El mismo día donde el gobierno quiere mostrar su cara “progresista” tratando el aborto en la cámara de diputados, paralelamente en el Senado se lleva a cabo la votación para la concreción de una nueva reforma previsional. Se busca aprobar un cambio en el cálculo de la movilidad jubilatoria, que significará un nuevo recorte a un sector que el gobierno viene ajustando desde que asumió.
La suspensión de la movilidad jubilatoria fue una de las primeras políticas implementadas por Alberto Fernández. Ahora, justo cuando cumple un año de gestión, vuelve a afectar a las jubilaciones como un acto de cortesía hacia el FMI, que venía reclamando políticas de ajuste en este sentido. Con la medida tomada a principios de año, bajo la “Emergencia económica”, el presidente les está haciendo perder 7 puntos de aumento en comparación con lo que hubiesen recibido con la movilidad anterior.
Hoy, nuevamente el gobierno va a buscar cambiar la fórmula de cálculo de las jubilaciones, eliminando a la inflación como ítem a tener en cuenta a la hora de efectuar los aumentos correspondientes. El nuevo cálculo dependerá de los índices de salario y la recaudación de Anses, algo que traerá inconvenientes de cara al año próximo al no garantizar un mínimo de aumento. Por lo tanto, si 2021 llegase a ser un año con inflación alta y poca recaudación, los jubilados se verían afectados nuevamente en un tiempo donde la crisis económica del país aún no tiene indicios de terminarse.
$19.000 es el monto de la jubilación mínima que Alberto festejó hace unos días. Un ingreso que no equivale a la mitad de la canasta básica de los jubilados que, lógicamente, no llegan ni de cerca a fin de mes. Por eso, para que aquellos que trabajaron toda una vida no tengan que vivir con migajas, se vuelve totalmente urgente la aplicación del 82% móvil del salario de un trabajador activo, con empalme directo a la inflación mensual.
La lucha contra este nuevo ataque a las jubilaciones, seguramente tendrá un nuevo capítulo cuando diputados trate este proyecto las próximas semanas. Se esperan movilizaciones a Congreso impulsadas por el FIT Unidad y la izquierda sindical. Mientras la burocracia sindical, como siempre, mira para otro lado y deja correr este nuevo ataque.