Para cubrirse y aprovechar la oportunidad de hacer una ganancia extra, los empresarios con la excusa de anticiparse a la devaluación prometida por Milei, están lanzando en estas horas nuevas listas de precios con aumentos de un 35% a un 50%. Los especuladores, aprovechando la volada llevaron el blue –que había bajado un poco- de nuevo a los $ 1.000. La política anunciada por el futuro presidente de liberar todo y abandonar cualquier control -aunque sea el mínimo que esta gestión saliente realizó- es un aliento adicional para la estampida.
Terminado Precios Justos, ahora los supermercados equiparan sus precios a los de los almacenes de barrio o los supermercados chinos que no estaban incluidos en este programa y el aumento promedio oscila entre un 30% y un 35%.
Fideos, arroz y una marca de gaseosa aumentaron un 20%; la yerba aumentó un 35%; la harina un 40%; los panificados un 45%; en las galletitas dos aumentos escalonados del 15% primero y la semana siguiente de otro 12%; los productos de limpieza llegaron a un aumento de un 50%. Hay incrementos generalizados en productos de consumo masivo, ferretería, materiales de construcción, productos electrónicos y distintos insumos.
Los exorbitantes precios vienen acompañados de maniobras de desabastecimiento de algunos productos, una acción realizada por los empresarios para especular sobre su futuro valor en la nueva gestión, como es el caso de los aceites y productos de limpieza, entre otros. El peronismo termina su gestión sin que su Secretaría de Comercio siquiera intente multar a los que violaron sus acuerdos de Precios (in)Justos que fijaban topes de aumento del 5% en productos básicos y del 12% para los no básicos en noviembre, y del 8% de tope para diciembre.
En medio de estos aumentos se conoció este jueves 7 el aumento del índice inflacionario de la CABA, un 11,9%, y los analistas proyectan para este mes de diciembre una variación de entre 13% y 20% en el índice general del país. En la cotización del dólar se han pactado operaciones entre empresarios en el mercado marginal cotizando el dólar oficial a $ 500 para el próximo lunes 11, lo que significaría una devaluación inmediata del 38%.
Otros análisis, como el reciente informe de la consultora Bull Market Brokers de Ramiro Marra, hablan de una devaluación primera que llevaría el oficial a $ 600 o $ 650 –como ya había anticipado Guillermo Francos– y una segunda en febrero que lo elevaría a $ 1.000. Un valor que sería el que daría paso a un proceso de dolarización –si se concretan los fondos que los empresarios y gobiernos árabes estarían prometiendo a Caputo-, además de la renegociación del acuerdo con el FMI.
Los consejos del Fondo y los editoriales del imperialismo
En una reciente conferencia de prensa Julie Kozack, directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que Milei debe encarar un “plan de estabilización fuerte, creíble y con respaldo político para abordar de manera duradera los desequilibrios macroeconómicos de Argentina y sus desafíos estructurales”. Como observa la información periodística, la funcionaria no habría brindado ninguna precisión sobre nuevos desembolsos destinados a la Argentina, lo que va en línea con los que sostienen que Milei y sus ministros han logrado muchas palmadas en la espalda y felicitaciones, pero que para entregar nuevos dólares los banqueros necesitan ver medidas concretas del plan de ajuste anunciado por el nuevo presidente.
Dos informes de fuentes imperialistas analizan los próximos pasos del futuro gobierno. Por un lado, el Banco Citi especula con que Milei puede llevar el dólar oficial a $ 1.000 -lo que significaría una devaluación de 277%-, y para “la llegada de dólares frescos advierten que el país deberá atravesar el ‘dolor’”. En el marco de apoyar el plan de Milei, los analistas de este banco imperialista afirman que deberá realizarlo en varias etapas, ya que no dispone del dinero suficiente para hacerlo de una vez y que, si bien “el entusiasmo inicial es obvio y justificado, el ajuste es tan significativo que va a ser muy difícil que sea políticamente sostenible, especialmente en la población”.[i]
El Wall Street Journal por su parte, luego de señalar la moderación actual de Milei en torno a sus primeras propuestas como dolarizar de manera inmediata, cerrar el Banco Central u oponerse a las relaciones con China, y mostrar el cambio de su entorno inmediato en este sentido, abre dudas sobre qué apoyo conservará de sus votantes una vez que empiece a implementar sus duras medidas de ajuste: “muchos argentinos, acostumbrados a un Estado benefactor, ahora dicen que esperan que las promesas de su campaña hayan sido solo palabras“[ii], señaló este importante medio yanqui.
La gran coincidencia: un duro ajuste fiscal
Muchas especulaciones se han vertido en estos días sobre el contenido final de la “Ley ómnibus” que Milei girará al Congreso apenas asuma. También sobre las posibilidades de financiamiento externo, formas de rescate de la bola de pasivos remunerados del Banco Central, tenor y formas de la devaluación, etc., etc.
Sin embargo, hay un punto en que todos coinciden: ningún plan es viable, desde el punto de vista de los intereses capitalistas, sin un durísimo ajuste fiscal. Algunos analistas hablan de un 3% del PBI, que es el déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) de este año, otros de un 5% si se incluye el pago de deuda. El ajuste es brutal, por más que intenten minimizar o amortiguar su impacto haciéndolo en cuotas.
