De cara al 22. Nos acercamos al último tramo de la campaña. Con el dólar superando los $1.000, todo es incertidumbre. Milei camina por delante, mientras Massa y Bullrich buscan impedir un festejo prematuro y sacar su pasaje a la segunda vuelta en noviembre. Mientras transcurre esta competencia por el poroteo electoral, el régimen político empieza a mostrar metamorfosis. Los tres tercios que rompieron el diagrama anterior empujaron a radicales con Massa, cambiemitas con Milei, así como pejotistas armándole listas al liberfacho en diversas localidades. Síntomas de una crisis política de gran profundidad, ya que todo se mueve con el horizonte de un futuro nebuloso. Lo único claro es que viene muy compleja para los que menos tienen.
Lo que dejaron los debates. Previo al final de este proceso electoral se dieron los debates donde se evidenció al candidato de La Libertad Avanza como un negacionista calificado. Repitió los argumentos de los dictadores al decir que los mismos apenas cometieron “excesos”. Negación completa del genocidio de Estado, como también niega el cambio climático. Momentos de una etapa nueva, marcada por la polarización social, donde la derecha también se anima a más. Bullrich, disputando la bandera que perdió, también hizo lo suyo amenazando las movilizaciones y yendo contra el derecho a huelga. Los derechos democráticos en la mira para poder avanzar con los ajustes que ambos proponen. En síntesis, declaraciones de guerra previo a que asuman en caso de ser electos.
El gobierno de “Unidad Nacional”. El ministro candidato, Sergio Massa, tanto en Santiago del Estero como en la facultad de Derecho de la UBA, hizo borrón y cuenta nueva. Jugó a olvidar que los males que denota el país son consecuencia de su gestión en Hacienda.
Continuó con toda herencia fondomonetarista que dejó el macrismo y reeditó el recetario de la vernácula derecha liberal: aumento de tarifas vía quita de subsidios y privilegios impositivos para los sectores concentrados como dólares diferenciales para las patronales agrarias, petroleras y mineras. Ahora no sólo quiere gobernar con el programa de la derecha, sino que la invita a gobernar en caso de llegar al sillón de Rivadavia. Una nueva formulación de una política de conciliación de clases y una forma de abroquelar fuerza en las alturas para el impacto que le preparan a los de abajo. Nada que sirva para enfrentar en serio a la extrema derecha de Milei.
Un pronóstico anunciado. Si hablamos del dólar al principio, también hay que sumar la confirmación de los piratas del FMI sobre lo pésimo que va a ser este año. En una nueva publicación oficial reafirman que la economía va a tener una contracción de 2,5 puntos del PBI y, además, la inflación va a alcanzar los tres dígitos este año: 121,7%. Más leña al fuego para una sociedad donde más del 40% se encuentra debajo de la línea de pobreza y 6 de cada 10 chicos comparten esa condición. Comprobación empírica de que si no se rompe con el organismo y se deja de pagar la deuda que el macrismo tomó, pero que revalidó este gobierno, no hay forma de parar esta espiral de decadencia.
La miseria del régimen. Mientras la situación social y económica arroja este panorama, la clase política sigue actuando con total impunidad. Los casos del puntero pejotista “Chocolate” Rigau en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, como el viaje de Insaurralde a Marbella en plenas funciones y con esta situación referida, muestran la disociación del personal político con la realidad de los trabajadores. Algo que obliga a poner en discusión los privilegios para echarlos por tierra. Una reforma política se vuelve necesaria para acabar con dietas de millonarias, cargos irrevocables y prerrogativas que se toman quienes se encuentran en cargos ejecutivos como legislativos, la justicia y las Fuerzas represivas.
Con el FIT-Unidad en las urnas y en las calles. En estas últimas semanas de cara a las elecciones, se vuelve necesario seguir difundiendo y reforzando la campaña del Frente de Izquierda – Unidad. Única variante política que propone una salida que ponga en primer orden las necesidades de las mayorías trabajadoras. Espacio político que, como lo venimos remarcando, insiste en hacer uso del voto útil, pero con una opción que represente nuestros propios intereses despejando cualquier falso debate de un balotaje adelantado. Estas candidaturas son las que encabezan Myriam Bregman como presidenta y Cele Fierro como candidata a Legisladora por CABA. A la par, como sostenemos desde el MST, hay que seguir trabajando para fortalecer al frente en la calle. Volverlo una herramienta organizativa que aglutine a miles de activistas, los reúna y golpee con un solo puño en la calle. Esta pelea es posible y necesaria para el futuro que se aproxima, donde imponer la ruptura con el FMI, declarar un default soberano, nacionalizar la banca y el comercio exterior, y aplicar una reforma impositiva para que paguen más los ricos es la única salida viable a este capitalismo decadente. Por lo expuesto te llamamos a votar al FIT-Unidad, impulsar su campaña y su programa, pero también a organizarte con el MST para dar las peleas enumeradas y fortalecer el frente para transformarlo en una opción anticapitalista y socialista que se ponga a la cabeza y dispute la dirección de las confrontaciones sociales que se vienen.