Mientras que en campaña Milei había hecho alarde sobre su postura “anti impuestos”, ahora cambió 180º su posición y enviará un proyecto de ley para gravar a más de 800.000 trabajadores con el impuesto de “Ganancias”. La idea de restituir esta alícuota a los trabajadores, ahora con el nombre de “Impuesto a los Ingresos Personales”, tendrá como mínimo no imponible el monto de $1.350.000 brutos.
El proyecto aún no ingresó en el parlamento, pero según trascendidos periodísticos, el cálculo del piso a partir del cual empezará a cobrarse este impuesto regresivo, tendrá una actualización trimestral atada a la variación de la inflación a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Usando la argumentación de Milei en 2014, podríamos decir que este impuesto: “muestra la voracidad de los parásitos de la corporación política. No están dispuestos a devolverle la guita al que la genera”. Desde nuestra perspectiva el salario no es ganancia, por lo tanto, esto significa un nuevo ataque a los trabajadores en relación de dependencia.
Esta iniciativa muestra una vez más el carácter reaccionario y pro empresarial de este gobierno. Mientras con la Ley ómnibus y el DNU alienta a la desregulación de la economía, con beneficios impositivos a las grandes patronales extranjeras y locales, ataca a los que menos tienen con más carga impositiva.
La “casta” pareciera que somos todos, menos la verdadera casta. Se ajusta a trabajadores, jubilados, programas sociales, pero nunca a los empresarios ni mucho menos se deja de pagar la ilegal deuda con el FMI.
Sin dudas que esta noticia a pocas horas del paro general del próximo 24 de enero, significa un motivo más para marchar y exigir un plan de lucha hasta tirar de conjunto todo el plan regresivo de Milei.