miércoles, 18 diciembre 2024 - 15:03

Crisis en el peronismo. Aunque Alberto lo niegue, cada vez más pobres

El presidente saliente, Alberto Fernández, eligió terminar su mandato desmintiendo las enormes cifras de pobreza de las cuales todo su gobierno, empezando por él, siguiendo por Cristina y Massa son responsables. No se puede tapar el sol con las manos. Estas declaraciones causan una enorme indignación en todos los que las escuchan. Son un símbolo de la tremenda crisis y decadencia del peronismo al que millones están abandonando, lo cual acrecienta la responsabilidad y la oportunidad para la izquierda.

En una entrevista realizada por la Agencia Télam, Alberto sostuvo: “está mal medida la pobreza. Si hubiera semejante cantidad de pobreza, si hubiera un 40% de pobreza la Argentina estaría estallada. No puedo entender cómo se concilia que haya un 40% de pobreza y al mismo tiempo tenemos 37 meses consecutivos de creación del empleo registrado” (…) “y el consumo lleva 30 meses consecutivos de crecimiento. Hay algo que no me está cerrando y cómo la pobreza finalmente se mide a través de la Encuesta Permanente de Hogares, que es una encuesta, lo que yo me temo es que la gente, como pasa en las encuestas políticas, no diga toda la verdad cuando un encuestador va a preguntar”.

Si no resultara irritante que este presidente, elegido por Cristina y todo el PJ, termine calificando a las víctimas de su plan de entrega y miseria de mentirosos, dos importantes trabajos lo desmienten. Por un lado, un organismo de su propio gobierno, el SIEMPRO (Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales) estableció un importante aumento de la pobreza en el segundo trimestre del año en trabajadores registrados, no registrados y cuentapropistas informales.

El valor de la canasta básica total entre 2017 y 2022 se incrementó en un 558%, mientras que “el salario medio de los trabajadores evolucionó apreciablemente por debajo: 429% en el caso de los no registrados y 415% en el caso de los registrados, lo que explicaría en parte que una creciente proporción quedaran en situación de pobreza. El salario mínimo vital y móvil, por su parte, crece menos del 300% (la mitad de los precios)” .

Como si esto fuera poco, acaba de salir el informe del Observatorio Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), que para el tercer trimestre de este año determina que la pobreza subió hasta alcanzar un 44,7% de la población, 20,8 millones de personas, de las cuales 9,6%, 4,4 millones, son indigentes.

Según el Observatorio, la pobreza entre los menores de 17 años llegó al 62,9%, de los cuales el 16,2% son indigentes. Son 8 millones de niños y adolescentes pobres, de los cuales 2,1 millones son indigentes.

Además, dada la disparada inflacionaria presente, es muy probable que a fin de año la pobreza supere el 45%. Si tomamos en cambio la pobreza multidimensional, que a diferencia de la medición tradicional que sólo toma en cuenta el nivel de ingreso de las personas y de los hogares en relación a las canastas agrega, además, otras privaciones no monetarias, como la falta de acceso a la educación, vivienda digna o empleo, la pobreza supera el 60%.

Si faltara otra explicación de por qué el peronismo perdió las elecciones, estos datos son clarísimos. Son categóricas las palabras vertidas por el cristinista intendente de Ensenada, Mario Secco: “no llenamos el vaso y dejamos la heladera vacía porque los compañeros no llegaban a fin de mes. Todos fuimos responsables y la verdad es que nos comimos una patada en el traste de parte del pueblo argentino”.

Tal es la crisis, que una abogada kirchnerista, Valeria Eugenia Carreras, acaba de radicar una denuncia penal contra el presidente, por el incumplimiento de los deberes de funcionario público, y solicita que se le niegue la salida del país, como respuesta a sus dichos negando la pobreza.

Así está el PJ luego del golpe electoral, sin jefe ni ordenador. Cada uno calibrando su juego y especulando –en el caso de los gobernadores- qué puede negociar con Milei. Con Alberto rajándose a España, con Massa buscando trabajo entre sus amigos, los financistas internacionales, con Cristina, aclarando por las dudas, que no se va a ningún lado (por ahora) y con Grabois, intentando salvar la ropa y pidiendo perdón por todos ellos.

Es que el gobierno del movimiento nacional y popular nos ha llevado a índices de pobreza de los más grandes de la historia, echándole la culpa a la pandemia, la guerra y la sequía mientras el FMI, los buitres de la deuda y los grandes empresarios se la “llevaron en pala”, para usar una expresión de Cristina, quien además siendo vicepresidenta y la referente con más poder en el peronismo hasta ahora, siempre intenta tomar distancia diciendo que no le hicieron caso.

En distintas reuniones la línea de los kirchneristas ha sido “hay 2027”, una forma de combatir la angustia legítima de muchos militantes y también de los que aun votando a Massa como el mal menor están horrorizados del ajuste que promete el presidente libertario, especulando que el ajustazo que pretende aplicar Milei tenga como efecto que la gente los perdone, vuelvan parte de los millones que los han abandonado luego de cuatro años.

Todo indica que transitamos una enorme crisis política, en la cual la dispersión primará por sobre los acuerdos anteriormente existentes. Una crisis en medio de fuertes medidas de ajuste y segura resistencia de los trabajadores a pasar más y peores penurias. En esa enorme pelea que se aproxima está planteada la posibilidad de la izquierda de convertirse en una gran alternativa política para millones. Ese es el desafío que el Frente de Izquierda Unidad tiene planteado.

Te puede interesar: Propuesta del MST. A los demás partidos del Frente de Izquierda Unidad

  1. “El informe de presidencia que explica por qué crece la pobreza”, Ismael Bermúdez, Clarín 04/12/2023.
  2. Datos de “Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa dejan el poder con un índice de pobreza que roza el 45%”, Ismael Bermúdez, Clarín 05/12/2023.
  3. “Nos comimos una patada en el traste”, Página12 24/11/2023

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