde se suponía que planteábamos en común la orientación de robustecer un polo alternativo.
La adaptación sin dar batallas a fondo en todos los ámbitos es una señal de oportunismo. Nunca se muestra nítidamente sino que se produce bajo argumentaciones aggiornadas que esconden el contenido de la claudicación. En esta oportunidad, se termina cediendo a las posiciones funcionales a la política de la burocracia de tapar y diluir la columna independiente por no ser consistentes hasta el final. Pero veámoslo en detalle:
- En ATEN Neuquén los compañeros del PTS bajo la argumentación de que la docencia marchaba con el sindicato fueron a la cola de la burocracia Celeste-TEP y se pretenden lavar la cara diciendo que “si nos quieren echar que ellos paguen el costo político” y que la política independiente se puede expresar en un volante o en un acto posterior a la marcha.
- En SUTEBA Tigre, con la misma lógica, confluyeron en la política de marchar con Baradel en la columna docente y lavarle la cara a este dirigente que el año pasado boicoteó el paro contra kicillof de la multicolor (expresión más que clara del rol nefasto del PJ en la clase trabajadora). No está de más señalar que terminan confluyendo con la habitual posición del centrismo de izquierda que bajo el argumento de ir con la gente batallan en contra de las posiciones independientes de la burocracia sindical.
- En las Asambleas Barriales han salido con posiciones políticas que no iban a una delimitación clara de la CGT-CTA. En algunas asambleas del Gran Buenos Aires plantearon “priorizar las acciones locales”. En las asambleas de Matanza y zona Oeste, en vez de pelear en común con nuestra propuesta de confluir y ser parte de la columna independiente multisectorial con la política de “plan de lucha hasta tirar el DNU, la LO y el Protocolo” como se supone habían sostenido en la reunión de Ademys desestimaron la propuesta cediendo a las presiones del peronismo sin enfrentarlo. En varias Asambleas de Capital le cedieron y votaron junto a Baldivieso en su política de marchar como asambleas barriales, con una cita aparte -Plaza Miserere- que posponía malintencionadamente el debate de fondo de a qué columna ir y por la vía de la cita dificultar la convergecia (de hecho mientras escribimos esta nota hay una convocatoria de urgencia para intentar contener a las asamblea como espacio aparte de todos).
El debate crucial de Unidxs por la Cultura: PTS-Contraimagen correa de transmisión de la CGT
Pero el caso más emblemático, porque justamente fue donde con más claridad desarrolló su política de asimilación la burocracia fue en Unidxs por la Cultura. Y en este caso nos queremos detener con mayor detalle ya que además Unidxs por la Cultura es el espacio que menos controla la burocracia y que, en consecuencia, más desarrollo en la lucha ha tenido. Es un espacio independiente, con un método claro de deliberación del conjunto de los participantes, que logró un triunfazo con la continuidad de los fondos de fomento, que levantó su propio plan de lucha en este marco con asambleas multitudinarias que se replicaron en todo el país, que consiguió todo eso inclusive contra el boicot activo de gremios que se encuentran en la CGT y que están en contra de esta forma de construcción. En este contexto ¿Qué Unidxs por la Cultura marche regimentado por la CGT? No, de ninguna manera.
Sin embargo, en la asamblea en Congreso del sábado pasado Contraimagen (PTS) terminó impulsando y votando en contra de la columna independiente. Con una maniobra política intentaron disfrazar su adaptación a la política de la CGT diciendo que Unidxs participe en la “columna de la CGT con una política independiente” (lo mismo que dijo la CGT que pretende encabezar sin consigna y con los sellos de las centrales sindicales “habilitando” a que dentro de la columna se lleven banderas de cada espacio) sumándose a posicionamientos de sectores más afines al Kirchnerismo/Peronismo. Es decir, PTS-contraimagen terminó en la misma posición que Patria Grande debilitando la columna independiente y aportando a la política que propone desdibujar justamente la independencia que desde Unidxs por la Cultura viene levantando hace más de un año y medio.
La asamblea resolvió marchar en forma independiente confluyendo con todos los sectores que levantan la consigna de luchar hasta derrotar el plan de guerra de Milei y no solo el problema sectorial de la cultura, como expresó la directiva del sindicato SAGAI en su campaña por redes dónde pide expresamente solo quitar los apartados de Cultura de la ley (peligro real dadas las negociaciones en el congreso y la fuerza del conflicto y posible justificación del peronismo de haber logrado algo), mostrando así también una maduración importantísima del proceso.
El polo independiente y alternativo, una necesidad para seguirla hasta ganar
En este marco, donde desde hace días vemos que todo se cocina afuera del Congreso en el Hotel Savoy donde un grupo reducido de representantes políticos de la oposición y el gobierno revisan punto por punto la Ley Ómnibus, es positivo tener figuras que defiendan y expresen la voz de los trabajadores en el recinto pero hay que entender que lo definitorio no va a pasar por ahí. La pelota está en el campo de la lucha de clase, en las calles. Y la batalla en ese terreno es por la de ser un factor de reagrupamiento de la vanguardia más activa, del sindicalismo combativo y los movimientos sociales, pero también de los miles de activistas del proceso de resistencia cultural que activó Unidxs y las asambleas barriales, en el proceso de la movilización callejera y organización independiente.
Estamos en un momento particular en donde Milei pretende cambiar las relaciones de fuerzas para todo el próximo período y por esa vía meter un plan de ajuste y represión brutal. Por lo tanto, la existencia y el desarrollo de un espacio en la calle, multisectorial, alternativo, independiente y antiburocrático, con expresiones más combativas como Unidxs por la Cultural, con la izquierda como parte del proceso es decisivo. El FITU tiene una gran oportunidad de desarrollar estos espacios y debe enfrentar las presiones lugar por lugar para constituirse en ese factor y es clave llevar estos debates adelante fraternalmente para encarar con la mayor fuerza posible el proceso en curso.
Hoy por hoy, hay miles de trabajadores y sectores sociales que le han dado la espalda al PJ y a la burocracia sindical porque ha sido la responsable de que hubiéramos llegado acá. Son los responsables del surgimiento de la banda delirante de Milei, y ahora van a hacer lo imposible por dejar correr el trabajo sucio del ajuste libertario, usando la movilización como factor de “lobby” para negociar con el gobierno y al final, capitalizar electoralmente el descontento con Milei. Ese camino ya lo conocemos. Ya lo conocen millones de personas y es por eso mismo que cada día con más claridad hay que mostrar que hay que patear el tablero, pero para el otro lado porque para realmente terminar con la casta, con el pj y la derecha, que solo pretende sacarnos más el jugo, es con una alternativa de izquierda radical. Hoy más que nunca se necesita una izquierda jugada en la calle, que patee el tablero en el Congreso y que ponga su acumulación al servicio del desarrollo de la lucha y no con miras a fortalecer circunstancialmente su propia construcción. Para ello se necesita ser consecuente y coherente hasta el final en una línea clara de delimitación de la burocracia y el peronismo.