De acuerdo con un reciente informe del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), “si se toma como base el resultado fiscal proyectado para este año, del 4,9% del PBI, se requiere una baja del 25% del gasto primario”.[iii] Para este instituto lograr equilibrio fiscal sin aumentar la presión tributaria, como ha declarado Milei, es plantear una estrategia que “se centra en la reducción del gasto público, centrándose en la eliminación de la obra pública, de las transferencias no automáticas a provincias y posiblemente de los subsidios a la energía“. [iv]
Aunque muchas de las medidas más leoninas son objeto de negociación con los distintos bloques y en particular con los gobernadores -para lograr los votos necesario para la aprobación de las leyes que se enviarán al Congreso-, este análisis nos da una pauta de cuáles podrían ser algunos de los recortes más importantes.
Plata hay
Uno de los caballitos de batalla más importantes de Milei, de sus colaboradores y políticos amigos, de sus comunicadores “ensobrados” y también de los que no ven otra opción que alguna salida dentro de este régimen capitalista es que “no hay plata”. Con estos dichos pegan sobre la conciencia de millones, con el argumento de que hay que aceptar un fuerte ajuste para que luego todo se normalice y “volvamos a ser felices”.
Los medios periodísticos a diario mencionan las cifras “en rojo” de esta economía capitalista dependiente de la Argentina. Reservas netas de libre disponibilidad negativas en U$S 12.000 millones; dólar blue a $ 1.000; dólar oficial, que no se consigue, a $ 362 e inminente devaluación; deudas impagas que los importadores privados tienen con sus proveedores, casas matrices o acreedores que ya acumulan U$S 57.000 millones; acumulación de pasivos remunerados del BCRA por 24 billones de pesos; nuevos vencimientos con el FMI y los acreedores buitres a los que habrá que pagar en forma neta el año que viene –sin contar los desembolsos del Acuerdo de Facilidades Extendidas- U$S 8.500 millones; inflación que después de la devaluación post PASO se dispara hacia el 142% interanual actual; índices de pobreza e indigencia récords que superan al día de hoy el 45% de la población.
Lo cierto es que en el país entró una tonelada de plata en estos años y los grandes empresarios hicieron grandes ganancias. Si bien la cosecha del año pasado fue mala por la sequía, nada se dice sobre las cosechas anteriores que fueron muy buenas en precio y cantidad. También es mentira que la guerra nos haya afectado, ya que si bien subieron los combustibles aumentaron enormemente los alimentos que exporta el país.
Lo cierto es que gran parte de las reservas acumuladas, los pagos a los acreedores externos y los pagos de deudas de importadores que hicieron grandes negocios pagando deudas privadas -no para importaciones de insumos- a veces con sus propias casas matrices al valor del dólar oficial provocaron una enorme fuga de capitales.
A esto debemos sumarle la enorme trasferencia de plusvalía, desde los trabajadores a los grandes empresarios que significa un salario atrasado desde hace 5 años, como por ejemplo se expresó en el rebote de 10 puntos del PBI del 2021 después de la pandemia, cuando los empresarios avanzaron varios puntos en el reparto de la renta agregada de la economía, contra el porcentaje que se llevaban los trabajadores.
Y una larga lista de concesiones a los exportadores, como el dólar soja o el dólar para la exportación en general. A los beneficios ya existentes de los grandes capitalistas del campo y sus puertos privados, falta de controles de exportación, fuga de capitales, contrabando, etc. A las exportaciones de hidrocarburos o de la mega minería a simple “declaración jurada”. A las diferencias enormes realizadas en la comercialización de productos de la canasta básica que tuvieron los dueños de las grandes cadenas comerciales con el aumento desmedido de los precios, etc., etc.
Por eso, los socialistas del MST en el FIT-U queremos pasar la “motosierra” por otro lugar. Milei y el conjunto del sistema político actual pretende descargarla sobre nuestros salarios, jubilaciones, planes sociales, sobre la salud o la educación públicas, sobre la pérdida de empleo de miles de trabajadores. Nosotros queremos aserrar las ganancias de los grandes empresarios que Milei representa, aserrar los pagos de la fraudulenta deuda externa.
Por eso nuestra salida es la opuesta. En vez de llegar a un nuevo acuerdo con el FMI queremos romper con él; en vez de cerrar o achicar el Banco Central queremos nacionalizar toda la banca; en vez desregular la economía, bajar o reducir los impuestos a los ricos, queremos nacionalizar el comercio exterior y descargar un plan de altos impuestos progresivos sobre todos los grandes empresarios.
Confiamos que al calor de la enorme resistencia que van a desatar las medidas de ajuste brutal que nos prepara el nuevo gobierno, tendremos la oportunidad de que millones que todavía no ven estas medidas de fondo, las adopten como propias. Cada vez que se las explicamos a un compañero estamos avanzando en propagandizar la salida de aquellos que estamos por construir una gran alternativa política de la izquierda y los luchadores en este país. Una tarea imprescindible para reconstruir la Argentina al servicio de la mayoría trabajadora.
[i] “Según el Citi, el plan de reformas que propone Milei es muy ambicioso pero difícil de llevar adelante”, Clarín 07/12/2023.
[ii] “El Wall Street Journal cuestionó a Javier Milei por su perfil ‘moderado’: ‘Está dando marcha atrás’”, Perfil 07/12/2023.
[iii] “¿Cuánto tendría que “podar” el gasto primario la motosierra de Milei para equilibrar las cuentas fiscales?”, Perfil 29/11/2023.
[iv] Idem.